sábado, 10 de noviembre de 2012

El Caso Lutero, César Vidal

El Caso Lutero, César Vidal

El 31 de octubre de 1517 un monje agustino llamado Martín Lutero clavó en la puerta de la iglesia del castillo de Wittenberg Noventa y cinco tesis sobre las indulgencias. Aunque su intención era someter a discusión el texto de acuerdo con la práctica académica de la época, la acción fue interpretada como un desafío contra la jerarquía eclesiástica.

Con este sencillo acto se inició el Caso Lutero, un proceso que concluyó en la excomunción y condena a muerte por herejía del monje agustino, pero que también significó el principio de la Reforma y, con ella, de la Modernidad.

[...]

La presente obra, de hondo contenido histórico y espiritual, nos muestra, partiendo de las fuentes originales, las etapas sucesivas del Caso Lutero, así como las diversas claves para comprender cómo y por qué se produjeron. Se trata de un intento, sólidamente documentado, para comprender a las dos partes en sus respectivas posiciones, para tender puentes de diálogo y entendimiento recíprocos a medio milenio de distancia, para acabar con los más diversos prejuicios y para reflexionar sobre el pasado, el presente y el futuro.

El resultado es un libro imprescindible y fundamental -a decir verdad, inexistente con anterioridad en el campo de la historiografía en español- para adentrarse en unos hechos, muy superficialmente conocidos por muchos y frecuentemente mal explicados e interpretados, pero que cambiaron de manera decisiva la Historia universal y que, sin duda, nos ayudarán a interpretar aspectos definitivos y esenciales de nuestra realidad actual.

Como, por ejemplo, por qué los protestantes son tan industriosos y los católicos tan vagos e inútiles, supongo (ironía en modo on, que diría el dueño de la mano regaladora del libro). 

Me da tanta risa leer eso de un libro imprescindible y fundamental, que me duele el estómago por las agujetas que me provoca el ataque de hilaridad. El librito, laureado con el premio Finis Terrae 2008 (galardón que sirvió de excusa para gastarme la broma que trajo el libro hasta mi biblioteca), no va más allá de un trabajo académico de fin de carrera. Probablemente, de hecho, su contenido es un compendio de los apuntes que el señor Vidal ha ido recolectando aquí y allá.

Lo de [...] Se trata de un intento, sólidamente documentado, para comprender a las dos partes en sus respectivas posiciones [...] se reparte de la siguiente forma: tres cuartas partes del libro comprenden la memoria de Lutero (lo cual no critico en absoluto) y atacan despiadadamente al papa, León X a la sazón,  (algo que tampoco se encuentra en mi lista de: Cosas por las que partirme la cara) y a la Iglesia católica. Sólo al final, muy al final (páginas 197 a 199) da una de cal y otra de arena a unos y otros.

De todo el libro, aunque curiosín en algunas de sus partes, saco tan sólo dos puntos sobre los que entretener la reflexión uno de estos días, cuando tenga tiempo:

1º. Que me siento tan cerca de los protestantes en algunas de sus concepciones, que muy bien podría ser una de ellos sin que razón alguna me hiciera temblar el pulso ni atemorizara mi conciencia. 
2º Unas cuantas líneas que me han tocado la fibra más sensible, pues es algo que me hierve por dentro desde siempre: [...] como escribió en 1968, Joseph Ratzinger, el actual papa Benedicto XVI: "Aun por encima del papa como expresión de lo vinculante de la autoridad eclesiástica se halla la propia conciencia, a la que hay que obedecer la primera, si fuera necesario incluso en contra de lo que diga la autoridad eclesiástica".

Y, bien, con este más el otro, ya tengo leídas dos de las tareas encomendadas bajo la forma de regalo. El tercero, que es un castigo con todas las de la ley, sin que el malévolo que lo ideó se molestara en ocultarlo, no tendrá la suerte de caer (¡chof!) por aquí porque está el último de la fila, y como siempre habrá otros, cientos, miles, millones de otros por delante..., ¡jamás le llegará el turno! 

Oh, qué pena.

- - - - - 

Por si alguien tiene humor: 16 minutos, 15 segundos de César Vidal hablando de su Caso Lutero. Yo no lo he escuchado, así que no puedo hablar al respecto. Otros, que están enganchados a su programa, seguro que lo soportan.

7 comentarios:

caraguevo dijo...

No me ha quedado claro si el libro se merece el premio Finis Terrae, pero si se lo diste por algo sería.

Claro que tampoco he entendido eso que diría el dueño de la mano regaladora.

Por cierto, a la autora del libro ¡chof! ¿le felicitaste ayer? ¿El libro sigue escondido junto al radiador?

Lo de que publiquemos deberes los dos el mismo día ¿es coincidencia?

Un saludo

S. Cid dijo...

Caraguevo: ¿Felicitarla? ¿Por qué? ¿Era su cumple o qué? Qué puesto te veo con ella...

Y, no, su libro nunca estuvo escondido en ninguna parte. Pese a lo que pese, es un libro. ¡Y los libros son sagrados! ¡Savonarola, que eres un Savonarola! (hala, ya tienes otro nombrecito para la cabecera de las Afoticas.

Respecto a lo de los deberes publicados el mismo día, debe de ser pura coincidencia, a menos que quieras pensar que estás conectado conmigo de algún oculto modo...

...

...

¡No!, va a ser pura casualidad, sí, seguro.

Aunque, por lo que leo en tus Afoticas, a ti el final te decepcionó..., sólo fue el final. ¡Sólo! Lo cual habla muy bien de mi bondad y fatal de la tuya (esa supuesta de la que presumes, pero que nunca nadie ha experimentado) ;-p

Saludos.

posodo dijo...

Bueno, lo que sí es coincidencia, o no, es que hoy es el cumpleaños de Lutero.

S. Cid dijo...

Pues mis felicitaciones a don Martín.

posodo dijo...

El segundo punto que señalas parece avalar el tema del libre examen.
Conociendo al autor del libro y al citado,... no sé, no sé.

(Por cierto, ¿se menciona en el libro los improperios que lanzaba Lutero precisamente contra quienes llevaban el libre examen más allá de lo que él mismo planteaba, calificándolos de incultos, palurdos o cosas similares?)

Un saludo.

S. Cid dijo...

Posodo: Yo sí sé.

Y no, no se dice nada de esos improperios, no...

posodo dijo...

¡Ah!

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