viernes, 31 de diciembre de 2010

Feliz Año Nuevo

Feliz Año Nuevo

Se acaba el año, pero antes de que lo haga, me paso por aquí (en realidad me lo dejo preparado, porque a la hora en que se publique esta entrada estaré de viaje o recién llegada) me paso por aquí, decía, a cerrarlo en el blog y daros un último saludo en este 2010.

Espero que paséis una buena noche y, antes de que empiecen a sonar las campanadas y os lieis a tomar uvas, os mando desde aquí mi felicitación para el año nuevo y mis mejores deseos, amigos.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

Crónicas de Clovis

Crónicas de Clovis    (Saki)

Macabro, ácido, ingenioso, satírico, elocuente, humorístico, inteligente... todos estos adjetivos pueden aplicarse a Saki y a su obra. Quienes hayan disfrutado de la lectura de Animales y más que animales recordarán sin duda a Clovis, uno de los héroes decadentes y escépticos -cuya lengua epigramática le haría digno de figurar en cualquier obra de Oscar Wilde- de los que se vale Saki para zarandear y mortificar a la sociedad eduardiana de su tiempo

En las Crónicas de Clovis el lector encontrará todos los elementos que caracterizan la obra de Saki, desde lo puramente macabro al humor más disparatado, sazonado con diálogos ingeniosos y personajes tan absurdos que sólo pueden ser británicos. Todos los cuentos de Saki son un ejemplo de brevedad y eficacia; un cuchillo lanzado al lector, ya sea para provocar su risa  o moverle al espanto. No es extraño que entre sus discípulos se encuentren Tom Sharpe y Roald Dahl. "Si empiezas un relato de Saki, lo terminarás. Cuando lo hayas terminado, querrás empezar otro; y cuando los hayas leído todos, jamás los olvidarás", decía Tom Sharpe. Y en palabras de Borges: "Con una suerte de pudor, Saki da un tono de trivialidad a relatos cuya íntima trama es amarga y cruel. Esa delicadeza, esa levedad, esa ausencia de énfasis puede recordar las deliciosas comedias de Wilde".

El texto anterior, transcrito directamente desde la contraportada del libro, explica muy bien qué son las Crónicas de Clovis. No mucho más podría añadir (o tal vez sí, aunque me abstengo, a fin de no robarle al lector de este blog un rato más de su tiempo), salvo que me han encantado esas crónicas clovianas por su refinado humor, absurdo a veces hasta rozar el disparate, y el irónico retrato de la sociedad inglesa que  el autor traza con mano magistral en cada uno de sus relatos. Ahora bien..., ¿quién fue ese tal Saki? Si el lector aún dispone de unos minutos, lo invito a leer lo que de este autor británico se dice en la Noticia sobre el autor que se encuentra al inicio del libro:

Como Kipling, Thackeray, y tantos otros escritores británicos, Saki -seudónimo de Hector Hugh Munro- nació en una de las colonias del Imperio, en Birmania, en 1870. Era hijo del inspector general de la policía británica en aquel país. Siendo aún niño, murió su madre, por lo que fue enviado a Inglaterra, a casa de dos viejas tías solteronas, Augusta y Carlota, para completar su educación. Fue un infancia desdichada, lejos de su padre, bajo la estricta vigilancia de dos estúpidas damas victorianas, empeñadas en una infatigable guerra doméstica, y que cobijaban un odio irracional contra los animales -odio que quizá sea el origen del amor que siempre profesó Saki por los animales, y la frecuente utilización de aborrecibles personajes autoritarios y llenosd e prejuicios que desfilan por su obra-. Completada su educación universitaria, Saki regresó a Birmania, donde se enroló en la policía militar, empleo que sólo pudo desempeñar durante un año deido a los constantes ataques de fiebre que padeció. De vuelta a Inglaterra, inició su carrera de escritor, realizando sketches políticos para la Estminster Gazette y como corresponsal para el Morning Post en los Balcanes, Rusia y París. Su primera recopilaciónd e historias, Reginald, vio la luz en 1904. Fue seguida por Reginald en Rusia (1910), Las Crónicas de Clovis (1911), El insoportable Bassington (1912), Animales y más que animales (1914), etc. En 1914 publicó When William Came, una fantasía bélica sobre Inglaterra bajo la ocupación alemana. Sus sketches patrióticos desde el frente fueron recopilados en The Square Egg, en 1924, ocho años después de su muerte, pues en 1914 se alistó voluntario para combatir al ejército alemán en Francia, donde murió en 1916, en el ataque a Beaumont Hamel. Según cuenta Graham Greene, instantes antes de su muerte se le oyó gritar desde el fondo de un cráter de obús: "Apagad ese maldito cigarrillo". Un segundo después una bala le atravesó el cráneo: al parecer, el anónimo y rudo soldado alemán no sabía comprender el fino humor británico. Borges sugiere que no es imposible que esta últimafrase se refiriera a la guerra. El seudónimo de Saki viene de la última stanza de Rubaiyyat de Omar Khanyyam, y significa "copero"

lunes, 27 de diciembre de 2010

¿Y cómo nos va a ir...?

¿Y cómo nos va a ir...?

Es una pregunta retórica, no os apuréis por encontrarle respuesta, y viene a cuenta de esto: las manos en las que el PSOE ha puesto el futuro de nuestras pensiones pertenecen a una señora que se expresa así.

No os perdáis los comentarios a la entrada.

¿No da vergüenza?

domingo, 26 de diciembre de 2010

Hasta la vuelta

Hasta la vuelta

Me voy unos días, amigos, a ver si me oreo un poco. Algo de campo, mucho brasero y muchísima lectura es lo que busco. Os veré a la vuelta y contestaré a vuestros comentarios, si es que tenéis a bien visitarme durante mi ausencia (para entretener la cual dejo un par de entradas programadas) y dejarme alguna palabra.

Hasta entonces, descansad y pasadlo bien.

viernes, 24 de diciembre de 2010

¡Feliz Noche!

¡Feliz Noche!

Gracias a una entrada de Elentir y que ayer Carlos también incluyó en el blog de la Editorial C&M, descubrí este vídeo que he decidido que sea mi felicitación navideña para este año. Es muy curioso y divertido. Espero que os guste.





Añadido posterior a la felicitación.

Gracias a la recomendación hecha por un amigo anónimo de este blog, se añade una segunda parte a la felicitación de Nochebuena.




Muy bonita canción. Gracias por dármela a conocer, amigo Anónimo (lástima que no pueda llamarte por tu nombre).  ;-) Feliz Nochebuena.

Feliz Noche a todos, amigos.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Efemérides, 23 de diciembre

Efemérides, 23 de diciembre

Estoy empeñada, amigos, en cerrar el año con 200 entradas publicadas. ¿Por qué? Porque soy así de terca. No hay más. Así que se me ha ocurrido que una nueva publicación sobre efemérides me ayudará a conseguir el número bicentenario. De modo que, he aquí algunas fechas llamativas:

-1672, Giovanni Cassini descubre Rhea, satélite de Saturno.
-1790, nace Champollion, artífice del descifrado de la piedra de Rosetta.
-1808, José Bonaparte es repuesto en el trono de España por el ejército francés.
-1881, nace Juan Ramón Jiménez.
-1932, es promulgada en España la Ley del Impuesto sobre la Renta.
-1947, Bardeen Brattain y Shockley inventan el transistor en los laboratorios Bell.
-1968, el español es declarado idioma de trabajo en el Consejo de Seguridad de la ONU.
-1986, el avión experimental voyager da por primera vez una vuelta alrededor del mundo sin paradas.

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Información tomada de:

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Minar

Minar

La tercera acepción que da la RAE a este verbo es: consumir, destruir poco a poco. Pensando sobre ello, he llegado a la conclusión de que a los jefes les deben de dar un cursillo de técnicas de mina del espíritu humano, de manera que, con trabajo y tesón, como un topo con las entrañas de la tierra, lleguen a tener la moral de sus empleados totalmente destruida, los hayan convertido en unos guiñapos (4ª acepción) y puedan, así, hacer con ellos lo que mejor les plazca. 

Un ser humano con el alma destruida es el mejor esclavo que hay: no se pregunta, no se plantea, no duda, simplemente actúa, trabaja, se desloma, produce beneficios a cambio de un salario que le dé de comer y le mantenga con vida para continuar laborando en pro de la empresa que le mantiene y los incentivos y productividades que el jefe se gana con ello.

¡Qué asco de mundo es éste que se ve regido no por las grandes mentes, los corazones generosos y la piedad, sino por los mayores HP!

Os dejo. Me vuelvo a mis asesinatos. 

Qué entretenido es matar... sobre el papel, siempre sobre él... ¿A que no me pilláis? ;-)

lunes, 20 de diciembre de 2010

¡Tiembla, Belén!

¡Tiembla, Belén!

La aparición de aquellas dos plumillas por encima de las orejas me dejó perpleja. Recién levantada, juro que me creí aún inmersa en un sueño delirante que se complacía en mostrarme con aquella ridícula apariencia. Ladeé un tanto la cabeza, entorné los ojos y observé mi imagen reflejada en el espejo del baño. Una áspera mueca se dibujó en mi rostro a modo de sonrisa bufa; y es que, mientras contemplaba aquel irrisorio rostro que, reflejado en el espejo, a su vez me observaba a mí, sorprendí, corriendo por mi mente, el disparatado pensamiento de que, si me colocaba un capucha azul con máscara y dibujaba una  A sobre la frente, parecería el mismísimo Capitán América.

Obviamente, no fui a trabajar. Telefoneé a la oficina y dije que me encontraba mal. Perpleja aún y, por qué no confesarlo, con el ánimo intranquilo, salí de casa con la cabeza escondida bajo una ridícula pamela digna de ser exhibida en el mismísimo Ascot y conduje hasta el hospital. Allí, hube de esperar un buen rato  que dio  para sumergirme en conmovedor monólogo de donde brotó la lacerante pregunta de si la dichosa pamela no estaría atrayendo sobre mí miradas más intensas y abundantes que la seducción que fueran capaces de producir las plumillas incrustadas en mi cuero cabelludo.
-¡Fascinante!
-¿Doctor...? -susurré angustiada.
-Jamás había visto nada parecido.
-¿Pero qué hacen ahí esas dos plumas?
-Ni idea.
¡Qué gran penetración la que prolifera en la profesión médica! Miré desesperada al doctor que, al fin, borró la sonrisa estúpida con que observaba las plumillas y se recompuso.
-No se preocupe, lo averiguaremos. Ahora váyase a casa, descanse hoy y a partir de mañana haga vida normal.
-¿No me va a dar la baja?
-¿La baja? ¿Se encuentra mal?
-No, pero usted comprenderá que no puedo ir por el mundo con estas...
-Lo siento, no es razón suficiente. Pase por la recepción y pida cita para las pruebas.

Mi compañera no cesó un instante de mirarme. A la hora del desayuno, intenté escabullirme, pero ella anduvo más lista que yo y se sentó junto a mí en la cafetería.
-¿Dónde te has hecho con ellas? -preguntó mientras removía el azúcar en el café y miraba asombrada las plumillas.
-¿Eh? -acerté a balbucear sorprendida.
-¡Me encantan! Quiero unas iguales.
-Me las trajo mi hermana del Soho -contesté inspirada.
-¿En Londres?
-A ver...
-¿Hay que ir hasta allí para conseguirlas?
-Sí -contesté con firmeza, viendo en aquella perogrullada el deus ex machina que me salvaría del ridículo-. Sólo las tienen allí.
Ella torció los labios y arrugó la nariz con un resoplido que demostró su disgusto.
-¡Vaya! -exclamó. Y quedó pensativa.

A la mañana siguiente, se me cayeron los ojos de las cuencas al verla entrar en la oficina con dos plumillas sobre las orejas.
-¿Te gustan? -me preguntó sonriente.
-Sí -contesté aún asombrada-, pero... ¿cómo?
-Soy mañosa para los trabajos manuales. En el colegio siempre sacaba sobresaliente en Pretecnología.
-Ah.

Pocas semanas después, las calles, el metro y los autobuses rebosaban de mujeres con plumillas en la cabeza. Las había de todos los tamaños y motivos: largas, cortas, blancas, como las mías, de colores, estampadas, a rayas, a cuadros, con lunares y motivos geométicos variados... Paris Hilton no salía de casa sin sus plumillas, en las cuales había incrustado una considerable cantidad de piedras preciosas, y las de Belén Esteban eran tan grandes que más parecían las de un casco vikingo que un adorno plumífero, estilizado y femenino.

-No damos con la razón -dijo el doctor semanas y cientos de pruebas después-, pero, tranquila, tenemos la solución. Quirúrgica, naturalmente, pero no se preocupe: será una intervención rápida y fácil.
-¿Cómo dice, doctor?
-Se las extirparemos en un pispás y la recuperación será rápida.
-¡De ningún modo, doctor! -exclamé alterada.
-¿Cómo? -preguntó sorprendido.
Sonreí barruntando ya mi periplo por las cadenas de televisión. Al fin podría abandonar la horrible oficina.
-Ni se le ocurra tocarme las plumillas. ¡Ahora, no!


domingo, 19 de diciembre de 2010

Literatura entretenida II

Literatura entretenida II

Como dije esta mañana, se imponía en las horas vespertinas una seria reflexión sobre el asunto propuesto por Carlos a fin de poder elegir mis cinco libros preferidos. De modo que he pasado la tarde sobre un reclinatorio, velando armas y pidiendo inspiración al Señor. Ahora, después de que mis rodillas hayan purgado la penitencia impuesta por el pecado de indecisión, estoy aquí de vuelta para hablar de los cinco libros que más me han gustado.

1. El Quijote (Cervantes). Sí, sí..., ya sé que algunos pensarán, al leer este título, que lo incluyo porque necesariamente debe estar comprendido dentro de una lista oficial de libros, pero no, no es esa la razón. A mí, me marcó. Bien es verdad que esperé muchos años a leerlo (mi madre cuenta, por ejemplo, que su padrino se lo leyó cuando era una niña de 7 años y luego (¡al lorito!) lo leyó por sí misma a los 11). Yo no fui tan precoz. Como digo, tenía ya una edad (estaba, de hecho, en la universidad) cuando me decidí a hacerlo. Pero debo admitir que me lancé a su lectura porque era un libro oficial de esas listas oficiales de libros, de las que antes hablaba. Esto es, no podía pasar por la vida sin leerlo, pero no confiaba mucho en que me atrapara su lectura. Lo había estudiado en el cole, había oído hablar maravillas de él..., sin embargo anidaba en mí la duda de si no sería un libro de épocas pasadas, admirado sólo porque así lo establecieron viejos estudiosos de la literatura. Me equivoqué, obviamente. El libro me atrapó, me subyugó y me enseñó mucho. Es muy entretenido, está muy bien escrito, pero, sobre todo, en él descubrí el espíritu que anida en el pueblo español. Cervantes hace un magnífico retrato de las grandezas y vilezas del español (nacionalidad, no idioma) y, al leerlo, una entiende el porqué de tantas y tantas obscenidades y triunfos de nuestra historia.

2. Misericordia (Galdós). Descubrí a Galdós en el colegio con la obra Tristana. Lloré mucho al leerla (también es cierto que tenía quince años) y aquélla fue la novela que me enganchó para siempre al mundo galdosiano. He leído mucho de él, pero sin ningún género de dudas, de entre todas sus novelas, me quedo con ésta. Absolutamente deliciosa, magníficamente escrita, con unos personajes maravillosamente construidos (cuantos adverbios estoy incluyendo, pero son necesarios, lo siento) y, sobre todo, una novela en la que se aprende el verdadero significado de la palabra ingratitud. Si no la has leído, amigo, no conoces la verdadera dimensión que puede alcanzar el desagradecimiento.

3. Cuentos de la Alhambra (Washington Irving). Con más o menos la misma edad con la que mi madre leyó El Quijote, leí yo esta obra de Irving. Por cierto que fue ella quien la puso en mis manos. Y, a esa tierna edad, esta novela o recopilación de cuentos, como quiera que se defina, es también una lectura laboriosa, eh... De hecho, recuerdo que,  acostumbrada a lecturas juveniles, Cuentos de la Alhambra supuso un cierto reto. Sin embargo, me gustó tanto desde el primer momento (sí, desde el primero, mucho antes de que empiecen a narrarse los cuentos), que no desfallecí ni un instante durante la lectura y este título quedó grabado en mi cabeza para siempre como un libro muy especial. Voy a ser franca: no he vuelto a leerlo. Sí que lo compré para mi propia biblioteca (según consta en su página inicial, el viernes, 3 de septiembre de 1999), pero no lo he releído. ¿Por qué? Pues creo que porque tengo tan buenos recuerdos de él, que me da un poco de miedo hacer una relectura y encontrar que aquella impresión tan favorable que me llevé en edad tan tierna no se vea respaldada tras una nueva lectura. Sin embargo, es un libro que siempre tengo en mente y a cuyas páginas sé que, tarde o temprano, volveré.

4. El hombre del traje color castaño (Agatha Christie). ¿Cómo iba a faltar mi Agatha?, jajajaja ;-). Éste no es el título de Agatha Christie que más me ha gustado, pero sí es el que me presentó a la autora y me  introdujo en el maravilloso mundo del crimen, jajajaja. Recuerdo perfectamente cuándo y por qué lo leí: era yo adolescente y estaba viviendo una aburrida tarde de sábado invernal, gris, fría, lluviosa y triste. Me acerqué a la segunda de mis hermanas, que estaba leyendo en el salón, y le pedí que me recomendara un libro. Me dijo: "¿Por qué no lees a Agatha Christie?" Y le contesté: "Vale, ¿pero qué libro leo?". Ella se levantó y eligió éste. Me gustó muchísimo, pero muchísimo, muchísimo del verbo muchosear, y ya quedé enganchada para siempre a mi querida Agatha.

5. Hummmmm, querido Carlos, con las rodillas desolladas a causa de la mucha y muy larga penitencia que he debido padecer esta tarde, hube de levantarme, no obstante saber que el menester encargado no había finalizado, porque tan abultado periodo de tiempo postrada de hinojos volvió papilla mis rótulas. No he podido, a pesar del esfuerzo, elegir un quinto libro. Muchos vienen a mi mente: lecturas de capa y espada, novelas de Verne, Dickens, Dumas, Victor Hugo que me apasionaron en mi infancia y adolescencia, otras en épocas posteriores, ya más madurita, e incluso algunas leídas recientemente, pero soy incapaz de decidirme por una. ¿Oliver Twist? ¿Príncipe y mendigo? ¿Dos años de vacaciones? ¿La isla misteriosa? ¿Los miserables? ¿Y Corazón? Ay, Corazón..., cuánto lloré. ¿La reina del Nilo? ¿Los cuentos de Asimov? Y tantos otros... Imposible decidirse. Lo siento.

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Creo que, al realizar este meme, se puede proponer a otros blogs para que también los administradores de esas bitácoras confeccionen una lista. Yo no voy a hacerlo, aunque de los lectores que pasan por Finis Terrae sí que gustaría conocer sus cinco libros más queridos, sin embargo, no me atrevo a requerirles para esta tarea. Ojalá lo hagan motu proprio y así pueda curiosear en sus gustos. 

No obstante..., hay una excepción (si es que... donde hay confianza da asco). Como el señor Posodo es siempre tan amable conmigo y responde a mis propuestas cada vez que le hago una, con él sí me atrevo. Así que emplazo a Posodo para que..., cuando encuentre un momento, haga su Lista de los Cinco.  ;-)

PD: no me tires ningún trasto a la cabeza, Posodo..., ni ninguno de tus platos, ni tampoco ninguno de esos libros que no sabes dónde colocar ;-)

Literatura entretenida I

Literatura entretenida I

De vez en cuando, me encuentro por ahí algunos memes (desconozco por qué se les llama así) que me resultan entretenidos. Sucedió hace tiempo con uno propuesto por Bookworm, que tuvo su realización en estas páginas en la entrada Memes literarios.

Hoy, vuelvo al blog con otro meme liteario, en esta ocasión propuesto por Carlos en su Rincón Cultural de la Editorial C&M, en el que (además de premiarme, jejeje) me invita a hablar sobre los cinco libros que más me han gustado. No soy la única por estos lares a la que se le ha hecho la propuesta. Otro lector de Finis Terrae también ha sido invitado a contestarla y cuya respuesta podéis encontrar en la entrada Cinco libros del blog de Paco Gómez Escribano.

Yo aún estoy dándole vueltas al asunto, que se las trae... ¿Sólo cinco? Uffffff, eso es dificilísimo, Carlos, por ello estoy tardando en contestar. Sin embargo, esta tarde me he propuesto como tarea sentarme a reflexionar sobre lo que ya he reflexionado, de hecho, porque desde que me propusiste el meme, estoy venga a darle vueltas al asunto. Espero, pues, traer la segunda parte de la entrada con mis cinco libros antes de que acabe el día.

En cualquier caso, Carlos, gracias por el premio ;-) y por la propuesta. Son cosas que una no se suele plantear y, por ello, está bien que vengan a lanzarle el anzuelo desde fuera. Ello obliga a recordar lecturas, pensar sobre ellas y, al fin, lo más difiícil, tomar una decisión. 

Hasta luego, pues.

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Horas después, y concluida la reflexión, puede leerse la lista de mis cinco libros preferidos en Literatura entretenida II.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Hoy, dos opciones

Hoy, dos opciónes

1. ¡Hola!
Ya está. Se acabó la entrada. Gracias por tus comentarios :-)


2. Belenear es divertido

Hoy he pasado un día muy relajado. Ayer, cuando me fui a la cama, tenía en mente un buen montón de actividades previstas para este sábado, pero, ay, amigos, ya se sabe que el hombre propone y Dios dispone. Y hoy dispuso bien para mí, pues lo que me había reservado fue un relajante y agradable perezoseo. Lo cual no equivale a tirarse en el sofá y pasarse el día de charla con Bartola. No. 

Esta mañana salí a desayunar y después, bien abrigada y armada con unas cuantas bolsas del supermercado, me fui a caminar por el campo en busca de aire puro, sol invernal, silencio campestre y... elementos varios para el Belén. He vuelto cargada: ramitas, piedras, piñas, bayas, infrutiscencias varias y hasta un puñadito de ceniza*.  Todo lo cual, modificado primero  según las necesidades y colocado después con arte y esmero, hará de mi Belén del próximo año motivo de satisfacción personal (o al menos así lo espero..., claro, que una cosa -como muy bien se demostró hoy- son los planes y otra el resultado final).

Y eso es todo por el momento, amigos. Sé que os importa un rábano lo mucho o poco que haya beleneado, pero... pasaba por aquí  y tenía dos opciones (saludaros o contaros mi día) que os ofrezco al inicio de la entrada. Que cada cual elija la que más le plazca.

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*Aviso para los ecologistas: todos los elementos campestres recogidos durante el beleneo matinal, han sido tomados del suelo, donde sin duda la Madre Naturaleza tenía la intención de pudrirlos. Ni uno solo ha sido arrancado de su lugar a la fuerza, ultrajado ni ofendido en forma o manera alguna.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Buenas noticias

Buenas noticias

Las buenas noticias para un amigo son buenas noticias para mí, por eso traigo hoy hasta Finis Terrae una nueva sumamente grata que me ha procurado buenas dosis de alegría y que quiero compartir con mis lectores. 

Se trata de un libro recopilatorio de cuentos, relatos y microrrelatos, algunos de ellos de extraordinaria factura, que tiene algo muy especial:  esta antología de relatos cuenta con uno muy singular. ¿Por qué singular?, os preguntaréis. Sencillo, porque se trata de una historia escrita por un amigo cuyo buen hacer literario ha sido recompensado con la publicación de su texto, que se codea ya, para toda la eternidad, junto a textos pergeñados por escritores de la talla de Vázquez Rial, Savater, Sánchez Dragó y Leguina, también incluidos en esta recopilación. 

 Me permito, pues, la libertad de recomendaros este libro, Microantología del microrelato II, donde sin duda encontraréis un buen y gratísimo rato de lectura.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

La mente geométrica

La mente geométrica

Probablemente es una pérdida de tiempo tratar de encontrar una representación geométrica a la mente, puesto que ésta es, según el Diccionario de la RAE, la potencia intelectual del alma, y ciertamente uno no puede sino plegarse a la evidencia, trivial, pero indiscutible, de que una facultad del alma no disfruta de corporeidad. Y, sin embargo, a pesar de la irrebatible aseveración que exponen estas líneas, tenemos en ellas al pensamiento, consciente de su propia inconsistencia corpórea, pensándose materia e imaginando un diseño para su forma. Y, así, puestos a imaginar, se presenta ante nosotros una amplia gama que la geometría despliega orgullosa de sí misma: pirámides, cubos, prismas, tetraedros, conos, icosaedros, cilindros... De entre todas ellas..., ¿cuál elegir?

Los griegos consideraban la esfera como la figura ideal, hasta el punto de creer que la divinidad debía de ser esferoidal, y el propio Platón, en su Timeo, afirma que la esfera es la figura más perfecta y más uniforme. Por ello, es bastante probable que no corromperá el juicio esclarecido de estos ilustres pensadores nuestra utópica figuración, merced a la cual estimamos que la mente, de tener cuerpo, sería esferoide. Y, sin embargo, puestos a visualizar lo invisible, prefiero imaginar la mía con una ordenada y previsible forma cúbica, lejos de esa abrumadora infinitud esférica. Y es que, tal y como le dijera el ponzoñoso escorpión a la incauta rana, es mi naturaleza: cuadriculada y metódica.

Por ello, tal vez, este universo en el que el caos, que hasta cuenta con una teoría, campa por sus respetos y tiende siempre a la entropía, no suele ser plato de mi gusto. Afortunadamente, y a pesar de las horas que una ha de sobrellevar en ese mundo inhóspito, existen también momentos en los que se es dueño de uno mismo y es precisamente entonces cuando cobra vida esa cuadrícula tan organizada en la que sustento mi existencia. Y, sin embargo, cuán enojosa se torna la pacífica existencia que, a base de afanosa brega y silencio, sobre todo silencio, ha logrado uno construir, cuando agentes externos vienen a irrumpir en ella con sus demandas e imposiciones. ¡Ay de esos momentos!, entonces, en los que cualquier mudanza del ensamblaje cósmico personal llega hasta el umbral de tu existencia... Se vuelve el mundo del revés y dejas de ser tuyo para ser, una vez más, un simple grano de polvo en la inmensidad cósmica de este universo áspero y fastidioso.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Autoestima

Autoestima

¡Crash!
El último espejo de la casa tampoco sobrevivió. Tan grande era el desengaño vital.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Dar el matarile

Dar el matarile

A propuesta del señor don Bate y al hilo de lo comentado en la entrada 100 historias secretas de la Segunda Guerra Mundial, se abre de nuevo este espacio para el De/Bate, en esta ocasión para hablar sobre si es lícito o no darle el matarile a gentuza como Himmler.

Pues eso..., a De/Batir.

sábado, 11 de diciembre de 2010

100 historias secretas de la Segunda Guerra Mundial

100 historias secretas de la Segunda Guerra Mundial   (Jesús Hernández)

¡Magnífico libro! De lo mejor que he leído últimamente. Un buen puñado de anécdotas, secretos e historias acaecidas por todo el planeta a lo largo de la Segunda Guerra Mundial es lo que le aguarda al lector de este libro. Un fabuloso anecdotario, pues, narrado  de forma tan interesante y amena que atrapa la atención y te deja siempre con ganas de más.

La Segunda Guerra Mundial -leemos en la contraportada- encierra todavía muchos secretos. Millones de documentos esperan todavía a ser desclasificados, pero poco a poco vamos conociendo historias impactantes y sorprendentes que se han mantenido ocultas durante décadas.

En esta obra, el lector podrá conocer los planes aliados para secuestrar a Hitler, asesinar científicos enemigos o atacar las ciudades alemanas con bombas bacteriológicas. También descubrirá los esfuerzos realizados para ocultar a la luz pública accidentes y tragedias que se saldaron con centenares de muertos, así como el turbio pasado de colaboración con el régimen nazi de marcas comerciales que hoy gozan de un gran prestigio.

Un velo de silencio cayó también sobre la vida personal de los grandes protagonistas de la contienda; la imagen virtuosa de Roosevelt, Eisenhower o Patton quedó salvaguardada durante años al encubrir sus relaciones extramatrimoniales. Pero en otros casos menos frívolos, como las muertes de Mussolini o Himmler, el misterio sobre las extrañas circunstancias en que se produjeron -y que siguen archivadas bajo el sello de "Alto Secreto"- continúan alimentando todo tipo de especulaciones...


viernes, 10 de diciembre de 2010

Dominoteca

Dominoteca

En el blog de la Editorial C&M, Carlos se afana por entretener a sus lectores con interesantes entradas de todo tipo y condición. Pero es que, además, el amigo Carlos tiene una mano especial para encontrar fotos, textos, noticias y vídeos curiosos. Lo último con lo que nos ha sorprendido es un vídeo que ha llevado hasta su casa bloguera y que es genial. Me he permitido (con su permiso, eso sí) copiárselo y traerlo también hasta esta casa, que es la vuestra, amigos.

Espero que lo disfrutéis.




jueves, 9 de diciembre de 2010

Luchadores

Luchadores

Hace un mes, traje hasta estas páginas un largo chiste, que  titulé Franquistas de ayer, progres de hoy, en el que, al amparo de una supuesta resurrección de Franco, se caricaturizaba a la ralea socialista que nos (des)gobierna, para desgracia nuestra.

Era un chiste, sí, pero basado en la realidad: todos los casos a los que se hacía  mención en la historieta son reales: Fernández de la Vega, Pérez Rubalcaba, Juan Luis Cebrián, etc., etc., etc.,  proceden de familias que, de una u otra forma, habitaron al abrigo del cálido brazo franquista, lo cual no entro a valorar, pues me importa un comino las ideologías de los antepasados de unos y otros. Lo que ya sí me importa, por hartazgo, (que se cansa una de tanto oírles en la boca la palabra demócrata, asignada a sí mismos, y el insulto fascita, escupido a los que no piensan como ellos) es que hagan gala de antifranquismo todos esos franquistas o hijos de franquistas que vivieron de la mamandurria franquista y besaron el franquista trasero de Franco. 

Fíjense bien en el guapo joven de la derecha...

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Hogar navideñeado

Hogar navideñeado

La foto es mala (obsérvese, entre otros aciertos, cómo he partido  por la mitad la estrella que corona el falso abeto). Sí, es mala, lo sé, ¿pero qué le voy a hacer si soy una fotógrafa nefasta? Sin embargo creo que aun así, se puede apreciar mi precioso (¡ay del que diga lo contrario!) árbol de navidad. Ésta es la tercera Navidad que mi arbolito le da color a ese rincón donde, habitualmente, hay un macetero vacío en espera de que tenga ánimos para cargar con una palmera gigante que aún tengo en casa de mi madre. Es un árbol atípico, porque si algo tenía claro es que no quería un árbol lleno de bolas. De hecho, hasta este año no había ni una sola bola,  y las cuatro que cuelgan ahora de él me las regalaron. Los adornos los fui comprando poco a poco, a lo largo de los años, antes de tener árbol y, por supuesto, antes de tener casa. Los hay de lata, de madera, de paja, de tela y de porcelana. Lo último que he adquirido, hace tan sólo unos días,  para vestir el árbol ha sido la funda cubrepié, muy navideña, aunque no habría sido mi primera elección (había otras mucho más bonitas, pero también muchísimo más caras) y el erizo que descansa feliz sobre ella, junto al motivo de la estrella.

Lo que no tenía, sin embargo, era el Misterio. No por dejadez, sino porque nunca encontraba uno que me gustara (bueno, en realidad, sí los encontraba, pero a precios exorbitantes). Tres años con árbol y sin Misterio*, me iba sabiendo mal. Porque está muy bien navideñear la casa con adornitos laicos (no he mostrado aquí el centro de mesa que me ha quedado bastante apañao ni  la guirnalda de la entrada), pero que faltara el Misterio en éste, que es un hogar cristiano, me ofendía el espíritu. De modo que, para ponerle remedio al asunto, ayer aproveché el día de asueto para acercarme al centro y echar un vistazo. Vi muchos, muchos Misterios, a cuál más bonito, pero también a cuál más caro. Finalmente me llegué hasta la Plaza Mayor y allí, finalmente, me compré... esto:


Las figuras no son muy bonitas, pero, con los años, ya tendré tiempo (y espero que trabajo para poder pagarlo) de ir comprando otras de ésas que a mí me gustan... y que, cuando aparecen a los ojos, asustan a la tarjeta de crédito, que huye despavorida.

De momento sólo he colocado el Misterio, pero tengo muchos otros complementos, entre ellos algunos que he ido haciendo yo misma, como palmeras, cestas, panes... (sí, sí..., soy asidua visitante de un Foro de Belenismo que es de lo más interesante que se puede encontrar en la Red, y que te enseña a hacer cosas de ésas). Algún día (si encuentro tiempo y espacio en casa para ello), me montaré un Belén como Dios manda. Hasta entonces, amigos, esto es todo lo que puedo mostraros.

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En honor a la verdad, sí que tenía un pequeño Misterio, churripero y horrible y que venía incrustado dentro de una calabaza (sí, sí, leéis bien, amigos, en una calabaza), que me regalaron en uno de los colegios donde trabajé y que, a pesar de su fealdad, colocaba siempre bajo el árbol (tan pequeño era). Ahora, ya no lo necesito. ¡Tengo uno de verdad! :-)))

domingo, 5 de diciembre de 2010

Democracia

Democracia

-¿Por qué eres demócrata, Alexias?
Si tuviera ahora que contestar por el joven que se sentaba a la mesa, quizá habría dicho: "A causa de mi padre, o de la rodiota. Porque te amo". Pero, por supuesto, repliqué que pensaba que la democracia era lo más justo.
-No te engañes a ti mismo, querido -díjome-. La democracia puede ser tan injusta como cualquier otra cosa. Piensa en Alcibíades, quien, dicho sea de paso, supongo que pronto vendrá a mandarnos.
Le miré con fijeza, pues aquella misma idea acababa de ocurrírseme.
-Ve acostumbrándote a ello -prosiguió él-. Puede parecer versátil, y quizá lo sea, pero es discutible la lealtad que a la Ciudad debe un hombre que por ella ha sido injustamente puesto fuera de la ley. Sea lo que fuere lo que hizo en su tiempo, no quebrantó las leyes más que tú o que yo... Dime, ¿es mejor que sean injustos todos los ciudadanos, o sólo unos pocos?
-Sólo unos pocos, desde luego, Lisias.
-¿Es mejor sufrir el mal o hacerlo?
-Sócrates dice que es peor hacerlo.
-Entonces una injusta democracia debe ser peor que una oligarquía injusta, ¿no?
Medité las palabras de Lisias.
-¿Qué es democracia, Lisias?
-Es lo que la palabra indica: el gobierno del pueblo. Es tan buena como bueno sea el pueblo, o tan mala.

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Diálogo tomado de la novela El último vino, de Mary Renault.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Exhumación

Exhumación

-¿Tenemos el permiso del juez?
-Sí.
-Pues proceda.

Y, así, palada tras palada, prozac a prozac, extrajeron de la tumba mi ánimo.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Juntas de evaluación...

Juntas de evaluación... (15:30)

...(19:02) me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro (20:35), me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro (21:17), me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, (22:04), me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro, me aburro (22:43)... (y siguiendo, oye)

Belén 2013

Belén 2011