domingo, 27 de noviembre de 2011

Beleneando... y un pavo para Posodo

Beleneando... y un pavo para Posodo

Me levanté bastante temprano esta mañana y anduve tarreando por la casa hasta que a las 10 salí a comprar el periódico. El sol engañaba y me sorprendió el frío que hacía. Llevaba el cuerpo bien abrigado, pero esta mañana ha sido la primera vez del otoño en que, tras diez pasos en la calle, ya llevaba la nariz, las orejas y la frente congeladas. Habrá que sacar el gorro.

Mientras me encaminaba hacia el kiosco, fui pensando... Sobre nada premeditado, en realidad. La mente funcionaba con el piloto automático puesto y yo le dejaba libertad para fluir como mejor le pareciera. Salvo cuando lo hacemos consciente, en realidad, el pensamiento siempre va por libre y hasta durante un simple paseíllo en busca del periódico va a lo suyo, dejando caer ideas en el cerebro, algunas de las cuales hubieran muy bien venido a visitar el blog si hubiera estado en mi intención dejarles el paso franco, algo que, sin embargo, en esta ocasión no voy a hacer. 

Y ¿por qué?, quizá haya quien se pregunte. Pues por la misma razón que  no va a venir a este blog de visita ninguna de las ideas que me sugirió la lectura del periódico, aburrida y casi de inmediato abandonada, visto lo que este planeta se empeña en ofrecer al lector.

De modo que, y pese a que sospecho que estos beleneos no son de gran interés para el personal, voy a permitirme la licencia de aburrir un poco a los amigos de Finis Terrae y hacer una nueva incursión en mis avances belenísticos. He aquí, pues, la nueva colección belenera, otoño 2011:

Un vistacillo rápido al gallinero, al que aún le falta la rampa de subida para las sufridas gallinitas, pero que ya da una idea de cómo va a quedar:


Además de la rampa, falta el atrezo, claro, pero ése tendrá que esperar al montaje del belén: la paja está recogida durante mis paseos campestres, el platito para el grano ya está hecho, los huevos están en proceso  y la cestita para recogerlos... tendré que hacerla, porque las que ya tengo son demasiado grandes. En cualquier caso, lo que no falta (¿cómo podría hacerlo en el gallinero de Finis Terrae después del comentario del gran Posodo?) es un pavo. El pavo de Posodo. Quiero decir, el pavo ¡para, para, para! Posodo.

El pavo ¡para! Posodo

Otra fotico del gallinero:



Luego está lo de la palmera, que mencioné el otro día. Todavía no está montada porque aún debo hacer algunas hojas más (me parece que tengo 17 y necesito unas 25) y, sobre todo, lo que me está rompiendo la cabeza: la base, aunque creo que ya he dado con una idea que me satisface. En cualquier caso, lo que sí os puedo mostrar es cómo van las partes que ya tengo hechas:



También voy a poner una foto de mi última creación porque estoy muy contentita con cómo va quedando. Y es que andaba yo anoche pensando en un pozo para el huerto... Un pozo especial, del tipo que llaman shaduf, que había visto en algunos belenes y me gustaba. Pero, como estoy liada con otras cosas pensé que quizá podría ponerme a construir uno durante las vacaciones navideñas. Sin embargo..., ¡ay, esta impaciencia mía!, esta mañana me dije: ¿y por qué no ahora? Eso, por qué no... Y a ello me puse. Éste es el resultado por el momento:






Aunque en las fotos no se puede apreciar, la fila superior de piedras ya está bastante trabajada. Falta todo el interior y la fila inferior. De momento me gusta cómo va quedando. Veremos qué tal cuando comience a pintarlo, porque los pinceles nunca se me han dado bien. O al menos eso he creído siempre. Vaya usted a saber si no me sorprendo...

Y, por último, amigos (ya casi he terminado de daros la tabarra), mi pequeña última creación: un racimo de uvas... Pero en esta ocasión no lo traigo hasta aquí para mostrarlo, sino para pedir opinión: ¿da el pego o no? No estoy muy segura. Unas veces me parece que sí, y otras que no. ¿Vosotros qué opináis? Debería ponerle más uvas por arriba y menos por abajo?



Sí, sí..., ya sé que con esta foto es difícil hacerse una idea, pero he hecho varias y ésta es la que mejor ha salido. Está claro que Dios no me llamó por los caminos de la fotografía (esa habilidad se la llevó mi quinto hermano).

En fin..., esto es todo por hoy, amigos.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Beleneando 2011 II

Beleneando 2011  II

Alguna cosa respecto del beleneo he venido diciendo, amigos, durante estas últimas semanas, pero ya va siendo hora de enseñar mis avances..., a ver qué os parecen.

Con unos botecillos de yogur, un cúter y algo de arcilla...




Se amasa un poco la arcilla y se pone una perdida con ella...




 Y con un poco de maña...

Tinajitas



¿A que son monas? A la pequeñaja (tengo ya otra igual) voy a hacerle una base de piedra (con porexpán) donde supuestamente irá incrustada junto a su compañera.

También viene ocupándome el tiempo de beleneo la construcción de un gallinero. Aún no está terminado, pero os pongo un par de foticas para que veáis cómo va




Y, por último, unos cuantos ejemplares de mi cosecha... ya coloreados:



Estoy también fabricándome una exuberante palmera, pero de ella hoy no hay foto. Ya vendrá.

martes, 22 de noviembre de 2011

Cáritas

Cáritas

Recibo la memoria 2010 de Cáritas:

APLICACIÓN DE FONDOS
Los fondos empleados por Cáritas Diocesana de Madrid durante el año ascendieron a 22.267.010 euros, que se repartieron del siguiente modo (en euros):

Gastos realizados en euros (no copio el desglose porque sería largo y árido).

-Ayuda a personas y familias:  12.204.604  -  54,8%
-Vulnerabilidad  -  Atención a grupos:   5.132.863  -  23,05%
-Exclusión social:   2.673.441  -  12,01%
-Concienciación social: 998.784  -  4,49%
-Total gastos:   22.267.010

ORIGEN DE LOS FONDOS
Los ingresos totales de Cáritas Diocesana de Madrid durante el año ascendieron a 22.267.010 euros procedentes de:
·68% Aportaciones voluntarias e ingresos propios (donativos, suscripciones, herencias y legados): 15.075.161
·13% Aportaciones de usuarios (residencias, escuelas, etc.): 2.812.756
·19% Subvenciones del Estado, Autonomía y Ayuntamiento: 4.379.093

Dos ideas que me sugieren estos números:
1. Obsérvese la cifra aportada por las distintas Administraciones y recuérdesen las millonadas que otorgan a asociaciones varias y estudios absurdos que no hacen ningún bien a nadie, más que a los amiguetes.
2. ¿Habrá pensado Rajoy en el señor que administra estos caudales para el Ministerio de Economía...?

domingo, 20 de noviembre de 2011

Elecciones

Elecciones

Parte I

Ya sabéis, amigos, cuánta lata os he dado a cuenta de estas elecciones y del sentido de mi voto en ellas. Ya sabéis de mis quebraderos de cabeza. Ya sabéis de las vueltas y revueltas que le he dado al asunto... Y, total, como bien he podido comprobar esta mañana, ¿para qué?, si al final viene el Destino y dirige tus acciones sí o sí.

Pues andaba yo esta mañana en el colegio electoral, aguardando una cola inmeeeeeensa que había para elegir papeleta, viendo cómo el momento crucial se aproximaba y con la maldita duda viciosa campando a sus anchas en mi cerebro. Tres eran las posibilidades que barajaba y, aunque alguna de ellas pesaba más que las otras dos, no podía dejar de consumirme en ese mar de dudas a que estos politicastros me han conducido. De modo que  ahí andaba yo, dale que te dale a la sesera mientras, delante de mí, una chica joven se movía lentamente, al pausado ritmo de la cola, mirando las papeletas, como yo. De repente, la vi alargar la mano y coger una. No es que sea curiosa, es que no podía dejar de verlo: aquella manita tomó entre sus dedos la papeleta de...

Como por ensalmo, toda duda se desvaneció y sólo tuve que seguir adelante, en busca de la papeleta que determinaría el, arriba mencionado, sentido de mi voto.

Continuará (supongo)

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Parte II

Pues, de momento, y según lo que cuentan las atrevidas israelitas, Mariano no tendrá nada que pasarle por el bigote a Aznar. Veremos si estas encuestas se confirman o cambia el asunto a lo largo de la noche. Además, por fin parece que Andalucía se sacude de encima el yugo socialista.

Continuará (si no me entretiene demasiado el belenismo y se me pasa el asunto del blog).

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Parte III

Ya empezamos a tener datos y, con el 10% escrutado, la noticia que me llama la atención es que no se ha cortado la calle Ferraz... porque allí no hay nadie. Va bien la cosa.

Continuará (ya digo, si...)


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Parte IV

Con el 50% escrutado, el PSOE no gana en ninguna Comunidad Autónoma. Sólo Vascongadas y Cataluña (que no sé por qué participan en estas elecciones, ya que no son España) queda fuera del color azul pepero. En cuanto a las provincias, sólo gana en Barcelona (léase de nuevo el paréntesis previo) y ¡Sevilla! Pero, vamos a ver, sevillanos, ¿es que no vais a aprender nunca?

To be continued (ahora en inglés, para no aburrir al personal).

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Parte V

Amaiur: 303.000 votos; 7 diputados.
CIU: 844.000 votos; 16 diputados.
UPyD: 903.000 votos; 5 diputados.
IU: 1.300.000 votos; 11 diputados.

El voto de un vasco vale 3 veces más y el de un catalán 4 veces más que el de cualquier otro español.

¡Cambio de la Ley Electoral ahora mismo, ya!

Seguiremos (creo)

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Parte VI

Hala, se acabó el asunto electoral. Ahora empieza lo duro. Como último apunte, llama poderosamente la atención que no hay transferencia de votos desde el PSOE al PP, lo cual es significativo y dice mucho de este país, ideologizado hasta el tuetato y socialmente idiota.

Ya no habrá más continuaciones. Me voy a zzz (Z y Paf también se va, gracias a Dios). 

viernes, 18 de noviembre de 2011

Nombres raros

Nombres raros

Llevo unos días dándole vueltas al tipo de entrada que sería la próxima en aparecer en este feliz blog, pero no daba con un tema que me satisficiera por completo. Bien es verdad que ya tengo algunas escritas (y bien majas  que son) que aguardan turno en el Borrador para su publicación, pero, visto el fin de semana que se aproxima y que hoy es el último día de campaña, el cual debemos respetar hondamente, no acababa ninguna de ellas por convencerme..., y hete tú aquí que viene el señor Caraguevo a darme la idea luminosa con que dejar atrás esa encantadora barrera de las 1D1 entradas (de acuerdo al sistema hexadecimal, según dice quien de esto sabe) y alcanzar la 1D1 ¿+ 1, + d, +d1, + 1d..., señor Posodo?

Así que vamos a ello: nombres raros... Propone Caraguevo el nombre de Enemesio, el cual a mí no me resulta extraño en absoluto, pues he conocido gente que lo llevaba... a buena gala -¡pobres!- (tanto en masculino como en femenino).  Excitada mi curiosidad a cuenta de los nombres raros, busco en Google (claro, ¿dónde si no se van a buscar estas chorradas?) y encuentro una página curiosa que trata del asunto y en la que, sorprendentemente,  los dos primeros nombres con los que me topo, Abdona y Belisario, no me suenan nada, nada raritos,  pues conozco a -o al menos he sabido de- gente llamada así. ¡Vaya fiasco!

Pero, bueno, no es cuestión de rendirse sólo tras los dos primeros, de modo que continúo husmeando por la página en cuestión y encuentro, ahora ya sí, algunos que son... la pera. ¿Qué tal llamarse Cacerolo, amigos? ¿Y Beremundo o Heglantina? Dositeo, Enevadita, Fridiano, Arquelao, Cloroaldo, Enarino, Aspreniol, Gladifa, Delgino, Homobono, Equicio, Asclepiodoto... 

Uf..., empieza a marearme escribir tan raro. Me pregunto cuánta gente habrá en el mundo que se llame así. Supongo que su número debe de ser más bien escueto, de otra forma, sus nombres no nos extrañarían tanto. Es como ese otro del que se viene hablando tantísimo últimamente: el señor Riesgo. Nunca me he topado con nadie así nombrado y, sin embargo, existir, existe. Al menos hay uno, cuya prima, por cierto, parece estar dando mucho de que hablar últimamente. 

A todo esto..., ¿cómo se llamará esa señorita...?
Y, por otra parte, ya que estamos en fin de semana de porras..., qué tal si hacemos una...: ¿cuántos niños creéis que, a partir de ahora y durante los próximos años, recibirán en la pila bautismal el desgraciado nombre de José Luis?

Gracias, señor Caraguevo (anda que éste no tiene también un nombre rarito), por darme la idea para una chorrada como la que acaba de meterse para el coleto. En el pecado lleva la penitencia ;-)

martes, 15 de noviembre de 2011

Las nuevas Maravillas del Mundo

Las nuevas Maravillas del Mundo

De nuevo en la revista El Promotor encuentro un curioso articulito que me permito copiar y traer hasta el blog. Trata sobre las nuevas siete Maravillas del Mundo:

El día 07/07/07 se dio a conocer, en el Estadio de la Luz de Lisboa, en una espectacular ceremonia, el resultado de una curiosa votación realizada por internet, teléfono, y SMS. En ella podía participar todo el mundo y las veces que quisiera, con tal que lo hiciera por un medio distinto cada vez. Se recibieron más de cien millones de votos.

La condición exigida era que el monumento elegido estuviera actualmente en pie. Su promotor fue el cineasta y aventurero suizo Bernard Weber.

En los últimos meses de la votación solamente podía emitirse el voto a favor de las 21 más votadas hasta entonces. Las elegidas fueron:

1. La Pirámide Chicén-Itza (Yucatán, México).
2. El Coliseo (Roma, Italia).
3. Cristo Redentor (Río de Janeiro, Brasil).
4. Gran Muralla (China).
5. Machu Pichu (Cuzco, Perú).
6. La ciudad de Petra (Jordania).
7. Taj Mahal (Agra, India).

Las otras siete finalistas fueron:

1. Acrópolis (Atenas, Grecia).
2. Alhambra (Granada, España).
3. Estatua de la Libertad (USA).
4. Kiyumizu-dera (Kioto, Japón).
5. San Basilio (el Kremlin, Moscú, Rusia).
6. La ciudad de Tombuctú (Mali).
7. Torre Eiffel (París, Francia).

Maravilla honorífica, La más antigua de las primeras 7 maravillas, las Pirámides de Gizeh, fue excluida de la votación, por haber sido ya elegida en la Antigüedad. Es la única que aún perdura. Se le dio el título de "Maravilla honorífica". 

Los historiadores de Roma acuñaron el nombre de "Siete Maravillas del Mundo"; así designaban a los 7 monumentos dignos de ser visitados, porque los consideraban las mejores obras de arte de la época. Todas ellas, excepto las Pirámides de Gizeh, han desaparecido:

1. Gran Pirámide de Gizeh (Egipto, hacia el año 2570 a.C.).
2. Jardines Colgantes (Babilonia, hoy Iraq, entre 605 y 562 a.C.).
3. Templo de Artemisa (Éfeso, en la actual Turquía, hacia 550 a.C.).
4. Estatua de Zeus (Olimpia, Gracia, hacia 430).
5. Tumba del rey Mausolo (Halicarnaso, Turquía, hacia 353 a.C.). De ahí viene la palabra mausoleo.
6. Coloso de Rodas (Rodas, Grecia, entre 294 y 247 a.C.).
7. Faro de Alejandría (Alejandría en la isla de Pharos, Egipto, entre 285 y 247). De ahí el nombre de faro para las torres de navegación.

Las Siete Maravillas del Mundo


Si me dieran la posibilidad de visitar un par de ellas, y sólo un par, escogería los Jardines Colgantes y el Coloso de Rodas. Claro que también me gustaría echarle un vistacillo al Faro de Alejandría y, si se pudiera, a la biblioteca de esta ciudad ;-)

Lo que llevo tiempo preguntándome es por qué el número siete. ¿No es un número muy raro? Sí, ya sé que es muy bíblico, pero en esta cuestión de las Maravillas del Mundo... ¿por qué siete? ¿No hubiera sido más lógico pensar en 5 o en 10? Quizá la respuesta sea: no, es lógico para ti que construyes tu mundo en un sistema decimal. Los matemáticos babilónicos utilizaban un sistema sexagesimal y aún nosotros lo hacemos para contabilizar el tiempo, ¿pero septuagesimal? ¿Alguien ha utilizado alguna vez ese sistema? Preguntaré a mi experta matemática.

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Después de consultar a mi experta, se me ha dicho que el número siete en el mundo bíblico representaba la perfección y que quizá ahí se encuentre la contestación a mi pregunta, lo cual tampoco me ha aclarado mucho, porque ya había pensado en ello, pero sigo sin tener la certeza de que ésa sea la respuesta. Mi experta, además, me ha proporcionado este enlace (anda que no va a haber guasa al respecto) donde se da una prolija explicación acerca de la importancia del número 7. Pero, en cualquier caso, ¿alguien conoce seguro la respuesta? Y si sí..., ¿me la puede contar?

Por cierto, ¿sabéis que yo hago el número siete entre mis hermanos y hermanas? ;-)

sábado, 12 de noviembre de 2011

El caballero del templo, José Luis Corral

El caballero del templo, José Luis Corral

Con la derrota de San Juan de Acre (1291), moría el sueño de consolidar un reino cristiano en Tierra Santa. Hacía ya casi dos siglos desde que en la explanada del Templo de Salomón se fundara la Orden del Temple, una de las más controvertidas de cuantas instituciones han sido creadas a lo largo de la historia.

El protagonista de esta novela, el caballero templario Jaime de Castelnou, es testigo del final de un época en la que los ideales caballerescos y cruzados fueron borrados por la ciega ambición de papas y reyes. En los años más convulsos de la Edad Media, Castelnou recibe el encargo del Temple de evitar que la más preciada reliquia de la cristiandad, el Santo Grial, caiga en manos de sus enemigos

Una obra imprescindible para entender uno de los mayores enigmas del Medievo.

Hace unos días que he terminado esta novela y la traigo hasta el blog sencillamente porque me ha encantado. José Luis Corral es un autor al que ya conocía, gracias a la lectura del libro El Cid, que un compañero de trabajo me regaló allá por 2006, y que, aunque leída hace ya tiempo y, por tanto, no tan fresca en mi memoria, igualmente recomiendo, pues su lectura me dejó un regusto muy agradable. 

Esta otra novela que hoy ocupa la entrada de Finis Terrae está tan bien escrita como aquélla, en lo que a redacción se refiere, y, asimismo, ofrece una trama limpia, ordenada y atractiva. Respecto a ella, que nadie piense que podrá encontrar en el libro absurdos tales como los de El código da Vinci (en lo que al Grial toca, me refiero): los templarios caen en Acre, Jacques de Molay es quemado en la hoguera y el Temple desaparece. Nada hay en ella, pues, que pueda sorprender al lector; pero la historia está muy bien contada, las aventuras son interesantes y el trasfondo emocional que, como se dice ahí arriba, en la reseña copiada de la contraportada, provoca la percepción de que el final de una época se acerca, es extraordinariamentre reflejado por el autor no sólo en la historia en sí, sino, y esto es quizá de las cosas que más me han gustado de la novela, en los sentimientos del personaje, Jaime de Castelnou, un auténtico caballero templario.

Aún en la contraportada del libro, podemos leer: José Luis Corral Lafuente (Daroca, 1957) es profesor de Historia Medieval en la Universidad de Zaragoza y uno de los más relevantes autores europeos de novela histórica. Destacan en su obra El Salón Dorado (1996), El amuleto de bronce (1998), El Cid (2000), Trafalgar (2001), Numancia (2003), El número de Dios (2004), ¡Independencia! (2005) y El Rey Felón (2009), todas ellas publicadas en Edhasa, con numerosas ediciones y traducidas a varias lenguas. Resultado de la misma investigación que ha dado lugar a esta novela, publicó Breve historia del la Orden Temple (2006).

En 2006, ya dije, un compañero me regaló El Cid. El caballero del templo la compré yo misma en 2010 y aún espera, también desde 2010, en mis anaqueles [¡qué finura de expresión! ;-)] El amuleto de bronce, la epopeya de Gengis Kan. Vistas las dos buenas experiencias que ya he tenido con José Luis Corral, comprobaré si la racha continúa con la novela que aún aguarda su turno y, de ser así, sin duda más libros de este buen señor acabarán por recalar en mi biblioteca.

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Otros enlaces de interés:

-El caballero del templo (no sólo la reseña es buena, sino que los comentarios de los lectores son bastante interesantes).

martes, 8 de noviembre de 2011

¿Pato a la naranja o lubina?

¿Pato a la naranja o lubina?

Oyó cómo alguien cerraba la puerta de forma sigilosa. Se extrañó. Echó un vistazo al reloj de la cocina y comprobó que era la hora en que Fernando volvía del trabajo, pero él siempre entraba en casa dando voces. Asustada, tomó un gran cuchillo del cajón y se deslizó suavemente por el pavimento de la cocina hasta llegar a la puerta que la comunicaba con el salón. Pegada a la pared, fue avanzando lentamente hasta que alcanzó el arco que daba paso al vestíbulo. Allí, escondida tras el pilar que lo sostenía, agudizó el oído y pudo percibir con claridad una respiración jadeante.
–Oh, Dios mío –pensó–, han entrado en  casa y Fernando aún no ha llegado. ¡Estoy sola! ¿Qué voy a hacer?
Sujetó con fuerza el mango del cuchillo y se decidió. Con gran cuidado, asomó la nariz tras el arco y echó una rápida mirada al vestíbulo: un hombre apoyado en la puerta de entrada, cubierto con gabardina y sombrero,  y abrazado a un paquete como si la vida le fuera en ello, jadeaba bruscamente en el recibidor de su casa.
–Dios mío, Dios mío, Dios mío –suplicó mentalmente–, ¿qué voy a hacer? Sácame de ésta, por favor.
En un nuevo arranque de valentía, volvió a asomar la mirada tras el arco. Repentinamente, los pies se pusieron en movimiento y la trasladaron hasta el hall.
–¡Fernando! –gritó–. El hombre se sobresaltó y su respiración se agitó nuevamente–. ¡Eres tú!
–¡Jesús, qué susto! –exclamó él–. ¿No podrías ser más discreta?
–¿Pero qué haces ahí apoyado, respirando como si hubieras corrido el maratón?
–Chist –protestó él mientras se volvía y echaba un vistazo a la calle a través de los cristales laterales que franqueaban la puerta–. Calla.
–¿Qué? –preguntó ella extrañada acercándose y mirando también por el cristal–. ¿Ocurre algo?
–¿Notas alguna cosa rara?
Ella miró de nuevo y contestó:
–No. ¿Qué he de notar?
–No estoy seguro.
–Fernando, me estás asustando.
Él agitó la mano para hacerla callar de nuevo y continuó observando la calle.
–Bueno –dijo al fin–, parece que todo está bien.
–¿Y qué había de estar mal?
–Esto –dijo él señalando el enorme paquete de papel de estraza al que abrazaba.
–¿Y qué es eso?
–Parte de nuestro futuro.
–¿Nuestro futuro?
–Sí. Te dije que las cosas andaban mal. Me han colado demasiados cheques sin fondo últimamente, así que esta vez pedí el pago en efectivo.
–¿A qué pago te refieres?
–Al de la casa que he vendido, tonta. Ya te lo dije.
–¿Y traes ahí el dinero?
–Naturalmente. No creerás que lo voy a meter en el banco.
–¿Y por qué no? Siempre lo has hecho así. Eres un tipo honrado.
–Sí, y aún lo soy; pero me da miedo el asunto este de la crisis. No me fío un pelo de los bancos, así que el dinero se quedará en casa.
–¿Aquí?
–Efectivamente.
–Pero eso es muy peligroso.
–Lo sé. He venido asustado todo el camino pensando en que alguien pudiera estar siguiéndome, pero, como tú misma has comprobado, ahí fuera todo parece normal.
–¿Y cuánto es?
–Cuarenta mil euros.
–¡Por Dios bendito! ¡Cuarenta mil euros! ¿Te has vuelto loco o qué? Lleva ese dinero al banco ahora mismo.
–He dicho que no.
–¿Pero no te das cuenta de que si alguien se entera podríamos estar en peligro?
–Nadie lo sabe y nadie lo sabrá. Voy a esconderlo muy bien. He tenido una idea absolutamente genial, lo meteré en…
–¡No!
–¿Qué?
–Calla. No quiero saberlo.
–¿Pero por qué?
–Porque si una de esas bandas centroeuropeas viene a robarnos, no quiero saber dónde está el dinero, o será lo primero que confiese en cuanto vea el ceño fruncido de uno de esos tipos. Apáñatelas como quieras, pero a mí déjame en paz.

El teléfono sonó y ella volvió al salón para cogerlo. Se oyó su voz alegre que hablaba con una amiga. Él fue directo a la cocina, de la que salió poco después con una cerveza en la mano. Se sentía tranquilo. Estaba seguro de que nadie le había seguido y la idea luminosa que se le había ocurrido para ocultar el dinero era, lo pensó de nuevo, absolutamente genial. Subió alegremente los escalones camino de su dormitorio mientras a su espalda aún se oía la voz de la mujer.

Con una sonrisa dibujada en la cara, se fue cambiando lentamente mientras bebía con gusto la cerveza. Acabó por fin de ponerse su equipo deportivo y del armario tomó la raqueta de squash. Bajó las escaleras con brío y entró en el salón. Su mujer aún continuaba pegada al teléfono. Se acercó por detrás y la besó en el cuello. Ella se volvió y, al verle de tal guisa, preguntó con la mirada. Él contestó entre susurros:
–Voy un rato a la cancha. He quedado con Emilio para echar un partido.
Ella asintió con la cabeza y continuó charlando con su amiga.

En la cancha de squash, Fernando sudaba la gota gorda. El trabajo de constructor requería todo su tiempo, lo cual le había llevado, poco a poco, a olvidar los buenos hábitos y sumergirse en un círculo vicioso en el que el trabajo llevaba a más trabajo, y más, y más. Ahora, junto al apolíneo Emilio que le estaba dando una buena tunda, se daba cuenta no sólo de que había perdido la forma, sino de que estaba a punto de echar el bofe por la boca y de que, si no mediaba algún alegre evento que lo remediara, en breve tendría que pedir árnica y darse totalmente por vencido. Repentinamente, escuchó la melodía de su móvil, lo cual le dio la feliz oportunidad que anhelaba para detener el partido y tomarse un pequeño respiro. El teléfono mostraba el nombre de su mujer.
–Dime –dijo entre jadeos.
–¡Jesús, Fernando, qué tarde llevas! ¿Y ahora por qué resuellas?
–Ay, no puedo con mi alma. Enróllate un poco, anda, que necesito recuperar el aliento.
–No tengo nada con que enrollarme. Te llamo sólo para preguntarte qué prefieres de cena: pato a la naranja o lubina.
–El pato.
–Pues va a ser la lubina.
–Me apetece el pato.
–Pero la lubina la compré ayer y no quiero que se me eche a perder.
–Pues si ibas a poner la lubina, ¿para qué me llamas? –preguntó él, enfadado.
–Para que respiraras, caray, que pareces tonto. Hala, hasta luego, y no tardes que no quiero comérmela fría.

Sin haber podido tomarse el descanso necesario, o incluso aunque lo hubiera hecho, nada pudo oponer al poderío de Emilio, que venció claramente. Un poco amoscado por ello y prometiéndose firmemente que retomaría los buenos hábitos, se encaminó de vuelta a casa acompañado de su humillador.
–Venga –le metió prisa Emilio–, que la parienta me echa la bronca si se enfrían las croquetas.
–¿Eso vas a cenar? –rio él con cierta maldad–. A mí me espera una lubina. Si es que no sabes vivir, Emilio, no sabes… –fue su pequeña venganza.

Subió las escaleras sin saludar a su mujer, que desde la cocina le apremió:
–Dúchate rápido que voy a meter la lubina en el horno.

Bajo el consolador chorro de la ducha, se fue sintiendo mejor. La vida ya no era lo que fue y se dio cuenta de que el trabajo le había absorbido por completo. Estaba bien eso de ganar una pasta y vivir a cuerpo de rey, vestir buenas marcas, disfrutar de vacaciones paradisiacas y tener el cochazo que se había comprado…, pero ya no disfrutaba de la vida como lo hacía antaño.  Era tiempo de cambiar. Cerró el grifo y salió de la ducha. Sí, era tiempo de cambiar, siguió pensando mientras se frotaba fuertemente con la toalla. Disminuiría la carga de trabajo. Por supuesto, ello supondría una reducción en los ingresos, pero y qué. No pasaba nada porque uno no pudiera cenar lubina y tuviera que conformarse con el pato a la naranja, o incluso con pollo. Lo importante era recuperar…
–¡Lubina! –gritó.
–¡Fernando! –oyó la voz de su mujer que también gritaba desde abajo-. ¡Fernando, Fernando! ¡Baja, por Dios!

La cocina había desaparecido tras una intensa humareda.
–¡Algo le pasa al horno! –dijo ella asustada–. Mira a ver qué es. Me da miedo que estalle con el gas.
–¿Pero has puesto el horno? –gritó él.
–¡Pues claro! –contestó ella–. ¿Cómo, si no, iba a asar la lubina?
–¡Loca, todo el dinero estaba dentro!

Sentados a la mesa del comedor, con las ventanas de la casa abiertas de par en par, Fernando suspiraba lánguidamente.
–Vamos, vamos…, más se perdió en Cuba –apuntó ella animosa–. Come un poco, anda, que luego no vas  a poder dormir…
–¿Dormir? ¡Ja, ja, ja! –rio histérico mientras, rumiando su rencor imaginaba al hermoso Emilio cenando croquetas–. Dormir, dormir…, cuando ni siquiera podré jactarme de haber cenado la lubina más cara de la historia.

domingo, 6 de noviembre de 2011

De cómo viajar en el tiempo

De cómo viajar en el tiempo

Dicen que han descubierto un tipo de neutrino capaz de viajar a mayor velocidad que la luz, lo cual, si se confirmara, abriría la puerta a los viajes en el tiempo. Dicen... No sé si, finalmente, se demostrará que el tal neutrino es así de veloz o se quedará todo en un pufo de los aparatos de medida. Lo que sí sé es que yo no necesito ninguna partícula diminuta para trasladarme en el tiempo... Me basta con Julio Verne.

Hacía mucho tiempo que no leía yo una novela de este autor. Sin embargo, a principios del pasado verano vinieron el destino, las hadas, las editoriales o vaya usted a saber quién a conjurarse  todos al mismo tiempo y pusieron ante mis narices un par de oportunidades que no podía dejar de aprovechar:


y así fue como me hice con algunos títulos de este autor que no tenía en mi biblioteca.
Luego, entrado ya el verano, en una pequeña feria del libro que se celebra durante unos días en el lugar donde paso mis vacaciones, encontré algunos títulos de Julio Verne que llamaron mi atención. En concreto dos: El castillo de los Cárpatos y El testamento de un excéntrico. El segundo de ellos lo hizo (llamar mi atención, digo), simplemente por el título en sí. El primero, sin embargo, captó mi interés porque, cuando lo vi sobre el mostrador de la caseta, sentí como si una espiral extraña me absorbiera y, de un modo que no puedo explicar, me devolviera a mi infancia más tierna. 

Respecto de este título, sabía que lo había leído cuando era una niña y supuse (erróneamente, como luego averigüé) que lo había hecho en un libro de la biblioteca materna. Sin embargo, hablando con mi madre, ella me dijo que ese título en concreto no lo tiene. Así pues, de algún otro lugar lo había sacado yo para su lectura porque, desde luego, lo que estaba bien claro en mi mente es que esa historia había pasado por mis ojos en mi niñez y, además, que la recordaba con un escalofrío... de miedo.

Investigué, pues, y descubrí, al fin, dónde la había leído... No estaba muy lejos de la biblioteca materna. En concreto, se encontraba en la de uno de mis hermanos, y éste fue el ejemplar que pasó por mis ojos:



No me digáis que para una niña de 10 años esa portada no produce al menos... escalofríos... ¡Qué buenos momentos aquéllos empleados en la lectura de las Joyas Literias Juveniles! Y qué manera tan inteligente de ir formando a un futuro buen lector. ¡Qué pena que estas  cosas ya no tengan éxito entre los niños de hoy en día!

Pero, como os decía, me hice con esos dos títulos este verano, y estaba yo muy contentita con la adquisición de ambos hasta que..., de una manera que no voy a contar, los perdí. Me produjo gran disgusto (a otros con los que compartí mis cuitas, sin embargo, parece que les provocó gran regocijo...).

Sin embargo, como nadie es tan malo como pueda parecer (incluso aunque se esfuercen en parecerlo), un querido lector de este blog y muy estimado (aunque, eso sí, secretamente para que no pueda utilizar tal estima en mi contra) puso fin a las risas hace cosa de un mes, en una Ciudad Imperial, con un regalo estupendo del cual ya he devorado la mitad. He aquí mis dos nuevos amigos que retozan felizmente en mi biblioteca: 







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Hace unos días me bebí El castillo de los Cárpatos en una tarde y ¡cómo lo disfruté!, amigos. No puede contarse esta novela, desde luego, entre las número uno de Julio Verne, pero, en cualquier caso, es entretenida y, lo más importante, consiguió hacerme viajar en el tiempo y devolverme a aquella edad y disfrutar de su candidez.

Gracias, querido y estimado amigo, por darme la oportunidad de viajar en el tiempo y gustar de nuevo aquélla época. Te mereces por ello la sonrisa de la semana y, además..., si quieres... te invito a un café ;-)

jueves, 3 de noviembre de 2011

www.cursodecroupier.com

www.cursodecroupier.com

Que sí, amigos, de verdad, lo he decidido: quiero ser una Mari y no me avergüenza decirlo. Eso de la liberación femenina ha sido el timo mayor del siglo: que si eres libre, que si independiente, que si la realización (¡qué expresión tan horrible!) personal... Ya me ocuparía yo, ya, de realizarme a lo grande, que no se preocupe nadie por ello. Pero, en fin, iba diciendo: con lo bien que vivo yo en casita, ocupándome de tenerla limpia, ordenada, de hacer la comida, planchar, organizar el hogar... Es una delicia, un auténtico placer, un oasis en este mundo cruel en que vivimos. Cómo no convertirlo en un anhelo: es una paz tan grande la que se respira, que he hallado, por fin y a mis taitantos, el verdadero objeto de mi vida: ¡quiero ser una Mari!, pero no hay tu tía, oye, por más que se lo pido al universo, ahí sigo, atada al colegio, currando, currando, currando...

Bueno, currando, currando por ahora y si es que Rajoy no viene y la fastidia... ¿Me preguntaba yo hace unos días por el sentido de mi voto, amigos?
-Que sííííiíííí...
 Vaaaaleeee, os comprendo. Empieza a cansaros el asunto. Es que mira que soy petarda, acabaréis por mandarme a freír monas. Pero os decía que continuaré sufriendo el colegio y ganándome la vida con ello, si Rajoy no viene y la fastidia porque, según su nueva propuesta para Educación, piensa aumentar un año el Bachillerato, que restaría a la ESO, claro. Vaya por delante que la idea no me parece mal en beneficio del Bachillerato, lo que ocurre con tal medida es que, de llevarse a cabo, yo perdería mi empleo, con lo cual probablemente se haría realidad mi deseo de ser una Mari. Si es que, y cuánta razón tienen los refranes, no hay mal que por bien no venga...

Pero antes de que os lancéis sobre mí para interrogarme al respecto, me refiero a lo de mi pérdida de empleo, os contaré la situación: mi cole tiene 3 líneas de ESO que, como todo el mundo sabe, es una etapa obligatoria y gratuita, y una línea de Bachillerato que no está concertada. El Bachillerato es, pues, privado y le cuesta al alumno 300 y pico eurazos del ala al mes. Así..., si quitan las 3 líneas 4º de la ESO (concertado en mi cole) y las transforman en Bachillerato, de esas tres líneas lograríamos una para Bachillerato (como ocurre ahora), pero las otras dos se irían a un IES gratuito. ¿Concertarán el Bachillerato en mi colegio? No, con la crisis que hay..., pues no, claro, aunque salgamos más barato que cualquier IES, en incluso que dos IES (y creo que hasta más barato que tres). Y, así, se perdería dos cursos de 4º ESO con la cantidad de horas que eso supone, de manera que habría que echar a unos cuantos profesores y yo estoy en primera línea. Por otra parte, si es así en mi colegio, será así también en otros muchos. La pregunta es: ¿tienen capacidad los IES para, repentinamente, asumir tal llegada de alumnos? Probablemente no, de manera que la única solución sería concertar el Bachillerato en aquellos colegios, como el mío, que desean el Concierto pero no lo consiguen. La otra pregunta es: ¿hay dinero para ello? Pues no. Ergo...

Pero, bueno, amigos, primero Rajoy tiene que ganar las elecciones... Aunque parece que las va a ganar, ¿no?, de modo que quizá haría bien en ir pensando mi futuro en algún otro lugar alejado de las aulas. Pero, visto el panorama, ¿adónde voy, amigos, adónde? Sí, sí, ya sé que siempre puedo volver a mi casita a limpiarla y tal, pero así no vivo, caray, que necesito un sueldo. Menos mal que parecen abrirse puertas en ésta, nuestra Comunidad, y que un multimillonario americano quiere construir una nueva Las Vegas en Valdebebas, a la que ya algunos llaman Valdevegas. Doscientos sesenta mil empleos para la Comunidad, la mitad de su paro.

Digo yo, amigos, que quizá alguno de esos empleos podría ser para mí... Será cuestión de ir preparándose. ¿Alguien puede darme unas cuantas lecciones de croupierismo? El uniforme ya lo tengo.

martes, 1 de noviembre de 2011

Thriller

Thriller

Hace un mes que comencé esta sección de Unos musicales y, pasados estos 31 días de octubre, que han volado sin que me diera cuenta, llega un nuevo primero de mes al que le corresponde una nueva canción. Vamos, pues, con la segunda entrega. 

Lo cierto es que no era ésta la canción que había pensado para continuar con la sección, pero de pronto me di cuenta de que, ¡oh, cielos!, era uno de noviembre, jalogüín, que dirían algunos, y que la melodiosa cancioncita que tenía preparada para la ocasión no pegaba ni con cola.

No, amigos, no, no me he convertido al jalogüinismo, pero no negaréis que Thriller le viene al día (obviando las importantes connotaciones religiosas que tiene pero para las que, a fin de honrarlas, tendría que haber buscado un réquiem) como un guante hecho a medida.

Recuerdo la primera vez que vi este vídeo casi como si fuera ayer y he de confesar, amigos, que pasé miedo. Pero es que soy miedosa, qué le voy a hacer. También me quedé con la boca abierta, después de verlo, porque era algo único en aquel momento. Tan laaargooo, tan bien hecho, tan insólito... Michael Jackson no debía de andar muy bien de la azotea, pero era un genio musical y videístico, eso hay que concedérselo. 

No me enrollo más. A disfrutarlo y hasta el próximo Uno.





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Thriller.

Belén 2013

Belén 2011