sábado, 29 de octubre de 2011

Yo estuve allí

Yo estuve allí

Hoy las víctimas pidieron Justicia en la Plaza de la República Dominicana en Madrid. Es algo tan obvio, que no tendría que ser necesaria este tipo de reuniones para obtenerla y, sin embargo, se ven obligadas a ello. ¿Qué país es éste en el que las madres, los padres, los hijos y hermanos de aquéllos que fueron cobardemente asesinados y terriblemente mutilados tienen que pedir Justicia? ¿Pero qué país es éste? 

Ninguno de los políticos esos a los que se les llena la boca con la palabra víctimas estuvo hoy allí. ¿He venido preguntándome por qué?, ¿por qué sustraían su presencia? Hoy lo he entendido: porque para estar allí hace falta tener un corazón que sea capaz de llenarse de piedad, de sentir dolor y de ser lo suficientemente generoso como para estar dispuesto a sufrir, siquiera sea sólo unos instantes, con ellas, ergo, no es aquél lugar para los políticos, seres ambiciosos y fríos, calculadores, egoístas y absolutamente desconectados del pueblo al que piden el voto para satisfacer su asquerosa, repugnante, implacable y despiadada avidez de poder.

Yo estuve allí y lloré con ellas. 









Donde no estaré será en sus urnas. ¡Malditos!

miércoles, 26 de octubre de 2011

Beleneando 2011 I

Beleneando 2011  I

Llevo unos días, amigos, absolutamente vacía en cuanto a ideas para este blog. Bien es verdad que ando algo atareadilla y quizá, con el ajetreo, se van las ganas de idear nuevas entradas. Bien es verdad, asimismo, que he intentado colocarme delante del ordenador para escribir una historia... de miedo. Unos cuantos párrafos ya están esbozados y listos para un trabajo más fino, pero se han quedado aguardando a que encuentre ánimos para continuar. No tengo ganas de pensar, amigos. Me siento con la neurona laxa, qué le voy a hacer. De modo que he buscado un entretenimiento que deje tranquilo al cerebro, pero que me relaje y distraiga. Y hete aquí que me he puesto a belenear, visto que se acerca la Navidad y, si no me apresuro, no daré cumplida respuesta a mi propósito de mejorar mi Belén de este año.

Los lectores que llevan ya un tiempo viniendo por aquí saben que hace casi 12 meses les hablé de lo muy divertido que es belenear. Lo saben, claro, si es que no lo han olvidado, de modo que por si acaso anda alguno con la memoria floja, les remito a aquellos días y aquellas (mis) palabras en Hoy, dos opciones.

Han pasado diez largos meses desde entonces y... no he avanzado nada, nada en aquel proyecto. Un proyecto concreto que tenía muy bien pensado. De hecho, si echamos un vistazo a una fotito que apareció por aquí hace muy, muy poco...



podrá observarse (al menos el indio Ojo de Lince podría hacerlo) que en la estantería de la izquierda aparecen dos figuritas... que bien podrían tomarse como de adorno, pero que no lo son. Pertenecen a mi Belén y son una señora que lleva en el mandil granos que va arrojando a las gallinas y un labrador que ha detenido su trabajo y, apoyado en el azadón, mira hacia algún lugar indefinido. 

Pues bien, cuando recogí los adornos navideños, una vez acabada la Navidad, dejé estos dos monigotes fuera de sus cajas porque quería construir dos pequeños dioramas con ellos para colocar en el Belén de este año. Uno, obviamente, sería un corral con su gallinero; y el otro, naturalmente, un huerto. Hasta la semana pasada lo único que han hecho los pobres es darme el trabajo de quitarles el polvo, pero desde hace unos días me he puesto manos a la obra con el asunto: el gallinero ya está diseñado y probablemente este puente empiece a cobrar vida. El huerto de mi labrador ha comenzado a ver surgir sus hortalizas de forma espontánea... Y he aquí el principio de los resultados hortícolas:

Belén 2011



Belén 2011

Seguiremos informando...

domingo, 23 de octubre de 2011

¿Para cuándo?

¿Para cuándo?

¿Para cuándo la independencia de España?
¿Para cuándo la proscripción de los políticos?
¿Para cuándo la expulsión permanente o definitiva, qué más da, de la dinastía borbónica?
¿Para cuándo la destitución de los jueces politizados?
¿Para cuándo la defenestración de los sindicatos?
¿Para cuándo la prohibición de los medios de información parciales?


Mientras aguardo a que tal momento llegue, hago mis planes:

-El próximo 29 de octubre, a las 13:00, podréis encontrarme en la Plaza de la República Dominicana, en Madrid.


-El próximo 20 de noviembre, en mi casa.

viernes, 21 de octubre de 2011

Rompecabezas

Rompecabezas

Rompecabezas... ¿No es una palabra singular? ¿A que sí? A mí siempre me ha parecido que la palabra abarcaba algo más que un simple pasatiempo, que..., ¿cómo decirlo?, contenía un noséqué fascinante y seductor. De hecho, y en cuanto al pasatiempo en sí, aunque ahora se estila mucho llamarlos puzzles, a mí me sigue gustando más el nombre que nosotros le damos a este juego tan entretenido, aunque confieso que de vez en cuando se me va la pinza y también yo los nombro así. Si bien, a la RAE no parece importarle.

Me gustan mucho los rompecabezas desde que era niña y tenía que encerrarme en casa cuando llovía. Recuerdo que había un puzzle sobre la Torre de Babel extremadamente difícil que a una amiga mía y a mí nos atraía sobremanera. Lo hicimos tantas veces, que terminó por ser pan comido; pero a pesar de que, tras tanta repetición, ya no entrañaba dificultad, seguía gustándonos mucho ese motivo. Hoy, cuando la niñez ya queda atrás..., muy, muy atrás, continúa atrayéndome la composición de rompecabezas, sobre todo las tardes de los viernes otoñales o invernales, cuando una vuelve del trabajo y ve ante sí todo un fin de semana para disfrutar. Me olvido del mundo, coloco el tapete especial para rompecabezas sobre la mesa de comedor, me sirvo una Coca-Cola (o un poleo si hace fresco) y paso una tarde deliciosa. En casa tengo colgados varios rompecabezas, y aún quedan algunos a los que no me he enfrentado..., ¡pero que dan miedo! En especial hay uno sobre las constelaciones que se presenta negro, negro..., pero que muy negro. 

Sin embargo, y a pesar de mi afición por ellos, no sabía nada sobre su origen, de modo que un día me dediqué a navegar por la Red en busca de información al respecto. Y esto fue lo que encontré:

Rompecabezas de John Spilsbury
Parece ser que el primer puzzle lo construyó un tal John Spilsbury, grabador y fabricante de mapas, que en 1767 ideó este juego con un fin didáctico, a fin de que los estudiantes aprendieran Geografía, pues lo que hizo fue pegar un mapa del mundo sobre una tablilla de madera que después serró en piezas, de manera que cada una de ellas coincidiera con uno de los países representados en el mapa. De esta curiosa manera de fabricación procede, precisamente, el nombre que originalmente se dio a este juego en inglés, jigsaw, cuyo significado es "sierra de vaivén", que era la herramienta que se utilizaba para recortar las piezas del puzzle. Poco a poco, de los mapas, se fue pasando a otros temas, ampliándose la serie de motivos elegidos para formar nuevos rompecabezas, como plantillas matemáticas o alegorías bíblicas, pero todos ellos, en cualquier caso, con intenciones didácticas.

The Smashed Up Locomotive
Sin embargo, hubo de transcurrir más de un siglo antes de que el primer rompecabezas para niños se comercializara. Su progenitor fue Milton Bradley, que recortó la litografía de un tren convirtiéndola en rompecabezas y la puso a la venta con el nombre de The Smashed Up Locomotive. El rompecabezas mostraba la imagen de una locomotora y señalaba las partes de las que estaba compuesta. El proceso de elaboración, no obstante, continuó siendo el mismo: se adhería la imagen sobre una tabla de madera y se cortaban las piezas con una sierra. Los primeros puzzles fabricados en cartón, tal y como los conocemos hoy, comenzaron a ver la luz a principios del siglo XIX, sin embargo, los de madera continuaron reinando en el mundo del rompecabezas durante mucho tiempo por considerárselos de mejor calidad.

De hecho, hasta que las nuevas técnicas de fabricación abarataron los puzzles, este entretenimiento estuvo reservado para las clases pudientes, pues los rompecabezas eran demasiado caros para el común de los mortales. Fue en los años 20 y 30 del siglo pasado cuando, a cuenta de la Gran Depresión, la gente no tenía otro entretenimiento que quedarse en casa y ver pasar el tiempo entre sus preocupaciones. Creció así el gusto por la composición de estos rompecabezas que, para entonces, y gracias a su fabricación ya en cartón, se habían convertido en productos asequibles que incluso se regalaban al comprar otros productos. De manera que el rompecabezas se convirtió en un pasatiempo barato que procuraba muchas horas de diversión.

Después, llegaron los puzzles con formas extrañas: redondos, ovalados..., y cada vez más grandes y más complicados. Aparecieron también los rompecabezas imantados y, luego, los construidos en tres dimensiones. Hoy en día, con un ordenador, cualquiera puede diseñar su propio rompecabezas. En el futuro... ¿quién sabe lo que vendrá?

Es pues, amigos, un entretenido pasatiempo que proporciona muchas horas de diversión y sesudas conversaciones, si lo montas con alguien, que recomiendo sin ambages. Como recomiendo una coqueta tienda madrileña,  Don Juego, que es el lugar donde principalmente acudo para abastecer de rompecabezas mis tardes otoñales.


miércoles, 19 de octubre de 2011

Frases educativas

Frases educativas

Encuentro un curioso articulín en la revista El Promotor acerca de la Antigua Escuela de Becerril de Campos, en la provincia de Palencia, y que ahora alberga al Ayuntamiento. El edificio fue construido en 1909 y está adornado con interesantes escudos que recorren su frontispicio, sobre los que se han tallado versos alusivos a diversos consejos morales que copio a continuación, por si al lector le resultaran de interés:

-Los delitos aborrece / y al culpable compadece.
-El ocio alimenta el vicio / y éste lleva al precipicio.
-El que tus faltas reprende / a tu bien futuro atiende.
-Quien maltrata a un animal / muestra su mal natural.
-En boca del mentiroso / lo cierto se hace dudoso.
-Quien de valor hace alarde / esconde un pecho cobarde.
-Al juzgar un hecho ajeno / mete la mano en tu seno.
-No hallarás un avariento / que esté tranquilo y contento.
-El ingrato a un beneficio / a Dios no hallará propicio.
-Nunca trates con desprecio / ni aun al que tengas por necio.
-No desprecies los consejos / de los sabinos ni los viejos.
-Tus méritos nunca abultes / ni al que es inferior insultes.
-El aseo en la persona / muchos bienes proporciona.
-El que de amigos carece / señal que no los merece.
-La conciencia es a la vez / testigo, fiscal y juez.
-La virtuz (sic) es un tesoro / más duradero que el oro.
-Si de Dios perdón deseas / nunca vengativo seas.
-Pobres o ricos, iguales / son ante Dios los mortales.
-El niño curioso y necio / causa fastidio y desprecio.
-Da apoyo y tiende tu mano / al enfermo y al anciano.
-Quien cierra al pobre la puerta / la del cielo no halla abierta.
-Quien te adula y lisonjea / su bien y tu mal espera.
-Quien su bien usurpa al dueño / no espere tranquilo el sueño.



Y si a alguien le ha sido provechoso / que dé las gracias y marche airoso

lunes, 17 de octubre de 2011

Ausencia justificada

Ausencia  justificada

Vengo por aquí y veo que no actualizo el blog desde hace varios días. Los motivos  son de índole diferente pero en cualquier caso justifican esta breve ausencia y la explican. Empecemos por los más cercanos en el tiempo: ayer.

Ayer pasé el día dormitando, amigos, alternando cortos espacios dedicados a la lectura con otros no tan cortos empleados en provechosas siestecitas que me fueron recuperando poco a poco hasta que, finalmente, alrededor de las 6 de la tarde logré ser persona de nuevo.

Los otros motivos explican no sólo la ausencia de la que hablaba antes, sino también el reposo que tan necesario me fue ayer: me he pasado el fin de semana pateando Toledo en agradable compañía.

Amigos de la reunión toledana, fue un placer conoceros a algunos y reencontraros a otros (a una, en realidad). No sólo lo he pasado muy bien, sino que puedo decir, además, que, gracias a tan afortunado encuentro, hoy conozco un poquito más los incontables secretos de la Ciudad Imperial y un poquito más, también, a ciertos lectores de este blog a los que ya se me  hacía demasiado dilatada la espera para conocerlos.

jueves, 13 de octubre de 2011

Libros raros y malditos

Libros raros y malditos

Hace ya algunos días que escribió Carlos (el de los sonetos y el sextante, juajuajuajua, qué tipo más ingenioso) un comentario en estas páginas finisterraenses acerca de los libros raros y malditos que me llamó la atención. Sobre todo me capturó ese sintagma nominal... tan evocador... De modo que, ni corta ni perezosa, tecleé en Google las palabras que de forma tan sugerente se me habían aparecido y husmeé por la Red...

Uno de los blogs a los que primero me condujo Google fue el de Libros malditos. Es la mar de singular esta bitácora (lástima que no parece actualizada desde hace largo tiempo) y he pasado unos cuantos días muy entretenidos rastreando entre sus curiosidades, como:
-Una historia de amor o el misterio de la biblioteca menguante
-¿Puede la literatura volver realidad la ficción?
-¿Y la muerte...? ¿Se detiene ante el poderoso influjo de la poesía?

Creo que en la misma entrada también Posodo mencionó un libro raro, aunque bastante famoso... para Lovecraft: el Necronomicón, de curiosa historia.

Una lista con 18 títulos de libros raritos la encontramos aquí.

Y un libro sobre un libro maldito ya apareció por esta casa: El libro de Nobac.

Y luego también está El libro de Fenn, pero ésa es otra historia ya narrada.

lunes, 10 de octubre de 2011

En respuesta...

En respuesta...

...a vuestros comentarios sobre mi duda.

Amigos, tengo el gran problema de no saber poner mis pensamientos negro sobre blanco hasta que viene alguien y me ayuda con ello. Ayer, volvía yo a tratar el asunto de las próximas elecciones y mis dudas sobre si debo votar a Rajoy o no. Tengo claro que no votaré a Rubalcaba, y si tengo que explicar por qué es que, amigo, no vives en este mundo. 

Pues bien, fuisteis muy amables todos vosotros en comentar al respecto de mi duda terrible, sin embargo, con vuestros comentarios, el problema volvía a mis manos y de nuevo había yo de enfrentarme no sólo a la duda, sino a vuestras acertadas opiniones, que debía responder, lo cual me ponía en un brete porque, como apunto por ahí arriba, qué difícil me resulta poner en palabras mi caótico pensamiento. Sin embargo, hubo suerte y hoy, mientras esperaba a que comenzara la tediosa reunión de los lunes, hice tiempo echando un vistazo al ABC que gratuitamente nos dejan en el colegio. 

Encontré un articulo firmado por Ignacio Camacho del que extraje estas líneas:

Ha sido tan aciago el caos zapaterista, tan decepcionante su gestión y tan calamitoso su balance que Mariano Rajoy va a ganar subido sobre la espuma de una ola de hartazgo. No necesita siquiera programa electoral porque su oferta más clara es la de acabar con este marasmo. [...] El desastre social ha vacunado a la gente [...] y ha allanado el camino a una alternativa que sólo promete gobernar con cierta sensatez. [...] El estado de postración del país es tal que a cinco semanas de las elecciones el favorito puede permitirse aún un discurso conceptual y abstracto [...].

Ante una opinión pública expectante de medidas concretas que someter al debate preelectoral, el casi inevitable futuro presidente ha cerrado la Convención de su partido con un proyecto basado en intangibles: la concordia, la moderación y, sobre todo, la confianza [...]

[...] El fracaso completo del zapaterismo ha instalado en los españoles la necesidad de la alternancia; incluso dentro de un gran escepticismo el pueblo ha decidido probar por otra vía al comprobar que la actual conduce al precipicio. [...]

Justo en la página anterior a aquélla en la que escribe Ignacio Camacho, encontré (mi lectura también había sido previa) el artículo de Gabriel Albiac, del que, como en el otro, extraje estas líneas:

[...] Todo lo institucional -todo- se ha ido trocando en grotesco. Hasta esta mala parodia que han sido política y Estado en los últimos siete años. Lo que se juega el veinte de noviembre es si será aún posible emerger de esta farsa. O, fatalmente, asfixiarnos en su fantástica comedia como en una final pesadilla.

¿Cuándo se fue al carajo la democracia en España? ¿Cuándo transitamos, sin darnos cuenta, del entusiasmo a la degradación que se lo tragó todo? Arriesgaré una fecha. A sabiendas de que las fechas sólo marcan puntos de inflexión en la tendencia, que el manantial del mar es más profundo y que su continuidad es imprevisible. 1 de julio de 1985. Ley Orgánica del Poder Judicial. Hasta ese día, la Constitución de 1978 estaba vigente. y, con ella, el convencional criterio de división y autonomía de poderes sobre el cual, desde Montesquieu (es necesario que por la disposición de las cosas, el poder contrarreste al poder), toda Constitución se asienta. [...]

La Ley Orgánica del Poder Judicial felipista fue redactada con un objetivo estratégico, que Alfonso Guerra tuvo la descortesía de hacer explícito en su brutal arremetida contra el Tribunal Constitucional: "Las leyes no pueden permanecer paradas por doce personas que, además, no han sido elegidas por las urnas". Es la quintaesencia de la juridicidad fascista: la asignacion al ámbito judicial de una función ancilar del poder político. [...]

Digamos todo. El Partido Popular de José María Aznar llegó al poder, en 1996, con un programa que incluía, de modo explícito, la supresión de esa ley y el retorno al modelo constitucional del 78. No podía aplicarlo más que con mayoría absoluta. La que obtuvo en marzo de 2000. No lo hizo. Prefirió llegar a un "pacto" con el PSOE, que equilibrase mejor el reparto y control de los jueces. Después de eso, es difícil creer en el juego político en España.

Anteayer, Rajoy volvió a prometer la restauración de la separación de poderes. De que cumpla esa promesa o no, penderá su honorabilidad política. Y algo mas grave: nuestra supervivencia de monos coléricos.

Pues bien, amigos, yo también, como una gran cantidad de españolitos, estoy quemada por el hartazgo que han supuesto estos 7 años y pico de Zapatero. Yo también, como una gran cantidad de españolitos, tengo miedo a perder mi empleo, yo también, como gran cantidad de españolitos, siento una inmensa pesadumbre por todos aquellos que las están pasando canutas merced a las alegrías con que ZP despilfarró nuestros caudales (monetarios y humanos). Y yo también, como algunos españolitos, creo que en cuestiones económicas Rajoy lo hará mejor que el socialismo español, que siempre que ha tocado poder nos ha llevado a la ruina. Mi parte práctica, pues, se inclina hacia el PP (a pesar de Gallardón, sí -¡Dios mío!, ¿por qué me sometes a pruebas tan amargas?).

Mas..., sí, por supuesto, hay un pero (no sería yo si no hubiera peros en mi existencia), ¿y los principios? Supongo que una llevará mejor la traición a los principios con el estómago lleno, pero, aun así, qué malos ratos de reproches personales me esperan (amigos, es que soy yo muy estricta para estas cosas). En España no hay Estado, hay un apaño vomitivo que se han montado los políticos para hacer y deshacer a su personal arbitrio sin que exista fuerza alguna capaz de contenerlos. La separación de Poderes no existe (bien lo dijo Guerra: Montesquieu ha muerto) y en ello ha participado el PP sin sonrojarse siquiera. 

Sin sonrojarse siquiera, mantuvo la LOGSE durante sus años de gobierno y dio en cambiarla cuando ya no podía aplicarla, y sólo tenía que llegar ZP a darle el derogue y madarla a la tumba.

Sin sonrojarse siquiera, ha firmado una no-sé-qué para que políticos (antiguos jueces o fiscales) que hayan estado en el gobierno puedan volver a la carrera judicial sin que medie un sólo paso de, al menos, disimulo.

Sin sonrojarse siquiera, acepta que un diputado tenga derecho a la pensión completa por sólo dos legislaturas de apoltronamiento en el Parlamento mientras a un español mortal le cuesta 35 largos y duros años de su vida.

Sin sonrojarse siquiera..., ¿sigo?

¿Y he de participar yo en esta farsa? Y si lo hago..., ¿cómo podré soportar mi imagen cuando me mire a la cara en el espejo mientras me lavo los dientes, sabiéndome partícipe de una mentira asquerosa que me repugna? Y aún peor: ¿cómo podré pensarme siquiera si voto en esta fantasía a la que nos someten -el verbo está bien elegido, sí- los políticos sinvergüenzas? ¿Qué habrá sido de mí? No seré ya un individuo, no, libre y particular, dotado de subjetividad. Seré... la masa, ésa a la que toman el pelo los partidos cada cuatro años.

Puedo votar a Mariano por hartazgo, puedo votarle por miedo a perder mi empleo, puedo hacerlo porque creo que, si gana, les irá algo mejor a aquellos compatriotas que están pasando -manda webs tener que decir esto en la España del siglo XXI- hasta hambre. Sí, puedo inclinar el sentido de mi voto hacia él por todo ello; pero si así lo hago, habré asesinado el respeto que he de sentir por mí misma, la consideración hacia mi ser y me habré convertido en sumisa sierva de un sistema que detesto.

domingo, 9 de octubre de 2011

Votar a Rajoy..., ¿o no?

Votar a Rajoy..., ¿o no?

Andaba yo este verano, amigos, ya lo sabéis, dándole vueltas a la cabeza en un círculo infernal, que ni Dante con sus famosos nueve círculos hubiera podido idear, cuando me preguntaba sobre el sentido de mi voto en estas ya cercanas elecciones.

Las semanas han ido pasando y pocos cambios ha habido al respecto, salvo que se han acabado las vacaciones y, una vez caída dentro de la vorágine escolar, se dificultan las cosas porque encuentra una que se ha reducido considerablemente el tiempo libre que poder dedicar a estos tediosos menesteres del razonamiento y la cogitación.  

Y, así, he ido viendo cómo el tiempo ha continuado su ineluctable transitar y yo, pobre de mí, damisela en apuros (que sí existe en Google, que sí, que sí) he sentido el aliento de Cronos sobre mi cogote mientras su lengua se relamía concupiscente en previsión del placer sumo que como majar le supongo. Estamos, pues, a un paso del notable día que ha de llegar con el 20-N y yo sigo igual...

Bien es verdad que ha habido momentos puntuales en que, merced a las novedades políticas que se han ido produciendo, el asunto ha parecido aclararse en mi mente, a saber: esta portada de La Gaceta me ayudó mucho, la verdad, porque todo el mundo mundial conoce de mis amores a Gallardón. Y así fue que me dije: No, decidido, no votaré a Mariano. Y, sin embargo, fue un no melifluo, bien lo sé yo, porque la duda me sigue corroyendo por las razones ya apuntadas en el famoso círculo vicioso.

Ayer dispúseme seriamente en oración y pedí aliento al Espíritu Santo para llevar a cabo tan indeseable tarea como es la de decidir a quién, de todos estos inanes políticos que para nuestra desgracia sufrimos, votar: si a Rajoy o a ninguno, y hete aquí que vino en forma de Paloma a posarse sobre mis ojos (y mis oídos) este vídeo:







el cual, por fin, ha abierto las espitas de mis entendederas y me ha decidido por una opción (¡bien, bien, bien, se acabó tanto trago amargo y padecimiento!): no, señor Rajoy, tengo múltiples motivos para no votarlo, pero esa d..., esa d... Aprenda a pronunciar los participios y a lo mejor entonces vuelve a rondarme la duda viciosa.

Luego, además, está lo de que se vayan al Partido Liberal. Ah, pero ¿se presenta un Partido Liberal? Pues ya buscaré su papeleta, ya. Olvídese, señor Mariano, de lo de los participios y pronúncielos como le venga en gana. 

- - - - - - - - - - - - - 

Espe, Espe..., he oído que has dado tu visto bueno a que Gallardon vaya en las listas de Marianico. ¿Dónde te dejaste las fuerzas?

La cosa se complica de nuevo con mi decisión. Uffff, voy a tomarme un Martini y que les vayan dando a todos. Es domingo y, de momento, todavía no me lo han transformado en día laborable, de modo que a disfrutar de ello, oye.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Preguntas trascendentales

Preguntas trascendentales

Hoy es día 5 de octubre y hace justo 3 semanas que comenzaron las clases, quedan, más o menos, tres semanas para los parciales y 6 para los finales. De mi temario he dado unas... dos páginas y yo todavía no sé ni por dónde me ando. La distribución de mi tiempo ha sido, a grandes rasgos, ésta:
-un día para la bienvenida.
-tres días de dinámicas para la motivación.
-un día para explicar los criterios de calificación.
-un día de convivencias con mi tutoría, que pierdo de clase con mis otros grupos.
-un día de convivencia de los otros grupos, que igualmente pierdo de clase.
-un día para la celebración de inicio de curso.
-otro día para realizar las pruebas iniciales.
-otro día para realizar los test psicológicos.
¿Cuántos llevo ya? Diez.
Si tengo cuatro días de clase por semana, en tres semanas he tenido... ¡dos clases!

Es 5 de octubre y he dado dos páginas del libro, más algo de sintaxis que he podido colar por mi cuenta.  Como ahora no me dejan encargar los libros de lectura para mis alumnos por mí misma y tengo que hacerlo a través de otro profesor, sobre quien ha quedado centralizada esta tarea para que, así, lleve mucha cuenta de las editoriales a las que hacemos pedidos y pueda luego el colegio reclamar regalitos, he tenido que esperar unas dos semanas más de lo previsto a que llegaran esos libros. Lo hicieron ayer. Llevo 3 semanas de clase y todavía mis alumnos no han podido comprar el libro de lectura de esta evaluación y yo todavía no he podido fijarles la fecha de entrega de la ficha..., que ya no podrá ser dos semanas antes de los exámenes globales, como solía ser, de manera que tendré exámenes y fichas al mismo tiempo.

Esta mañana, 9 de la ídem, 2º ESO. ¿Comienza mi clase a las 9?  Noooo, primero he de vender los cuadernillos que el colegio se ha sacado de la manga. 
-¿Oiga, pero usted no es profesora? ¿Qué hace vendiendo libros? 
-¡Ah!
-¿Pero eso quiere decir que los niños, a 5 de octubre, todavía no tenían los libros?
-Oh, sí, sí, los libros de texto los tenían desde septiembre. Son unos libros de texto que no vamos a utilizar,  pero que se hace comprar a los alumnos para que luego la editorial regale al colegio una pizarra digital.
-¿Y, entonces, si no van a usar esos libros, qué material van a utilizar?
-Pues el cuadernillo que he vendido yo esta mañana, alma de cántaro.
-¿Y quién hace ese cuadernillo?
-Pues nosotros, bobo, los profesores.
-Aaaaahhhh, ahora lo entiendo: usted también está en el negocio, ¿eh, listilla? Así se saca unas pelas.
-¡Qué va, hombre! Esto es un colegio concertado. Yo trabajo gratis, idiota.
-¿Los hace usted?
-Y otros compañeros, sí.
-Por amor a la causa.
-En realidad..., para que no me quiten horas lectivas y se reduzca mi salario hasta hacerme imposible vivir por mí misma.
-¿Y también los vende usted?
-Sí, claro, durante el tiempo de clase: 18 euros el cuadernillo, un cuadernillo por evaluación, por 100 alumnos. Calcule.
-¿Y usted no ve nada de eso?
-Pues no, 
-¿De verdad?
-Que no, oiga, créame a la primera.

Nueve y veinte de la mañana. Acabo de recoger el dinero (mira que les había advertido: traed el dinero justo, por favor, que esto es un aula y yo no tengo cambio, pues nada, todos con billetes de 20 euros). Me escapo como puedo a Secretaría: por favor, por favor, dadme cambio. Tengo un jaleo monetario en clase (oigo ruido en mi aula) y un jaleo del otro ahora mismo que me va a sacar de quicio.

Vuelta a clase: devuelve cambio, anota quién ha pagado, lee las notas en la agenda de las madres indignadas que te dicen que ellas ya pagaron en septiembre, comprueba la lista que te han mandado para ver si es cierto y ve que allí no pone nada, enciéndase la duda de qué leñes haces, consulta con un correo rápido (¿doy o no doy el cuadernillo, cobro o no cobro?). Da y cobra. Más tarde: da pero no cobres. Más tarde todavía: pero ya he cobrado. Más aún: pues devuelve el dinero, ya sabes..., el cliente siempre tiene razón. ¿Y a mí que me cuentas? Dame una instrucción clara, por favor.

Vuelve a hacer cuentas, vuelve a tachar y destachar de la lista, anota lo que dice cada uno, lo que tú le dices, lo que te contesta, lo que te ha escrito la madre, aclara al niño que no eres tú quien dice que no ha pagado, explícale que primero le cobraste porque te lo dijeron y ahora le devuelves el dinero porque te han dado contraorden, insiste en que a ti esto ni te va ni te viene, que eres una mandá, que el dinero no es para ti, cuenta, recuenta, no sale la suma, eh, ¿a quién le he devuelto de más?

Nueve y treinta y cinco. Comienzo la clase.

Cuatro treinta. Acaba mi jornada laboral... Ah, no, ahora hay reunión. Reunión para preparar la reunión de padres posterior. Se trata también lo de la recuperación de pendientes. Por ley: una convocatoria; porque al colegio le da la gana: dos (una en enero y otra en abril). Se me encarga ocuparme de las pendientes de 3º. Vale, ¿de mi 3º C? No, de todos lo terceros. Bien, pero yo hago los exámenes de pendientes en horario escolar. No, se hace fuera del horario escolar. Perdón, pero no fue eso en lo que se quedó. Sí. No. Sí. No, te recuerdo que hay una apostilla (que tras sudores logramos colar unos cuantos) que dice: los exámenes de pendientes se realizan fuera del horario escolar salvo que el profesor decida hacerlos durante su clase. Ya, pero si yo me quedo, tú, también. Sí, pero si tú decides suicidarte porque te da la gana, yo no tengo por qué cortarme las venas contigo.

Bronca monumental. ¿Por qué siempre tienes que abrir esa bocaza enorme? Si al final vas a agachar la cabeza y te vas a quedar. Seguro, seguro (vamos, apuesto el cuello) que esto traerá consecuencias (negativas y para mí, claro). Queda media hora para la reunión de padres. Me escapo a casa y, como Mecano, busco una pastilla en el cajón que me pueda relajar, me pueda quitar un poco de angustia. Vuelta a las 18:15. A las 18:30 comienza la reunión. Primero general, les habla la directora; luego, particular, cada uno a su clase con los padres de su tutoría. 

20:30 acaba el día. ¡Qué maja esta chica! Ya me decía mi hijo que le gustaba mucho su tutora. Camino por la calle muuyyyy cabreada, pero relajada, eso sí.

Llevo 3 semanas de clase, he trabajado hasta agotarme: dosieres, prevines, programaciones, pruebas iniciales, dinámicas, cuadernillos, informes, más informes, más aún, reuniones, claustros, formación: dos horas de cursillo para enseñarme a trabajar con un programa que vengo utilizando... desde hace dos años. Vende cuadernillos, recoge la donación a las monjas del convento de no sé qué, apunta cuántos bocadillos necesitas para la convivencia, llama a la cocina, cura esa herida, firma una salida, habla con una madre que justo esa mañana está libre y quiere hablar contigo, vaya, tenía una reunión en mi hora libre, pues pásala a la de comer (el cliente es el cliente, y si no comes..., pues mira, eso que adelgazas) cuida recreo, otra reunión, ahora de calidad, quién prepara las fichas de ortografía para 2º ESO, te toca a ti porque yo lo valgo, tres semanas de clase, dos sustituciones, tres guardias de biblioteca, monta un farol para la Celebración, escribe la redacción de tu curso, rellena el acta de tutoría, pasa la información de tutores, recibe la del tutor del año pasado, reúnete con él, reúnete con el tutor posterior...

12 horas lectivas con mi grupo de 3º. Productividad: dos páginas del libro... que no van a utilizar porque los cuadernillos de 3º... todavía no los han fotocopiado.

15 horas lectivas con mis grupos de 2º. Productividad: reglas generales de acentuación (para niños de 14 años) y cómo se forma el femenino en los sustantivos y adjetivos.

¡Menos mal que en Madrid (gracias, gracias, gracias, señora Figar, por proporcionarme este paraíso de aprovechamiento sumo) tenemos una enseñanza de Calidad, que si llegamos a ser como en el resto de España...!

Sus inspectores, mientras tanto, algo andarán inspeccionando, pero desde luego no echan ni un mínimo ojo al uso que se da en los colegios concertados a las horas lectivas que paga la Comunidad y que estos utilizan como les viene en gana, a saber: horas pagadas como lectivas, pero que en realidad se utilizan para que un profesor amiguete esté en la sala de profesores maquetando los contenidos que hemos hecho otros antes (sin que se nos den esas horas, sino que los trabajamos en casa) y que luego el cole venda a 18 euros por cuadernillo.

Con este ritmo frenético de trabajo lectivo, ¿cómo no va a explicarse el caso del dativo en la página ciento veintitantos?

Y, todavía tienen que explicarme por qué, si es un estudiante inepto el que suspende 15 veces una asignatura de 1º ESO y llega con ella pendiente a 4ºESO, soy yo quien debe extender su jornada de trabajo 3 ó 4 horas más para hacerle un examen que volverá a suspender y que, además, nadie me va a pagar? Ah, sí, que la educación es una profesión vocacional y si hay que morir por ella, pues se muere una y ya está. Total, ¿qué soy yo?, ¿quién soy yo? 

Pos eso, las preguntas trascendentales de siempre.

Mejor no pregunto y sigo cantando con Mecano.

lunes, 3 de octubre de 2011

Mujeres mortales...

Mujeres mortales...

...o de cómo Ulises hubo de aprender a plancharse los pantalones

Hace ya algún tiempo que vengo dándole vueltas al asunto del contenido de este humildísimo blog en el que  en estos casi dos años y medio ha habido aciertos y también meteduras de pata, ficción y realidad, seriedad y bromas, música, libros y vídeos..., pero nunca antes se abrió el interrogante sobre si debe seguir un línea determinada y si debe esa línea ajustarse a criterios de actualidad, al diario bregar con la vida o a cualquier otra memez que pueda ésta plantear. Y, lo cierto es, amigos, que, pese a que me lo planteo, no doy con el camino a seguir. Mentiría si dijera que le he dedicado una seria reflexión al asunto, pero lo cierto es que alguna campana al respecto viene sonando desde hace unas semanas, a pesar de lo cual lo único que he conseguido es que una molesta sensación me acompañe y nada más. Y es que tengo el cerebro paralizado. ¡Con la de asuntos que ofrece el mundo para hablar!

Sábado, 1 de octubre de 2011, ocho de la mañana. Apuro los últimos sorbos del café frente al fregadero al tiempo que lánguidamente (a ver..., a esas horas no se puede hacer nada con energía) restriego la bandeja del horno.  En la radio suena el editorial que Luis del Pino lee en su programa, Sin Complejos. A medida que avanza en su lectura, mi fregoteo se va volviendo más y más flojo hasta que, mediada ésta, me quito los guantes, cojo la taza y me siento frente a la mesa de la cocina para escuchar con más atención. ¡Qué hombre tan inteligente, qué mente tan despejada! En unos minutos ha colocado en mi cabeza un sinfín de ideas que mi cerebro barruntaba sin que fuera capaz de darles la consistencia necesaria para que se volvieran pensamiento. 

Por un momento me sorprendo preguntándome para qué voy a pensar si otros lo hacen de forma tan maravillosa y luego te lo dan todo masticado, pero inmediatamente rechazo esa idea. El pensamiento propio te hace libre, pese a que el pensamiento propio sea lento la mayor parte de las veces, perezoso en ocasiones y, en cualquier caso, normalmente obtuso y siempre incompleto. Y..., sin embargo...

La mañana va avanzando lentamente y lentamente también, con sumo esfuerzo, va avanzando la tarea: estanterías, armarios, colada, suelos, paredes y ventanas... Por fin, a las dos me meto en la ducha. Ni fuerza para sostener la esponja tengo. Dejo que el agua me caiga encima y que me limpie como pueda. ¡Pero no!, hasta para esto me apremia el buen juicio y la obligación: venga, ánimo, un esfuercito más y, como le sucedió a la bandeja del horno, con lánguida indolencia me froto el cuerpo y lo dejo bien limpito. Hoy ni siquiera me seco con la toalla: me pongo el albornoz y con eso voy que chuta. Me siento un momento y pienso: Uffff, ya casi está. Sin embargo, hoy no me pondré crema. No tengo fuerzas... ¡Ja! Ay, ¿pero quién me hizo tan terca? Hoy no me pondré crema, ¿dije? Más dosis de buen juicio y obligación, y la crema acaba sobre mi cuerpo, como debe ser. 

Al fin, son las 3 y, ya comida con lo primero que he encontrado en la nevera, me siento en el sofá y abro el ordenador. Un CD de Supertramp suena como música de fondo: Even in the quietest moments (no, no lo he elegido aposta). Me hallo, pues, dispuesta para escribir una entrada con las ideas de Luis del Pino, bebo un sorbito de café y miro la pantalla. Los dedos comienzan a teclear: Hace ya algún tiempo que vengo dándole vueltas al asunto del contenido de este humildísimo blog en el que  en estos casi dos años y medio ha habido aciertos y también meteduras de pata... ¡Pero no...!, esto no era sobre lo que quería escribir... ¿O sí? ¿Quién puede saber lo que vagabundea por una mente desordenada y sin ideas?

Me detengo y miro por la ventana. El viento sopla fuertecillo hoy y de nuevo se ha caído el maldito peral, desparramando parte de la tierra de la maceta por el suelo del patio recién barrido. ¡Frutal perverso, detestable y para colmo estéril, cuánto trabajo das! Luego volveré a ponerlo en pie y barreré de nuevo. Ahora estoy demasiado cansada para hacerlo. Vuelvo la vista hacia dentro y miro. Me gusta mi casa. Está ordenada y huele a limpio. Es tranquila, silenciosa y transmite sosiego. Ahora, ahora, cuando acabe la entrada, me tumbaré un rato a leer y luego me iré a pasear: Mens sana in corpore sano.

... ¿ ?

¿Seguro? No..., esta vez no habrá buen juicio ni obligación y sé lo que ocurrirá: los ojos se irán cerrando, la respiración se ralentizará e irá haciéndose más y más profunda, los músculos se relajarán y... me quedaré dormida. Estoy exhausta y en estas circunstancias..., ¿quién es la aguerrida fémina que cultiva la mens y ejercita el corpore? Ay, mujeres, mujeres...

Unas cultivan el intelecto:

Marie Curie y la mens


Otras, incluso en el sofá, cultivan todo lo que está por debajo de la mens:

¡Qué guapa es la jod...!

Y luego está la mujer mortal que todavía tiene que rebarrer el patio y que alarga y alarga esta entrada para retrasar el momento.

Mucho trabajo durante la semana, mucho durante los días de descanso y todo ello sin que al final del arduo laboral haya un Nobel esperándome ni un Oscar en la recámara que yo pueda ir a buscar albergando una mente preclara o cabalgando sobre un cuerpo despampanante. No..., al final de mi camino tan sólo hay una capa de polvo que, como la labor de Penépole, es limpiado durante el día para que de nuevo graciosamente se deposite sobre cualquier superficie a su alcance durante la noche. Y, mientras,  ahí continúa la fila interminable de pretendientes aguardando a que el polvo no vuelva a caer. ¡Pobres!, jajaja. Ulises, tú no vuelvas que me doblas la pila de ropa para planchar. Anda y que te planchen las sirenas mientras te cantan.

Pero..., yo venía aquí a hablaros de las ideas de Luis del Pino, ¿no? ¡Qué torpeza la mía! Con la de asuntos importantes que están ocurriendo en el mundo: la trascendencia de las palabras con que nos va honrando Rubalcaba y los silencios con que quiere persuadirnos Rajoy, las noticias que murmuran los confidenciales, la importancia de que los niños gallegos y andaluces hablen español tan bien como los infantes catalanes, ¡y las elecciones!, que están a la vuelta de la esquina. Y.., bueno, luego está lo de los neutrinos que superan en velocidad a la luz... ¡¡¡Eso sí que es importante y ni siquiera lo he mencionado en un breve de este blog!!! (no es una ironía: de confirmarse, será la noticia del siglo).

¿Pero cómo, cómo, cómo puedo ser tan descastada con la realidad que me contiene? ¡Cuánta es mi inconsciencia! Perdón, amigos. Tendré que reflexionar seriamente sobre los contenidos de este blog. Un poco más de paciencia y fe en mí. Tal vez en la próxima entrada pueda contaros algo de interés.

Ahora voy a tumbarme en el sofá y dejar que Supertramp me arrulle el sueño...





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Nota 1: Ah, ¿pero habéis traído vuestra lectura hasta aquí? Mira que os avisé de que andaba mi mente un poco desordenada.
Nota 2: Felicidades, Pablo.
Nota 3: Odi..., asegúrate de que Telémaco me come bien.
Nota 4: ¿A que me he quedado con todos?
Nota 5: Pues conmigo, también. ¿Alguien me explica a cuento de qué viene esta entrada?
Nota 6: Os lo prometo, amigos, no volverá a suceder.
Nota 7: Que no, de verdad, que no...
Nota 8: Creedmeeeeeee... (por favor, enfermero, no apriete tanto la camisa de fuerza).

sábado, 1 de octubre de 2011

Desamor: One of us

Desamor: One of us

¡Sí, me gusta ABBA!, ¿qué pasa? ¿Eh?, ¿qué?

Y comienzo con ellos, y con esta canción en concreto, la nueva sección (a ver cuánto dura) de Unos musicales porque, aunque sólo sea musicalmente..., el desamor también puede ser bello.






Que sí, que sí..., que me gustan. ¿Qué? A ver..., ¿qué?

Belén 2013

Belén 2011