domingo, 21 de abril de 2013

Tengo un problema (monólogo interior)

Tengo un problema (monólogo interior)

Lo de leer teoría literaria y tal está bien (ahora, que estoy leyendo tan poco, casi todos mis minutos de lectura se los está llevando On becoming a novelist, de John Gardner. Un libro del que estoy tomando muchas notas y que me está abriendo los ojos hasta doler), pero hay un problema: cuando una se pone a estudiar sobre cómo escribir, tanto en lo que respecta a la teoría, como al estudio de la técnica de ciertos autores admirados, bien es cierto que aprender, aprende; pero también se sumerge en cierta confusión de la que es difícil escapar.

Llevo un par de semanas sin escribir un letra y hoy (confesaré que tirando de fuerza de voluntad) que me he puesto a ello, veo que me pierdo en el estilo (no en la historia) o que me sigo perdiendo, porque esto ya venía ocurriendo antes. Si tuviera ánimo para ponerme a leerla desde el principio, estoy segura de que encontraría que está construida con retazos de estilos tan dispares que se dan de bofetadas. Me ha ocurrido un poco con Aracne, y me está ocurriendo al reescribir Destino inexorable, pero elevado a la enésima potencia.

Creo que debería volver a empezar desde el principio, desmigando la historia, centrándome en un estilo (ése que quiero conseguir pero que aún no he aprendido) y trabajando duro, pero no tengo ganas. Estoy cansada, aburrida y, sobre todo, soy incapaz de mantener la concentración más allá de un ratito. De modo que quizá lo mejor sea quitarme este muerto de encima cuanto antes: continuar la reescritura hasta el final, quede como quede, y luego guardar la historia en el cajón hasta que, con más tiempo y una mente más descansada, sea capaz de volver a abrir la primera página y ponerme a trabajar de nuevo sobre ella.

5 comentarios:

MGae dijo...

Pues yo de teoría literaria sé poquito, para qué engañarnos. Pero sé cuándo leo una historia y me convence.., o no. Cuando un relato es ágil y no puedes dejarlo capítulo tras capítulo, o estás deseando acabarlo para perderlo de vista... ;-) A veces la estructura puede acogotar demasiado. No deberías agobiarte tanto con ello.

Saludos.

S. Cid dijo...

¿De qué crees que hablo, MG? No de estructura, no.

Si leyeras el primer borrador y el segundo (y éste lo leerás) verías la EEEENORME diferencia que hay entre uno y otro. Busco un nuevo ritmo: quiero que sea ágil y creo que lo voy consiguiendo (frases cortas y sencillas), pero no logro esa otra parte: enganchar, alcoholizar al lector para que siga bebiendo páginas (claro que, de momento, la única lectora soy yo, y yo me sé la historia).

Quiero contar una historia (y la cuento), pero también mostrar a un personaje y no describirlo. Quiero que el lector esté sentado frente a él viendo lo que yo veo. ¡¡¡¡¡Y no lo consigo!!!!

Y es tan frustrante..., porque en mi cabeza el personaje es absolutamente genial y, sin embargo, sobre el papel no es más que un muñecajo que maltrato con mi torpeza.

No quiero cursiladas, no quiero merengue, aborrezco lo relamido. Quiero agilidad e ingenio. Y sólo a veces lo consigo. ¡Pero no aquí! Y es imprescinble lograrlo porque... Sorry, no puedo irme de la lengua o lo estropearía todo.

Pero es un fracaso. No doy en el clavo. No estoy disfrutando. Estoy sufriendo.

No hay vibración.

Sé cómo podría conseguirlo. Pero las circunstancias son adversas.

Saludos.

posodo dijo...

¿Y si se trata de que el personaje no está 'vivo', sino 'fabricado'?
Dale la oportunidad de que sea él quien se muestre, y no tú, trayéndonoslo de una oreja.Así, ese personaje genial tendrá su propio estilo, que no coincidirá con el de los otros personajes, ni, necesariamente, con el del narrador (salvo que sea él mismo, claro).

Y ahora, a dormir y descansar (y la novela, que repose).

Buenas noches.

caraguevo dijo...

S. Cid: El personaje no se ve como tú quieres porque ¿lo describes "mal" o porque su relación con los demás personajes no queda bien?

Guárdalo en el cajón, o con el radiador, un tiempo y no te atormentes.

un saludo

S. Cid dijo...

Posodo: El personaje está vivo, ¡vaya si lo está! Es el que más me gusta de todos. Mi personaje más querido, complejo y encantador. Pero, sí, esta vez se está mostrando renuente a mis halagos. Será que no quiere que hable de su pasado.

Caraguevo: Porque no lo veo con claridad a esa edad y porque creo que me hace falta diálogo, que es donde mejor me defiendo, para mostrar cómo es el personaje a través de sus palabras. Pero la historia está concebida en otros términos. Quizá tenga que reescribirla de nuevo.

Puffff, pero no tengo ganas.

Saludos a ambos.

Belén 2013

Belén 2011