martes, 7 de febrero de 2012

El linchamiento, Federico Jiménez Losantos

El linchamiento, Federico Jiménez Losantos

La liquidación de la COPE es el episodio de lucha ideológica más duro y políticamente decisivo de los años de zapaterismo. Su principal protagonista, Federico Jiménez Losantos, cuenta en este libro con descarnada precisión la conjunción de inquinas e intereses, desde el rey y el gobierno a Cebrián y Zarzalejos, Ruiz Gallardón y Rajoy, que terminaron por destruir el instrumento de movilización popular más importante que ha tenido nunca la derecha sociológica.

La resistencia de Jiménez Losantos y César Vidal, el apoyo incondicional de los oyentes y el respaldo de Rouco hasta 2009 hicieron que la batalla de la COPE durase tres años, pese a una campaña durísima, sin precedentes en España, contra un medio de comunicación y sus figuras, a las que se trató de destruir personal y profesionalmente con la utilización sistemática de la Administración de Justicia como mecanismo de desgaste.


También por primera vez se reúnen aquí los principales juicios que tuvo que afrontar Jiménez Losantos, un calvario de querellas y demandas, cuyo mero repaso produce escalofríos.


Más cerca de la novela de intriga, pero no menos apasionante, es el relato de las traiciones internas que, sobre todo en el área de religión, se sucedieron dentro de la COPE en su última temporada para echar a Jiménez Losantos y a César Vidal, y que mantienene al lector en un permanente estado de asombro. Los debates durísimo en blogs religiosos prueban hasta qué punto la batalla de la COPE era también una guerra entre dos posiciones distintas con respecto al presente y al futuro de la Iglesia, incluyendo posturas irreconciliables sobre el nacionalismo en el clero vasco o catalán y que echaron aún más leña al fuego de la COPE.


Pero si asombrosa es la liquidación de la segunda cadena de radio española, que en sólo seis meses se convierte en cuarta, aún lo es más ver cómo en siete semanas Losantos, Vidal, Luis Herrero, Somalo, Brandau y un grupo profesional totalmente identificado con la empresa lograron poner en marcha esRadio, una nueva cadena nacional a partir de una sola frecuencia. Los datos técnicos de esa hazaña, hasta ahora inéditos, serán de obligada consulta en la historia del periodismo español. La consolidación de esRadio es una crónica a veces tenebrosa y a veces desternillante, siempre magníficamente escrita e implacablemente sincera, sobre el periodismo, la política y la justicia en la España actual.


Un libro que se lee de un tirón, desde la primera a la  última página.


Eso de que éste sea un libro en el que la lectura se vuelva trepidante..., tal y como más o menos vienen a decirnos en el resumen de la contraportada, es un pelín exagerado.

Lo compré porque quería enterarme de qué demonios había pasado en la COPE (sí, la narración de los hechos que se da en este libro había de ser subjetiva, algo que no me había pasado desapercibido cuando lo compré, pero, en cualquier caso, quería saber al menos lo que tenía que decir una de las partes) y vaya si se entera una. Supongo que, a pesar de todo lo que cuenta, Jiménez Losantos se habrá callado alguna que otra cosilla, pero aun así es mucho, mucho lo que dice.

Entre los muchos asuntos de los que se ocupa en el libro, aprovecha para poner a parir a media España, en especial a Gallardón y al padre Bru -sin olvidar a Su Majestad-, lo cual no me ha molestado en absoluto -por si a alguien le resulta de interés-.

Tampoco se olvida del 11-M ni de lo muy bien que organizaban las manifestaciones contra el terrorismo cuando aún estaban al frente de los micrófonos de la COPE, aprovechando la coyuntura para colocarse en una posición (él y los que con él se fueron a esRadio) de defensores de la libertad y de las causas justas... Punto en el cual hay que concederle parte de razón, sin que ello sea óbice, sin embargo, para sustraerme a la necesidad de dejar caer aquí una amarga pildorita al respecto de esas causas justas y ese papel de adalid, a los que sin duda Pío Moa, entre otros, mostrará su ferviente apoyo mientras se frota la muesca que, por educación, evitamos decir dónde le fue trazada.

El libro tiene sus capítulos curiosos, pero también un montón de páginas infumables (y venga a transcribir sentencias, y venga, y venga...) que hacen que eso de que "se lee de un tirón" sea sólo puro marketing: tiene 600 páginas y tardé 6 días en leerlo debido a la severa y personal imposición que me hice de tragarme 100 páginas al día y acabarlo cuanto antes, que había mucho y muy interesante esperándome en mi biblioteca. Este asunto de la lectura de un tirón quedará meridianamente claro cuando diga que la parte que más suave me resultó, fue, precisamente, aquélla en la que se transcriben los intercambios de comentarios que se dieron en el blog del padre Bru entre éste y sus lectores a cuenta de la inquina que el pater parecía mostrar (ahora sí, ahora no, ahora arrojo la piedra, ahora escondo la mano) por el sufrido FJL.

Aunque, eso sí, si sólo la mitad de lo que cuenta fuera verdad, bastaría para escribir un tocho como éste y desahogarse a gusto, tal y como ha hecho. Una de las cosas que quedan claras tras leer el libro, es lo muy asqueroso que es el mundo ahí fuera: cuántas zancadillas, cuantas puñaladas y cuánto sufrimiento a cuenta del poder. 

6 comentarios:

Alawen dijo...

Huy, huy, huy, menudo ladrillo te has metido entre pecho y espalda... Eso sí, si se quiere entender un poco lo que pasó en COPE, como bien dices, no queda más remedio que leerlo...
Yo, por mi parte, lo tengo bastante clarito, porque tenía muy cerquita a cierto arzobispo que terció... y le hizo mal tercio al pobre FJL...
Por cierto, que lo de la pildorita está muy puesto en razón: los campeones de la libertad de expresión han caído enmedio de lo que criticaron.
Que entrada más profunda, qué envidia me da...
Abrazos.

Paco Gómez Escribano dijo...

Uf, qué paciencia que has tenido, querida amiga. Yo no me leo eso ni aunque me paguen. Como dices, hay demasiado que leer en las bibliotecas. Un beso.

posodo dijo...

Gracias por el enlace de la píldora.

Ahora entiendo tu abdución durante tantos días de este mundo bloguero ;-)

Aprovechando que nos has hecho el inmenso favor de leérnoslo, una duda que de un tiempo a esta parte me corroe:
El buen criterio y el pleno acierto de César Vidal al elegir a sus colaboradores, ¿explica el libro si estaban de vacaciones cuando incorporó al Padre Bru para comentar un libro de religión en la parte de cultura de La Linterna de los viernes por la noche?

Un saludo.

S. Cid dijo...

Todavía estoy recuperándome, sí, jajaja.

Un saludo, amigos.

caraguevo dijo...

Como libro que cuenta un hecho importante en aquellos tiempos me parece interesante, pero no me lo voy a leer, me quedo con tu impresión.
Gracias por evitarme el trabajo.

S. Cid dijo...

Caraguevo: De nada, pero no esperes que te haga muchos trabajitos como éste... ;-)

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