En 1951 se fundó Exclusivas Industriales, S.A., que con el tiempo se convertiría en Exin-Lines Brox, S.A. La empresa, que en un principio se dedicaba a la fabricación de juguetes, pequeños electrodomésticos y utensilios de plástico, fue derivando hasta especializarse en la creación de los primeros y dedicarse de lleno a la fabricación de éstos, abandonando sus otros productos.
En los años 60, comienza a comercializar los famosos Exin Castillos (serie azul y naranja) en sus llamativos envases hexagonales. La serie azul ofrecía cuatro modelos, mientras que la naranja proponía tres.
Exin Castillos, series Azul y Naranja |
En 1977 se lanza al mercado la serie blanca o Gran Alcázar, más completa aún que la azul, que permitía infinidad de modelos, tantos cuantos pudiera crear la imaginación, y que incluía piezas como los portafuegos, las antorchas, escaleras...
Después, vendrían más modelos, más posibilidades, más horas de juego. Yo recuerdo muy bien el Exin Castillos de mi hermano, con el que jugamos y construimos sueños durante años después de que una memorable mañana de Reyes lo encontráramos junto a sus zapatos (antes..., antes de Reyes, digo, lo había disfrutado mi padre, que nos enviaba a la cama más pronto que de costumbre para, a escondidas -pues los Reyes, todo el mundo lo sabe, traen los juguetes en la noche del 5 al 6 de enero- poder sacar la caja hexagonal y jugar como un crío con el Exin Castillos que supuestamente estaba en camino desde las lejanas tierras de Oriente)
Las piezas de aquel juguete han sobrevivido y rondado por casa durante años y años. Ahora no sé dónde están. Quizá mi hermano recogió lo que quedaba de ellas y se lo llevó a su casa; quizá se fueron perdiendo y mi madre, un día, acabó por tirarlas. No lo sé, pero lo cierto es que me gustaría que aquel castillo existiera todavía. Lo recuerdo enorme y tan, tan divertido...
La pasada noche de Reyes, como la de hace tantos años, un regalo vino desde Oriente para mí. De modo que, la mañana del 6 de enero, al igual que la de aquel lejano año en que nos aguardaba un Exin Castillos junto a los zapatos de mi hermano, encontré, en esta ocasión junto a los míos, otro precioso Exin Castillos que me ha devuelto a mi infancia y con el que ahora, al compás de la evocación de un pasado feliz y la añoranza por aquellos buenos tiempos, puedo jugar a la Batalla de las Tinieblas...
Yo, claro, soy el Príncipe Valiente; Lady Silenciosa, el Caballero Negro. ¿Cómo podría ser de otro modo...? ;-)
PD: gracias a mi Rey Mago favorito, perseverante y obstinado hasta conseguir aquello que anhelo, y que siempre se empeña en hacerme una niña feliz.
- - - - - - - - - - - - - -
-Curiosa página sobre Exin Castillos.
-Y la Wiki-Exin, claro.
PD: gracias a mi Rey Mago favorito, perseverante y obstinado hasta conseguir aquello que anhelo, y que siempre se empeña en hacerme una niña feliz.
- - - - - - - - - - - - - -
-Curiosa página sobre Exin Castillos.
-Y la Wiki-Exin, claro.
15 comentarios:
Mira qué bien, ya puedes ampliar el belén.
Yo tenía la caja azul, creo que la más grande, porque siempre he sido muy bueno.
Hace unos años salió en fascículos un supermegacastillo.
Un saludo
No sabía que aún vendieran los Exin castillos. ¡Qué recuerdos! Aquellos años de nuestra infancia donde no existían tablets, ni móviles, ni videojuegos, ni wii que tanto idiotan a nuestros hijos...
He pensado lo mismo que Caragüevo: ya tienes el castillo de Herodes.
Un uso alternativo de las piezas del Exin-Castillos era fabricar otras cosas: por ejemplo, barcos y aviones. Hasta un mini portaviones, incluyendo avioncillos, torre de control y rádar, me hacía yo.
Pues nada, a disfrutar, ahora ya, de tu SCid-Castillos.
Ahora necesitarás el tambor cilíndrico de detergente Colón, que solía ser el contenedor de juguetes antes del plástico y de que Ikea nos enseñase cómo guardar a la manera nórdica.
Gracias por el recuerdo compartido.
UROMO: el tambor de Colón (además de dar pie a una canción de los '80) al ser de cartón era biodegradable (no como el plástico), era una evidencia de reutilización, y, por supuesto, mucho más limpio.
....razón tienes Posodo! No me atreví a decir lo que olvidamos y ahora nos venden "verde". Y ¡qué bien olía el Exin Castillos!
En mi casa no hubo Exin Castillos, soy demasiado republicana para esas cosas... xD
Lo que si hubo fue un Scalextric que se compró, supuestamente, para los niños y que disfrutó mi padre con sus amigos... porque era una cosa muy delicada que se podía romper...
Abrazos
Caraguevo: Sí, para el belén y para mis caballeros templarios (gracias a cuya fuerza ofensiva, El caballero negro, i.e., Lady Silenciosa, no tiene nada que hacer) en la batalla de las tinieblas.
Carlos: Creo que ya no se venden, Carlos. Éste se conseguió en ebay. En cualquier caso, qué gran verdad: no saben los niños de hoy lo que se pierden...
Posodo: ¿Scid-Castillos? Jajaja, siempre con tus juegos de palabras. Pues yo, con el de mi hermano, portaviones no construí, pero avioncitos sí, y casitas, y corralitos, y... Lo juntábamos con la arquitectura de una de mis hermanas y con el fuerte (los fuertes, porque teníamos un montón) Ford-Apache y al final salían unas construcciones la mar de heterogéneas, pero muy apañás.
Urumo: Síííí..., no me acordaba de lo del bote de Colón, pero sí... Además de guarda-juguetes, también los usábamos como papeleras. Los decorábamos, cada cual a su gusto, y ya teníamos papelera para el cuarto, junto a la mesa de estudio. ¡Qué tiempos aquellos en los que se aprovechaba todo! Claro que, según anda la vida, igual hay que volver a ellos, lo cual no nos vendría nada mal.
Alawen: ¡¡¡Ohhhh, un scalextric!!! Mi hermano y yo siempre quisimos uno, pero nunca lo tuvimos, así que sólo podíamos jugar con el de mi primo. Eso sí, tuvimos trenes. Empezamos con uno pequeñito y fuimos comprándonos vagones y locomotoras. Por cierto que les he perdido la pista (¿lo tendrá también mi hermano?). Yo tengo uno chulísimo que me regaló por Reyes hace unos años mi hermana (he ido comprando algunos complementos con los años, además). Lo que no tengo es sitio para montar la maqueta... de mis sueños. ¡Quizá algún día, cuando el señor Spock gobierne España y todos vivamos felices) ;-)
Ay, amigos, parece que todos tuvimos infancias parecidas y jugamos con los mismos juguetes. ¡Qué tiempos aquellos! ¡Y qué felices!
Saludos, amigos.
Yo siempre quise ser Aleta ;)
Ana: ¿Aleta? Jo, me he perdido. No sé quién es Aleta. ¿Una princesa...?
Yo nunca deseé ser princesa... ¿Soy rara? ;-)
Era la Reina de las Islas Brumosas, la esposa del Príncipe Valiente... pero no era una reinita tonta, tenía su carácter y lo tenía en vilo siempre, por eso me gustaba :)
Ana: ¡¡¡La mujer del Príncipe Valiente!!!, pero cómo he podido olvidarme. Me encantan sus tebeos. Tengo la colección completa y me parece uno de los mejores tebeos del mundo mundial. ¡Jo, cómo estoy!
Comentarle a Carlos que Exin Castillos ya hace algunos años que dejó de venderse.
Cuando Exin cerró en 1993 el juguete estuvo desaparecido hasta que en este siglo lo rescató Popular de Juguetes, la cual desapareció definitivamente en el ao 2006. A partir de entonces solo es posible encontrarlo de segunda mano a precio de oro.
Si hay suerte es posible todavía encontrar referencias olvidadas de Popular de Juguetes en alguna tienda, pero esto es cada vez más raro.
Sí, también me gustan estos castillos. Añadiré a vuestros comentarios que el pasillo de casa fue la pista del Scalextric y las vías del tren, el suelo de la sala el fuerte con vaqueros, indios, y algún que otro perdido por ahí, la mesa de comer llegó a ser mesa de ping-pong, y el tambor de Colon fue papelera y tambor (como lo que era) en alguna que otra fiesta de disfraces... ¡Qué tiempos!
:-)
Dama: Oye..., ¿tú vivías en mi casa? Porque lo que has descrito suena igualito, igualito a lo que yo viví. ¡Sí, qué tiempos, eh!
Publicar un comentario