¡A Lugo!
Cantabria quedó atrás y, como dije por algún rinconcillo de estas páginas, comenzó la aventura lucense, claro que para ello, hube de conducir un buen rato…
Y rato, y rato, y rato…
Pero finalmente alcancé el destino que buscaba, aunque, eso sí, llegué molida, matada, muerta, kaput, finiquité…, sobre todo porque el último tramo del viaje llega hasta el fin del mundo (nunca mejor que en esta ocasión una entrada hizo honor al nombre del blog): estoy en una preciosa casita rural, perdida entre montañas, muy cerca del nacimiento del Miño. Aquí es donde me alojo:
Y estos son algunos de los paisajes que tengo a la vista cada mañana cuando, después de desayunar, salgo a tomar lo que queda de café sentada en ese banquito que veis a la izquierda de la puerta:
El lugar es idílico, la verdad, y si además tenemos en cuenta que no he podido dormir bien durante todo el verano, a cuenta de causas propias y ajenas, el absoluto silencio que reina en estos lares me está ayudando bastante a poder disfrutar de unas noches en que mi sueño no se vuelve intermitente, privándome con ello del necesario descanso.
Los dueños de la casita rural son, además, la amabilidad personificada. El mismo día de nuestra llegada nos anunciaron que al día siguiente iban a organizar una comida para todos los que nos alojamos en sus casitas rurales (son 5 las que hay), de manera que, a pesar del cansancio que teníamos por el interminable viaje, volvimos a montarnos en el coche y retrocedimos 15 km que habían de llevarnos de vuelta Meira (el único pueblo grande que he visto por aquí, el resto son pequeñas aldeas) para comprar algo de vino (un tinto de Rioja y un blanco de Rueda), algo de queso y embutido para entremeses.
Hoy tuvimos el ágape. Además de nuestra aportación, una pareja de andaluces preparó gazpacho y ensalada campera; y unos alicantinos y valencianos trajeron empanada de panceta y de bacalao. El dueño (gallego él, no valenciano) preparó una paella con pollo y conejo, de la que, con esta foto, doy debido testimonio gráfico:
Pasamos una agradable jornada, disfrutamos de la comida, la bebida, los postres y, sobre todo, la conversación. Ambiente agradable, tranquilo y descansado que me llevó a cavilar sobre la vida y cómo algunas veces le gusta mostrarse idílica. Una se pregunta por qué no se exhibe tan obsequiosa con más frecuencia. La única respuesta que encuentro y que me brinda cierto consuelo es que, si siempre o casi siempre mostrara su munificencia, no la estimaríamos en todo su valor.
Tengo previstas algunas excursiones de las que, si nada se interpone en mi camino, daré debida cuenta en estas páginas. No obstante, no quiero pasar el día en el coche, yendo de aquí para allá. He decidido ser selectiva y no agotar mis energías (de verdad, de verdad que, a pesar de las vacaciones, me siento muy cansada), así que repartiré estos días entre las excursiones y los días dedicados a estar en casa, leer, escribir (quizá) y pasear por el monte (lo cual ya supone un serio esfuerzo físico, que ya lo he probado y sé de qué hablo).
Acabamos la sesión fotográfica por hoy dándole un toque especial para que luego Posodo no diga que las fotos no son bellas, bellas del todo…
Obsérvese qué vista más impresionante de la playa.
13 comentarios:
¡Oh, que bien, a Lugo! Tengo muchas ganas de ir a Lugo, es uno de esos destinos anotados en la agenda de viajes, pero que se van dejando una vez y otra sin visitar... Mi interés por Lugo radica en su muralla, claro... :)
Haz muchas fotos, alguna en la que te veamos de frente, (personalmente, odio las fotos de frente, siempre me pongo gafas oscuras cuando no queda más remedio que salir en una). Muy bien por esta que has subido, con playa y todo, (ya sabes por donde va lo del todo :))
Descansa mucho y pásalo bien.
Abrazos ;)
Pues si no tengo que decir nada, no digo nada, aunque no sea cierto que nada tenga que decir.
¡Ea!
Eso....haz alguna foto en la que te veamos de frente,que para eso somos tus devotos seguidores.
Abrazos
Eso eso, y otra de perfil. Y luego otra donde se vea con total claridad el color se tus ojos, y después una donde ... jejeje!
Qué bien vives!!
Me uno a los comentarios anteriores, de la A a la Z, sobre todo a lo último de Bate. Como me dice un amigo: ¡Que bien vivís los rojos!
Un abrazo
COÑE!!, que se me había pasado; paella con pollo y conejo, mi preferida. De esto, de paellas, saben un rato Posodo y Caraguevo. Tampoco están nada mal las empanadas de panceta.
Veo que sigues en tus vacaciones una estricta dieta baja en calorías, no, S,Cid?
Ahhh, de vacaciones. Qué envidia, y por aquí que estamos pasando mucho frío (aunque no tanto como el que suelen pasar por allá, creo).
Hermosas las fotos, y precioso el lugar y el alojamiento, espero que sigas pasando tan bien :)
Muchos saludos!
Alawen: La ciudad de Lugo está prevista uno de estos días, a ver cuándo encuentro ganas. Ya os contaré.
Sí, está mona la fotico, ¿verdad? Con ese peazo playa...
Posodo: Mira... ¡qué frase más ingeniosa! ;-)
Carlos, Bate y Caraguevo: ¿Os habéis puesto de acuerdo? Mucho pedís..., ejem, ejem... Sobre todo Bate, que parece estar solicitando mi ficha policial.
Bate: No te preocupes: el peso está controlado ;-)
Ana: Hoy, sin embargo, está nublado. Y, sí, es bonito el lugar. Hoy, después de desayunar, salí a estar un rato tranquila mirando el paisaje y me pregunté qué tal sería una vida allí, bucolico-pastoril sin hacer otra cosa que lo que te apetece. Sueños.
Saludos, amigos.
Una preguntilla inocente, como siempre en mí, ¿y Asturias? ¿Por qué nos marginas tooooodos los veranos?
Caraguevo: En Asturias ya estuve hace tres o cuatro (o tal vez 5) años. Antes de tener el blog. Sorry, no hay constancia bloguera...
PD: ¿por qué es "nos marginas"? ¿Pero tú no eres valenciano?
Quise decir "por qué ese "nos marginas". se me cayó una "e".
¿Yo? Ésa es Elena, Elena Valenciano, la de la PSOE.
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La última fotografía se parece a las de mi serie "Vistas espectaculares", salvando las distancias claro, me explico: al fondo una vista espectacular, tú dices impresionante, y delante, en medio como el jueves, una bella fémina.
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Saludos
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