viernes, 9 de diciembre de 2011

Tintin y la censura I

Tintin y la censura I

Hace algunas semanas, apareció la noticia de que un congoleño (creo que era congoleño) iba a llevar a los Tribunales (o si no era exactamente esto, algo parecido) a, supongo que la editorial que publica los tebeos de Tintin, por la forma en que Hergé hacía aparecer a El Congo en su cómic Tintin en el Congo. Coincidió la noticia con mi lectura de una entretenida obra sobre, precisamente, los tebeos de este personaje (Tintin y el mundo de Hergé) que tengo desde hace tiempo y alguna vez había hojeado sin profundizar nunca en su lectura.

Este congoleño, sin embargo, llega un poco tarde en lo que parece la tendencia de los tiempos actuales: actuar según dicta lo políticamente adecuado, porque ya Hergé, en la versión en color de 1946, suprimió algunos rasgos caricaturescamente colonialistas:

Tintin en el Congo

Es además interesante, tal y como leemos en Tintin y el mundo de Hergé, observar cómo el mismo Hergé juzga con gran severidad su trabajo en esa época: "Tanto par el Congo como para Tintin en el país de los soviets, yo estaba atiborrado de los prejuicios del medio burgués en el que vivía... Era en 1930. Yo no sabía nada de aquel país más que lo que la gente, en aquella época, contaba: los negros son unos niños grandes... ¡Tienen suerte de que estemos allí!, etc. Y dibujé a esos africanos según estos criterios, imbuidos del más puro espíritu paternalista que era el que se vivía en la época en Bélgica"

La cuestión del "hombre negro" no sólo aparece en este tebeo, que se desarrolla en una antigua colonia belga. Lo vemos también más adelante cuando, en El cangrejo de las pinzas de oro, Hergé se vio obligado a realizar algunas modificacion exigidas por la censura que impusieron los editores americanos:

El cangrejo de las pinzas de oro

Y más adelante, aún, continuó la polémica en Stock de coke, álbum por el cual se acusó agriamente a Hergé de racismo. Estos ataques, leemos en nuestro libro, eran en su mayoría extramadamente injustos, sobre todo teniendo en cuenta que este álbum se había puesto como meta el denunciar la supervivencia de la esclavitud. Sin embargo, Hergé sintió la necesidad de autocriticarse en más de un aspecto y para la reedición del álbum en 1967 reescribió el texto de los diálogos que Haddock mantenía con los negros encerrados en las bodegas:

Stock de coke

En la primera versión, los personajes chapurreaban el francés, al igual que en Tintin en el Congo. Lo que por ejemplo, daba:
-Hablar tú bien, ziñó. ¡Malo árabe muy malo! ¡Pobres negros no querer ser esclavos! ¿Pobres negros querer ir a la Meca!
-De acuerdo, lo sé. Pero os repito que si vais, os harán esclavos. ¿Es eso lo que queréis?+-Nosotros no esclavos, ziñó. Buenos nosotros musulmanes. Querer nosotros ir a la Meca.

En la nueva versión, Hergé los hace expresarse como en las novelas traducidas del americano, simplemente suprimiendo ciertas letras, lo que para el mismo pasaje daba:
-Tú hablar bien, s'ñor. Es muy malo este árabe. No queremos ser esclavos, nosotros simplemente queremos ir a la Meca [...]

Lo más divertido de todo es que las palabras del capitán no se han modificado, por lo que es el único que continúa chapurreando.

Respondiendo a este mismo espíritu, aunque de un modo diferente, Hergé transformó igualmente la carta que el emir Ben Kalish Ezab hace entregar a Tintin confiándole a su hijo. He aquí cómo se expresaba su alteza en la primera versión del mensaje: "Gran amigo y muy querido: Confío usted mi hijo Abdallah para su lenguaje francés perfeccionar. Aquí muchos acontecimientos pasar. Si desgracia caer en mí, yo confiar en vuestra amisticidad para Abdallah cuidar".

Al reeditar el álbum, Hergé hizo expresarse al emir en un estilo maravillosamente florido, seguramente más acorde con su personalidad: "Ésta es para decirte, ¡oh, amigo muy apreciado!, que te confío a Abdallah, mi hijo bien amado. Pues aquí hay muchos acontecimientos. Si la desgracia cayera sobre mí como el halcón sobre la inocente gacela (pues el mundo está hecho de vida y de muerte), estoy seguro de que Abdalla encontraría en tu casa afecto, asilo y reposo. Y tú harías así, ante Alá, una acción perfumada..."


10 comentarios:

Ana Laura dijo...

Hace un par de años publiqué esta entrada sobre el tema del congolés y su demanda, pero después no seguí investigando sobre el tema. Me ha encantado tu entrada porque profundiza un poco más sobre el lado del autor, es muy ilustrativa. Sabía que Hergé había reescrito parte de su obra, pero no que habían sido tantas las modificaciones.

Muy interesante :D

caraguevo dijo...

Muy interesante, felicidades.
Por lo menos las modificaciones las hizo el propio autor, hace unos meses salió la noticia de que en Estados Unidos iban a reeditar obras de Mark Twain suprimiendo cualquier referencia que a los correctores les sonara a racista.

Me ha encantado la etiqueta: tebeos en vez de comics. Apúntate otro acierto

PD. Tantas alabanzas son justas, no tienen nada que ver con el tiempo prenavideño en el que estamos.

posodo dijo...

Ana Laura: te hubieras desesperado esperando noticias al respecto, ya que el juicio ha sido hace poco, aunque hasta donde yo sé aún no ha habido sentencia pública.
Caragüevo: y seguro que incluso le prohibirán a don Samuel su costumbre de fumar en pipa (quiero decir, que falsificarán las fotografías que hay de él en esta actitud intolerante).
S.Cid: felicidades por la anotación. Al final, no haré yo la mía, visto que no podrá salir bien en las comparaciones con la tuya y la de Ana Laura.

Un saludo a todos.

Alawen dijo...

Muy interesante entrada, e instructiva.
La esclavitud de lo políticamente correcto, que provoca cosas como ésta (o como lo de la Junta de Andalucía de estos días).

(Luego te cuento lo del Belén de la parroquia que estoy ayudando a montar y una improvisación sobre el incendio de Roma con los pastorcillos de protagonistas...)

S. Cid dijo...

Amigos: El libro del que he extraído la información es muy recomendable (si te gustan los tebeos y, especialmente, si te gusta Tintin, claro). Ésta entrada, de hecho, es sólo la primera parte, porque fui tomando notas de muchos de los cambios que Hergé se vio obligado a hacer por unos motivos u otros. El problema es que escribí esta entrada en su momento..., pero he perdido el papel donde hice las anotaciones y creo que me llevará tiempo investigar de nuevo para poder hacer una segunda parte también ciertamente jugosa. Lo intentaré, pero no prometo nada.

Me alegro de que os haya gustado la anotación, pero recomiendo (veo que Posodo ya lo ha hecho) que visitéis el enlace que ofrece Ana. Es muy bueno.

Saludos, amigos tintinófilos.

posodo dijo...

¿Y no estará la famosa hoja (de ruta) plegada dentro del libro?
Muchas veces no se encuentran las cosas porque están en su sitio ;-)

S. Cid dijo...

Posodo: Pues no descarto que esté ahí o como señal en cualquier otro libro. Lo cierto es que no la he buscado mucho..., que estoy liada con otras cosas. Si no la encuentro, tiraré de memoria..., aunque ya sabes que la mía deja mucho que desear, la pobre.

Ana Laura dijo...

Es una pena, busca bien esa 'hoja de ruta' que me interesa mucho que sigas el tema. Voy a ver si consigo ese libro, además.

Y gracias por la recomendación de mi entrada :)

S. Cid dijo...

Ana: Sí, la buscaré. A ver si hay suerte. Si no..., pues ya digo, intentaré tirar de memoria...

De nada, se la merece porque me gustó mucho.

posodo dijo...

Ya hay sentencia.
Un saludo.

Belén 2013

Belén 2011