viernes, 19 de julio de 2013

Lecturas veraniegas I

Lecturas veraniegas I

De momento, un fiasco.

Un hotel en la Toscana,  Imogen Edwards-Jones

Belinda se trasladó a la Toscana hace cinco años, después de sorprender a su marido en la cama con su vecina. Decidida a cambiar de vida, monta un hotel rural en un pueblecito toscano donde pronto se convierte en imprescindible. O eso cree ella hasta que aparece Lauren, una encantadora norteamericana que también monta un hotel. La competencia inicia la batalla, y la guerra estalla definitivamente cuando el hijo de Lauren se enamora de la hija de Belinda.

Decepcionante. Necesitaba una lectura desestresante y sin complicaciones, y me he encontrado con un aburrimiento mortal. La novela tiene sus puntos de humor y el personaje de Belinda que podría haberse hecho simpático no llega a conseguirlo. Únicamente al final, y sólo porque los lectores aburridos tienen su corazoncito, Belinda logra arrancarte un ramalacillo de afecto. He logrado acabar la novela sin resoplar demasiado porque la he ido leyendo entre terapia y terapia rehabilitadora, donde no había cosa mejor que hacer.


Walden, Henry David Thoureau

Una de las lecturas que tuve que hacer durante la carrera. Me gustó bastante entonces (y aún recuerdo que fue ahí donde aprendí la palabra pond). Ahora, sin embargo, me está costando digerirla. El libro está en modo lectura desde el pasado mayo o junio, no recuerdo, y ni aun imponiéndome la lectura de 10 páginas diarias (imposición con la que no cumplo) logro avanzar. 

No está el momento para tanta filosofía. Mala elección por mi parte.



Moby Dick, Herman Melville

Otra de las lecturas en inglés para el verano. Ésta en concreto forma parte, junto a To the lighthouse, de Virginia Woolf, y Heart of darkness, de Conrad, de la trilogía de los horrores a la que hube de enfrentarme como estudiante y cuyo recuerdo aún me produce temblores (como muestra un botón: sólo he estampado dos libros contra el armario de mi habitación en toda mi vida. Uno fue un libro de cálculo de COU y el otro, To the lighthouse.  Debería avergonzarme por ello, pero sólo yo sé la cantidad de frustración que ambas lecturas me causaron. Heart of darkness se libró por un pelo).

A Moby Dick le he dado una segunda oportunidad y esta vez parece que me está entrando mejor... (quizá es que mi inglés ha mejorado desde entonces y la cosa va más fluida), pero aun así la narración se me hace demasiado pesada. Sólo llevo ciento y pico páginas, quizá a medida que avance la cosa se haga un poco más ligera. No pierdo la esperanza de que Melville logre conquistarme, por fin.

Seguiremos con más lecturas desafortunadas otro día.

5 comentarios:

Ana Laura dijo...

Lo siento, Cid, yo no pondría muchas esperanzas en Melville... lo tuve que leer para literatura en el profesorado, y me costo mucho terminarlo (que no lo hice, que solo leí las partes 'importantes', que me sepan disculpar los amantes de la ballena blanca, que soy una hereje, lo sé, peor aun que Queequeg).

MGae dijo...

A mí no me obligaron a leer Moby Dick (eso, sí, en español) pero comparto con Ana Laura que me costó acabarlo (aunque sí lo hice porque no puedo dejar un libro a medias)...

En cuanto a El corazón de las tinieblas... Soporífero es lo más suave que se me ocurre...

Mis lecturas veraniegas tiran por rutas mucho más refrescantes, ja, ja... Aunque coincido con el toque italiano porque ahora mismo ando "poniéndome al día" en Venecia...

Un saludo

S. Cid dijo...

Ana Laura y MGae: No sé por qué no se ha publicado mi comentario (seguramente debido a mi torpeza), pero ayer contesté a los vuestros en esta entrada. De modo que hoy hago un resumen: sí, me parece que voy a pasar bastante de Melville y se va a quedar ahí colgado, del mástil del ballenero. Ya tuve bastante cuando hube de leerlo por obligación en la carrera. Me parece que lo voy a cambiar por uno de Nikki Heat, jaja.

Saludos, amigas.

posodo dijo...

¿Y qué tal Bartleby?

S. Cid dijo...

Posodo: Moby Dick está de vuelta a la estantería. Es una novela que ya leí y ahora la iba a releer solo por un empecinamiento personal tan insano como el del capitán Ahab por la ballena.

No sé si me apetece vérmelas con el escribiente Bartleby. De momento estoy con historias de Castle escritas en inglés por gente que (algunos, al menos) lo hace realmente bien. En agosto, empezaré el segundo de Nikki Heat, y para lecturas posterires hoy he comprado dos títulos nuevos en inglés de los que no te puedo informar porque no los recuerdo y ahora no tengo ganas de levantarme ;-) a verlo (son novelas de acción -una de ellas- y de crímenes -la otra).

Belén 2013

Belén 2011