domingo, 14 de agosto de 2011

Miscelánea de reflexiones veraniegas

Miscelánea de reflexiones veraniegas

La autodestrucción se producirá en 5, 4, 3…

Tengo la teoría de que cuando las cosas se entienden, pueden asumirse mejor, aunque no nos gusten un pelo y no las compartamos ni por principios ni por simpatía con la causa.  Quizá por ello, cuando lo inconcebible se coloca ante mis narices y hay quien pretende embutirlo en mi gaznate y hacerlo pasar por la garganta sí o sí, cierro la boca con fuerza y me niego a masticar nada hasta que la mente no haya dado con una explicación que, insisto, aunque no comparta, pueda asimilar desde el punto de vista intelectual.

El lector puede pensar que es ésta una actitud muy sensata, y no le discuto tal opinión, pero al tiempo que prudente y sabia, puedo asegurarle que es fastidiosa y cargante, porque no se puede explicar lo mucho que cuesta ir con el interrogante puesto a todas partes y no ser capaz, pese a los esfuerzos, de dar respuesta a ese porqué cuya solución se resiste.

Esta situación de gusto acibarado y sensación mortificante se ha convertido en una dolencia crónica por su recurrencia, sobre todo en lo que a las decisiones políticas que Occidente viene tomando en los últimos tiempos se refiere: leo en El Mundo del jueves, 11 de agosto, que ante la ingobernable violencia con que los jóvenes británicos se están conduciendo estos últimos días, Cameron ha culpado de ello a la "falta de responsabilidad" de parte de la sociedad y a un modelo de "educación" de los hijos extraordinariamente permisivo con unos jóvenes que adolecen de mínimos valores, de respeto por la autoridad y de sentido del deber.

Es listo el tipo. Lo ha clavado en un pispás sin que se le haya movido una sola pestaña. Hoy en día, Churchill lo llevaría claro: ni sangre, ni esfuerzo, ni lágrimas, ni sudor. Los jóvenes británicos no estarían dispuestos a mover un solo músculo que no les proporcionara una ganancia inmediata o un placer instantáneo, y quien dice los jóvenes británicos, dice igual de los galos, los italianos y, por supuesto, de los españoles (¡qué más querríamos que haber escapado de esta espiral que gira en torno a un ego intemperante y desmedido, en el que la capacidad motriz se activa tan sólo cuando de cebar sus apetencias se trata!).

Pero Cameron se olvida, el muy ladino, como hacen sus colegas de politiqueo, ya sea de esta o aquella parte del mundo, de la gran porción que tienen ellos en este pastel que se desmorona. ¿Quiénes, sino ellos, son los que construyeron unos sistemas educativos de los cuales se borraron las palabras esfuerzo, sacrificio y dolor? ¿Quiénes, más que ellos, construyeron un estado del bienestar en el que todo era gratis y nada costaba… siquiera algo? ¿Quiénes, que no sean ellos, criaron a sus pechos una juventud a la que sólo se habló de derechos y nunca de deberes?

Y todo ello… ¿por qué? He aquí la cuestión, mejor sería escribir una de las cuestiones que me tienen rota la cabeza de tantas vueltas como le he dado. ¿Por qué? ¿Por qué han demolido las columnas sobre las que se apoyaba la civilización que nos ha traído hasta el lugar donde nos encontramos? ¿Quisieron tal vez una sociedad aborregada a la que pudieran dominar sin que fuera capaz de oponerles una sola protesta argumentada e intelectualmente bien construida? ¡Qué cobardes y qué torpes! De aquellos polvos vienen estos lodos. Han creado un monstruo de dimensiones descomunales, ciego y ofuscado por un cerebro tosco y cerril, que por su ignorancia y brutalidad se comporta como simple bestia incapaz de razón, mesura y compasión. 

Usted, señor Cameron, y sus colegas de aquí y allá, pulsaron el botón de autodestrucción. Ahora ya sólo resta contar: ¡Alerta, alerta!, la autodestrucción se producirá en 5, 4, 3…


Democracia real…, pero no para los plebeyos

A pesar de lo muy acostumbrados a la desvergüenza a que nos tienen acostumbrados la insolencia, el cinismo y la impudicia de panfletos como El País y, desde su reciente nacimiento, Público, no cesa de ser llamativa la desfachatez con que se conduce gran parte de esta sociedad en la que tuve la desgracia de nacer. Desde hace unos meses vienen moscardeando por las calles de nuestro país un grupito de personas de espíritu desenvuelto (recuérdese que la ignorancia es atrevida) y mente liviana que se han erigido en ombligo del mundo y, con la grosera colaboración de este gobierno desvergonzado y obsceno, han ocupado nuestras calles, llenándola de chinches, pulgas, suciedad hasta horripilar, ruido y, sobre todo, embustes, imposturas y arteros argumentos que producen (además de risa, en lo que a la inteligencia se refiere) nauseas en lo que al estómago toca.

Sí, claro, me refiero a los del 15M. Un movimiento que no es más que la demostración fehaciente de cómo en un tiempo fuimos nada más que bestias peludas, toscas y sucias. Algunos evolucionamos y, generosos, quisimos compartir los genes que nos hicieron humanos. Lo hicimos, de hecho, y también ellos parecen evolucionados…; pero salvo en que perdieron el pelo, se volvieron bípedos y opusieron el pulgar al resto de los dedos, en poco más se asemejan a nosotros. Son toscos, como el orangután, y aprovechados como las hienas.

Se creen unos tipos muy listos y hasta escriben manifiestos. Tal vez incluso se autoengañen creyendo que en tales panfletos se guardan pensamientos dignos de una mente provechosa; pero lo cierto es que son seres mezquinos, fanáticos, intransigentes, intolerantes, extremistas y cebados con una parcialidad que mueve al asco y al desprecio. Su delirio acalorado e irracional, el fervor tribal y la superstición que anida en sus corazones, cuyo origen arraiga en ideas decimonónicas a las que, en su desfachatez, llaman progresismo, les califica sin que sea necesario que yo me estruje el caletre en busca de la palabra apropiada para ello.

Parece que ahora se han reunido en una de sus asambleas para decidir si se manifiestan en contra de la visita del Papa. ¿Les va mucho en ello? Parece que sí, pero como no hay argumento masticable que puedan expeler sobre el pueblo, han ideado la tesis de la pasta que le va a suponer al erario público tal visita. Podríamos arrojarles a su hocico inmundo el coste que supuso retirar las toneladas de suciedad acumulada tras su acampadita en Sol, pero no lo haremos, no vaya a ser que nos contesten que aquello no le supuso un solo euro al contribuyente puesto que fue sufragado por los elfos y gnomos que habitaban en los cuentos de hadas con que nos entretienen. No, no les arrojaremos a su jeta de amianto este argumento. Tampoco argumentaremos que la visita del Pontífice está financiada por asociaciones que nada tienen que ver con el Estado y que, por tanto, al contribuyente la visita le cuesta cero euros y que, por el contrario, Madrid sacará un buen pellizco de la JMJ . No se lo argumentaremos porque a tal explicación razonarían con sus discursos habituales: ¡Facha, fascista! ¡Quememos las iglesias! En realidad, no podemos utilizar ningún argumento que toque el asunto crematístico porque la cuestión monetaria les importa un pito y es sólo su excusa.

¿Su excusa para qué? Para montar el pollo y atacar lo que no les gusta porque les horripila lo diferente. En realidad, no hay nada que podamos argumentarles porque  no son capaces de admitir en su mente escueta y fanática una idea distinta a la suya. Lo cual, además, le viene de perlas al gobierno actual, al que le da pavor una juventud a la que se reúne para decirle: !No tengáis miedo! Una juventud así: valiente y dispuesta a vivir de acuerdo con sus principios es una juventud indeseable.

No…, no hay argumento posible que utilizar con esta gente porque no está dispuesta a aceptar y consentir la diferencia, la discrepancia y que uno quiera ser libre para vivir como le venga en gana, incluso si ello supone salirse del aprisco donde quieren aborregarnos a todos.

Democracia real, sí, claro, pero sólo para ellos. Los demás…, ¡al paredón! No sería la primera vez que lo hicieran.

11 comentarios:

posodo dijo...

Miscelánea 1: Y eso que no siempre fue así la educación en Inglaterra, ¿no?.
Pero tienes razón. Hubiera podido ir un poquito más allá, y anunciar una nueva reforma en la enseñanza, para que al menos, hubiera opción de reforma en la educación.

Miscelánea 2: Lo de 'Democraciar real' es el resultado de su falta ede esfuerzo. El verdadero sentido es 'La Democracia no vale un real?, que es lo que profundamente piensan (bueno, aquellos que son mínimamente capaces de hacerlo).
Y es evidente que con esta gente no cabe refutar nada, ya que no están por la labor. Y acabamos cayendo en su misma trampa: hacer un balance económico-financiero de la Jornada, olvidando lo principal de ella.

Un saludo.

S. Cid dijo...

Posodo:
1.-No se trata sólo de la educación escolar. Han trastocado todo nuestro mundo.
2.-Una vez más agacho la cabeza ante tu perspicacia y aprendo la lección: sí, supongo que caí en la trampa. Veré si ando más lista la próxima vez.

Saludos.

Alawen dijo...

Querida S.Cid, no sé si alguna vez volverá a ser el mundo como lo conocimos. Parece mentira lo que se puede destruir en tan poco tiempo. Espero que, como en cada ciclo histórico, cuando nuestro momento decadente termine, haya una ola que lo purifique todo, y vuelta a empezar.
Del mal llamado movimiento del 15M, para qué hablar... Son los perros que ha dejado suelta la izquierda, la avanzadilla de los que, al verse privados del gobierno por las urnas, no dudan en imponerse por la fuerza... La democracia, como dijo Pablo Iglesias, no es más que un instrumento que se utiliza a conveniencia, y que es abandonado en cuanto deja de servir a sus propósitos...
Posodo tiene razón: el principal beneficio de la JMJ no se mide con dinero, pero ellos nos han querido llevar a su terreno con el discurso económico, y le hemos seguido el juego.
Abrazos.

carlos dijo...

Yo creo que todas las sociedades tienen su ciclo, y ésta está en fase terminal, podrida hasta el tuetano de sus cimientos...sería muy divertido ver su final como quien ve una película del fin del imperio romano con palomitas en la mano..pero nos ha tocado ser extras de ésta película de serie B... ajo, agua y mucho estoicismo, es lo que toca.
Saludos

caraguevo dijo...

Traigo el final del artículo de Eduardo Suárez, corresponsal de EL MUNDO en Londres desde 2007, que fue publicado el pasado día 10 de agosto:

La ejecutoria de estos criminales no es el fruto de los recortes ni de la inmigración. La violencia tiene que ver en cambio con la cultura de la dependencia que se ha instalado en los vecindarios más pobres del Reino Unido.
Unos cinco millones de británicos viven de la beneficencia del Estado, que recompensa su inacción con generosos subsidios por hijo, por vivienda y les ofrece una ayuda por desempleo de por vida. Millones de niños crecen sin ver trabajar a nadie en su entorno familiar y los educadores son incapaces de corregir el ejemplo dañino que ven en casa. He aquí el verdadero origen de los disturbios. Un inframundo en el que florecen el alcoholismo y los embarazos adolescentes y en el que los adolescentes heredan la indolencia y los brotes ocasionales de violencia de sus padres.

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caraguevo dijo...

También podemos enviarles unos programas de TeleCirco: "Sálvame", "Supervivientes" y "La noria", adecuados a su nivel para que estén entretenidos en sus casas y no haciendo males en las propiedades de los demás.
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Supervivientes alcanzó picos de audiencia del 60%.
España es "asín".
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posodo dijo...

Así, al menos, podrán hacer uso de los televisores y equipos de jai-fai que se robaron durante los saqueos.

José Antonio del Pozo dijo...

Dice Cameron que les harán reparar personalmente el destrozo de su vandalismo y que les pondrán cara a cara con las víctimas de sus desmanes. Ojalá lo haga. Sería un a revolución de verdad. Habrá que comprobarlo.
saludos blogueros

S. Cid dijo...

Alawen: Yo creo que no, que el mundo nunca volverá a ser como lo conocimos, lo cual, por otra parte, no ha de llamar la atención, pues todas las cosas evolucionan. Lo que me temo es que irá cada vez a peor.

Me gusta tu definición del 15M: "Los perros que ha dejado sueltos la izquierda de avanzadilla..." en este caso de Alfredo P. Desde luego, la izquierda nunca lo ha ocultado: la democracia le importa un pito, simplemente se sirve de ella para estar (por siempre jamás) en el poder. No se les cae la cara de vergüenza con las palabras de Pablo Iglesias. Tampoco parece avergonzarles que sea la izquierda (tanto como dicen de la derecha) la única que ha amenazado de muerte desde los mismísimos escaños del Parlamento. Amenaza que, por supuesto, hicieron realidad. Qué cara más dura.

Y, mientras tanto, los jetas del 15M dándoselas de gente guay y de apolíticos, cuando no son sino una sucursal de lo más rancio, sucio y repugnante de la izquierda.

Alawen y Posodo: Después de pensarlo durante estos días, creo que al fin no estuve demasiado equivocada con mi crítica. Obviamente, el objetivo de las JMJ no es enzarzarse en dialécticas vacuas, pero no es una equivocación poner blanco sobre negro y dejar en calzones a estos caraduras de la izquierda (la mediática y la callejera). Si siempre te callas, acaban creyéndose que son dueños de la razón. Si nunca les pones frente a sus estupideces y sus incongruencias, se les sube la autoestima de una manera insufrible. Si jamás les dejas en ridículo utilizando las necedades que expelen, llegarán incluso a creerse inteligentes.

No, no anduve demasiado desencaminada.

Carlos: Sí, todo en el universo es cíclico (incluso se apunta la posibilidad de un Big Crunch, algún día, que dé pie a un nuevo Big Bang) y parece que, ciertamente, vamos camino de la autodestrucción. ¡Qué pena! Habrá pues que jo...robarse, sí, aguantarse y resignarse, lo que no sé es si lo haré con estoicismo. De momento pataleo.

S. Cid dijo...

Caraguevo. Como respuesta, iba a copiarte un trozo de un artículo que leí ayer en La Gaceta, pero me han tirado hoy el periódico a los papeles. Tenía bastante que ver con esto. Y, sí, lo que dice tu trocito de artículo es bastante acertado. En España vamos de camino a ello (¿qué es el PER, si no?), y me toca las narices ser de las que se dejan los cuernos trabajando para que unos aprovechados vivan a mi costa y pasen su vida sesteando. Niñatos maleducados a los que no les ha faltado nunca de nada gracias al esfuerzo ajeno y que, cuando no tienen el último modelo de móvil, la montan.

Así se explica una de las pancartas que tenían los del 15M y que decía: "Lo queremos todo y lo queremos ahora". La afeé en una de mis clases y mis alumnos no entendían por qué. Ellos la veían tan natural... Les hablé de lo beneficioso que es el esfuerzo para conseguir aquello que se anhela, pero no acabaron de pillarlo. Al fin y al cabo, ellos lo tienen todo y lo tienen siempre. Se encuentran también con profesores que les alientan: uno de mis compañeros, hijo de obrero (según presume), nacido y criado en un barrio de obreros (sigue presumiendo) y, por supuesto, votante del PSOE, decía hace años (justo cuando firmé la compra de mi casa y él se quedaba por no poder comprarse una) que el gobierno debería bajar los precios de la vivienda por ley. "Entonces, yo -le contestaba- que me someto a las leyes del mercado y hago un gran esfuerzo de ahorro y de trabajo (complementaba mi sueldo dando clases particulares hasta las 9 de la noche) vería cómo, merced a la injusta intervención del gobierno, pierde valor mi propiedad que tanto sudor me ha costado". Él (que gastaba su sueldo comiendo y cenando siempre fuera de casa, acudiendo a la ópera todos los fines de semana, etc., etc., etc.), simplemente se encogía de hombros. Así funcionan.

S. Cid dijo...

José Antonio: Lo he leído hoy en La Gaceta. Es una medida con la que Cameron se redime un poco a mis ojos. A ver si es verdad que lo hacen porque, como bien dices, eso sí que sería toda una revolución. Ya está bien de soportar gentuza vaga y sucia.

Belén 2013

Belén 2011