miércoles, 27 de mayo de 2009

Proyectos...

Proyectos…

Proyectos…, ¡qué bonito epígrafe lleva este artículo! Pero…, ¿y qué viene ahora? El encabezamiento ya está logrado, sin embargo, me bloqueo en estas primeras letras. ¿Será por qué no tengo proyectos? ¡Oh!, no…, sería absurdo comenzar un nuevo bloque si no se tiene nada que incluir en él. En realidad…, proyectos tengo muchos; el problema es si se harán realidad algún día… Voy a ser sincera: suelo tener arrancada de caballo andaluz y parada de burro manchego, por eso me produce aprensión hablar de estas cosas: ¿llegará el día en que vean la luz o se quedarán por siempre en el ordenador durmiendo el sueño de los justos? Esa es mi duda.

Sí, sí…, ya sé que proyecto es, precisamente, la “idea que se tiene de algo que se piensa hacer y de cómo hacerlo” (María Moliner, dixit), pero yo sigo recelando de la parada de burro manchego… Aunque…, en realidad…, en tu pantalla tienes ahora mismo refulgiendo uno de mis proyectos. Sí, claro…, me refiero a este blog. ¿Por qué lo escribo? Pues precisamente para dar a conocer mis proyectos (¡y estoy embarcada en unos cuantos!), el relato de los cuales, no obstante, dejo para otros días. ;-)

5 comentarios:

José Manuel Guerrero C. dijo...

Céntrate en uno, y sácalo para adelante.
Es mejor tener arrancada de caballo andaluz y parada de burro manchego, que no al revés.
Eso es una buena motivación.
Saludos.

S. Cid dijo...

Pues he dejado colgados un montón a causa de este blog... Creo que debería volver a alguno de ellos,al menos para que no se le pase el arroz porque si lo dejo mucho tiempo en barbecho, al final no sabré cómo retomarlo. Quizá lo haga.

Saludos.

S. Cid

posodo dijo...

Ánimo, y si han quedado colgados algo altos, tienes estos comentarios como taburete para llegar mejor.
Por ejemplo, escribir "La demoledora relación de las obtusas actuaciones de Hamlet y Gretel" ;-)
Cuando leas "Fundación e Imperio", verás un episodio, basado en la historia de Roma, en el que resistiendo, se vence. Tal vez no te permitan ejercer tu potestas, pero nadie te quitará tu autoritas.
Deriva, pues, hasta entonces, tu potestas hacia estos otros proyectos. Y si tienes dudas, recuerda, en este sentido, que Pascal dijo que "el corazón tiene razones que la razón desconoce": es cuestión de esperar, ver y entender las razones de esos proyectos.
Un cordial saludo, o sea, desde el corazón.

S. Cid dijo...

Posodo: Jajaja, veo que nuestros caminos internáuticos se cruzan más allá de este blog y del tuyo.

Con respecto al título ese que propones... no imaginas tú, Posodo, cuán demoledor podría llegar a ser ese texto acerca de las relaciones obtusas entre la terrible duda de Hamlet y las miguitas de pan que se comieron los estúpidos pájaros ;-)

En cuanto a la autoritas y la potestas..., la primera bien me la gano día a día con sudor, esfuerzo y mucha, mucha imaginación; la segunda... ya casi no existía cuando llegué a las aulas como profe y no como alumna, pero me las arreglo para sustituirla con la primera y sobrellevar el asunto. No obstante, y ya que las mencionas..., me das una idea (últimamente pareces mi "muso") ;-), pero debo tener una larga tarde por delante y mucha tranquilidad para llevarla a cabo. Además..., aaahhh, esos proyectos aparcados que exigen su turno... Quizá algún día...

Pero, sí, aquí, entre estas letras, toda potestad es mía y no me corto en desplegarla según me parezca. ¿Quién sabe -como bien apuntas- a dónde me llevará? Es curioso tu párrafo final: tengo últimamente una extraña sensación de que... Buah, no sé cómo describirlo, pero parece que camino ;-)

Acabo con Pascal: sus "Pensamientos" es una lectura que tengo en la lista de espera desde hace años. Algún día caerá y probablemente con provecho.

Saludos y gracias por la visita.

S. Cid

posodo dijo...

¿No será en la edición de Austral, con las tapas verdes? Porque ese ejemplar también lo tengo yo esperando ;-)
Por lo demás, ya sabes que el más largo camino se inicia con un sencillo paso ;-)
Nos vemos... en este cibermundo.

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