sábado, 24 de octubre de 2009

Teletienda

Teletienda

La respiración apática se interrumpió y di un respingo. De repente toda esa flojera vital que me tenía amarrada al sofá desapareció producto de una honda meditación que había llegado a mí a saber desde qué recóndito rincón de mi interior más profundo y desconocido. Quité el volumen a la tele y expresé mis pensamientos en voz alta:
–¿Pero qué coño –me pregunté con ese taco ordinario– has hecho con tu vida para estar un viernes por la noche en pleno abandono soporífero deglutiendo los plomizos anuncios de la Teletienda?
Como me había incorporado tan repentinamente y con vehemencia tan agreste, el esternón se me había clavado en el estómago. Miré hacia abajo y pellizqué ese amigo desatento que se presenta cuando menos se le espera.
–Tengo que empezar a tomarme esto en serio… –me dije agarrada al michelín mientras echaba un vistazo con mirada culpable al cuenco de patatas fritas que reposaba sobre la mesa. Entorné los ojos para fijar la mirada y creí descubrir en su porte una chulería muy poco propia de un tarro con patatas–. ¡Será engreído! –añadí a mi pensamiento–. ¡Vanidoso! –le espeté airada.
El móvil sonó.
–Hola Gloria. […] ¿Pero qué me cuentas? […] ¿Tu madre? ¿En el hospital? […] ¿Demencia senil? […] ¡Oh, por Dios, pobrecita! […] ¡¿Eh?! ¡No me digas! […] ¿Álvaro? ¿Tu Álvaro? […] ¿En serio? […] ¡Será cabrón! ¿Y dónde se ha ido? […] ¿En vuestra casa? […] Espera, espera… ¿Pero no has dicho que os ha abandonado? […] ¿Y qué hace viviendo en vuestra casa? […] ¿De gorra? […] ¿Y el niño y tú? […] ¿En la de tu madre…? […] ¿Pero tú eres idiota? […] ¿¿¿En una secta??? […] ¡Ese tío es un gilipollas! […] Un momento…, me he perdido… ¿Qué pinta el niño…? […] ¿Eh? […] ¿Hiperactivo? […][…][…] ¡Joder, tía, qué cosas te pasan!
Tenía la oreja roja cuando colgué y un desagradable pitido en el oído.
–Hay que ver la vida…, ¡cómo es! –pensé. Durante algunos minutos, noté los puntos suspensivos aleteando en torno a mí. Luego, se posaron tranquilos en mi regazo. Pasé la mano por el michelín y lo observé meditabunda. Me recompuse al instante: volví a poner el volumen de la tele, me recosté en el sofá y miré de nuevo al tarro de patatas. De repente, ya no parecía tan fanfarrón.

14 comentarios:

José Manuel Guerrero C. dijo...

Aun así, hay que dejar de ver la tele, cualquier programa, a cualquier hora, en cualquier situación. Vuelve a mirarte el Michelín, es más, pon la mano sobre tu michelín ( ;-) ) y dime que no es verdadera la certeza de que lo que no mata, engorda.
Por cierto, ¿Que vendian en el teletienda? ¿Algo para rebajar los michelines? jeje.

Me has impresionado verdaderamente con tu estilo, para bien.

Un saludo, S.

posodo dijo...

¿Michelin? ¡Quiá!
Simplemente es que estás de Goodyear ;-)

Por otro lado, ¿qué decías en tu anterior anotación sobre que la vida es seguir hacia adelante? Pues eso.

S. Cid dijo...

Que no, que no, chicos..., que la de ahí arriba no soy yo. Está en primera persona, cierto, pero es... ella la que habla. Luego vendrá él. Y ambos compondrán la nueva sección titulada... Ella y él

Ella es rara, solitaria y nos irá contando experiencias a cuál más insólita. Él..., más normalito, no le anda a la zaga en vivencias... Ya los iréis conociendo porque visitarán el blog con cierta frecuencia.

Saludos a los dos.

S. Cid (la del cuerpo esbelto) ;-)

Sue dijo...

S. Cid seas o no seas tú, me ha llegado al alma lo de "rara y solitaria". Aunque en realidad no estás tan sola, tienes al Michelín :)
La verdad es que después de todas las movidas de tu amiga ( o de su amiga, la amiga de la del michelín) tú estás como una reina viendo teletienda (o ella), aunque sea deprimente, ¿te presto un dvd?

S. Cid dijo...

Jajajaja, caray, Sue, qué lío de "ellas", ¿no?
Bueno, rara es un rato... Ya la veréis hablando con su Sopor y corriendo a deshacerse del sofá, operando a una bañera o plantada por un mordisco... Que sí, que sí..., que es rarita ;-)

¿De qué es el dvd? ;-)

Saludos.

S. Cid

Guido Finzi dijo...

Para bien o para mal, siempre hay quien gana..

Saludos.

S. Cid dijo...

Sí..., siempre hay gente peor ;-)

Saludos.

S. Cid

Miguel Baquero dijo...

Joder, la Teletienda, con lo aburrido que es eso... con lo que molan los programas nocturnos de busca la diferencia o di un nombre de mujer con tres A, en los que se tiran a veces cuatro horas...

S. Cid dijo...

¿Encontrar la diferencia? Hummmm, gracias, Miguel, me das ideas para la próxima vez que la tire en el sofá a devorar patatas... ;-)

Saludos.

S. Cid

Anónimo dijo...

oh!me encanta!quiero leer ya la siguiente entrada del blog!ME ENCANTA!!
SOY FAN TUYA!!
un besito!
Gloria

Guido Finzi dijo...

A un primo mío, un porro fumado de madrugada le trajo la visión de Dios hablándole a través del presentador de Teletienda....y es que los caminos del Sumo Hacedor son inescrutables...

Un saludo.

S. Cid dijo...

Guido: Sí que lo son, Guido, aunque siempre acertados. Yo lo he comprobado en algunas ocasiones. Quizá por ello cada día me siento más tranquila. Eso sí, lo Dios encarnado en la figura de un presentador de la Teletienda... no me ha pasado en la vida, aunque es material interesante sobre el que basarse para futuras ideas... ;-) Por cierto..., ¿para cuándo el placer de volver a leer alguna nueva "ciruela pasa"?

Gloria Hola Gloria :-), me alegro de que te haya gustado y prometo que pronto vendrán más historias. Me alegro de verte por aquí, ya que últimamente no os veo mucho por los pasillos. A ver si bajáis a hacerme una visitita de vez en cuando. Besotes.

S. Cid

Guido Finzi dijo...

Para cuándo? No sé, Dios dirá....pero supongo que para el próximo domingo o lunes.
Gracias por el interés y un saludo de los míos: Shabat Shalom ¡

S. Cid dijo...

Para contestar a ese saludo, ¿se dice también "Shabat Shalom" o, al revés, "Shalom Shabat"? Instruyeme, please, para que pueda desearte un buen Shabat, porque eso es lo que significa, ¿no? Disculpa mi ignorancia... :-)

Mientras me llega la respuesta, te envío los saludos de siempre... :-)

S. Cid

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