Al parecer, antiguamente, los alumnos agradaban a sus profesores llevándoles pequeños regalos con los que agasajarlos. Me viene a la memoria una escena, en la preciosa serie Ana de las Tejas Verdes, basada en la deliciosa novela de título idéntico escrita por Lucy Maud Montgomery, en la que una alumna entrega a la profesora una manzana como regalo.
Mucho han cambiado las cosas desde entonces, claro, y lo de la manzana ya no se estila. Ahora -puedo dar fe de que a veces me ha ocurrido- te traen bombones, algún adorno para la casa e incluso algún que otro bote de colonia. Lo que nunca me ha regalado un alumno agradecido es, desde luego, una manzana.
No acostumbro apetecer los regalos de los alumnos, primero y sobre todo, porque me resulta embarazoso recibirlos y, segundo, porque en general no aciertan con mis gustos y a veces me quedo con ellos colgados, sin saber qué hacer. Es el caso de los adornos (todavía tengo metida en su caja la figurita de una menina a la que el único uso que he encontrado es el de sujeta-libros..., y ni aun así me decido a colocarla en la estantería). La colonia... es algo muy personal, ¿no?, de modo que a veces los gustos divergen bastante; y en cuanto a los bombones..., no suelo probarlos (así que eso que gana mi madre, destinataria final de las cajas que me regalan). No crea nadie, sin embargo, tras la lectura de este párrafo, que no agradezco la intención, que lo hago, y mucho, además de azorarme cuando los recibo.
Pero, volviendo al asunto de los regalos alumniles, visto que el verano se aproxima y que la línea pasa la factura de los excesos cometidos durante el invierno, lo de la manzana no sería una mala idea. Sin embargo, amigos, este año me ha sucedido algo que ha sido, tal y como lo defino en el título de esta entrada, lo nunca visto. Y eso que es típica la broma del alumno que te pregunta: "Profe..., ¿me apruebas si te regalo un...?". Sí, sí..., querido lector, eso es lo que me han regalado: los alumnos de mi tutoría se presentaron ayer en el colegio con un...
para la profesora que les da ACT y para mí misma, que además de ser la tutora les doy (y aguanto durante 9 horas a la semana) ASL. Una tierna tarjetita rodeaba la pata del jamón. Me he quedado ojiplática..., y mi compañera..., como yo. Nunca antes nos había pasado nada como esto. ¿Me imagináis saliendo del colegio con un jamón debajo del brazo? Pues ayer esa imagen fue una realidad.
No han sido los padres, sino los alumnos los que han comprado el jamón con sus ahorros..., y eso te da qué pensar. Por eso ayer, cuando se lo conté, mi madre me dijo: "Hija, eso es que te aprecian...". Creo que sí..., que lo hacen..., y su aprecio es, sin duda, lo mejor del regalo.
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PD: Ahora toca encontrar a alguien que lo haga tapas y las envase al vacío...
19 comentarios:
¡ja,ja! Buen provecho entonces. Debes de ser una buena profe, no te quepa duda.
Pero.. ¿es de pata blanca o negra? ¿ibérico o serrano? ¿de bellotas o de recebo?. Háblanos del jamón, porfa.
Saber cortar el jamón con su debido grosor en lonchas, está al alcance de muy pocos. pocos son los elegidos para tan alta tarea.
Yo, soy uno de ellos. Así que ya sabes, estrella.
Mi cuñado marbellí se ganaba la vida honradamente trabajando en un hotel de su tierra.
Economista él, era el encargado de la intendencia del establecimiento. Hace justamente una año, el hotel echó el cierre. Todos a la calle. Nada nuevo bajo el sol de esta España que empieza a dolerse.
Desde hace dos meses, está trabajando en un restaurante de la capiltal malagueña.
En su curriculum señaló graciosamente que cortaba el jamón con la misma elegancia y finura con la que la vionista Anne-Sophie Mutter ataca la primera nota de el concierto en Re Mayor de Beethoven.
Bien, sólo añadiré a esta perorata, que mi cuñado marbellí es un jodido zopenco a mi lado.
La demostración palpable que esto es asín, la encontramos en las cenas familiares. Siempre por unanimidad, la familia decide que sea yo el que afine el jamón.
"¿Es por eso, no?..., mamá?....¿?"
Vaya tela, te habrás quedado to flipá. Enhorabuena. Yo, tras un montón de años en Madrid, me fui a Andalucía. Y durante años me llevaban naranjas, bombones, patatas, en fin. "Será costumbre de aquí", pensaba yo. Y en efecto así debía ser, porque he vuelto a Madrid y ya nadie me regala nada. Eso sí, lo prefiero. Saludos.
Me voy a hacer profesor a ver si cae alguna patita de jamón. ¡Qué suerte!
Muy pocos docentes pueden decir lo mismo que tú en el post. Es un regalazo.
¡Qué buena profe debes de ser!
Besotes.
Paco Gómez Escribanos, es que los andaluces son muy espléndidos. No todos, pero sí lo suficientes como para que el derroche y el halago con lo que nos importa, forme parte de nuestra indosincracia.
Bookworm: No sé si buena profe, pero paciente..., sí. Hoy en día, en las aulas, o desarrollas una paciencia que ni Job, o te suicidas directamente, jajaja. Aprovecharé el jamoncito, porque no creo que esto se vuelva a repetir en la vida. Yo todavía estoy fuera de mí por la sorpresa.
Bate: Pues..., chico..., no me he fijado, así que no sé darte detalles...
Pero..., ¡cachis!, mira que no saber a tiempo que tú eras uno de los Elegidos... De momento, mi madre me ha solucionado el asuntín: ha hablado con su charcutero, que mañana tendrá entre sus competentes (espero) manos para meterle mano al jamón y al hueso, no lo olvidemos, que se hace un caldito con él que entra muy bien en invierno.
Paco: Ya te digo que me quedé flipá. De hecho, todavía lo estoy... No logro salir de mi asombro. Nunca me imaginé que esto sucediera. Es que estos chicos son... Eso sí, llevan dos días persiguiéndome por el colegio para que les diga las notas, cosa que no puedo hacer hasta el jueves; de manera que mañana me tocará otra larga mañana escabulléndome y dándoles esquinazo, porque el "no" ya no les sirve...
Carlos: Chico, a pesar del jamón, no te aconsejo que te metas en esto de las aulas. Yo, si pudiera, ya habría salido de allí. Aunque, tal y como va el país..., Virgencita, Virgencita..., que me quede como estoy.
Saludos, amigos.
Tomale la palabra a Bate, y dejá que lo corte, que estos andaluces son muy hábiles con los cuchillos jamoneros.
Saludos
Guido: ¿Pero Bate no está por alguna parte de las Españas disfrutando de sus vacaciones? Bueno, la oferta de este andaluz hábil con el cuchillo jamonero llegó tarde..., ya había mi madre concertado con su charcutero el desmenuce de la pata...
Hay pendiente (je,je) un costillar a la miel con bate, de cuyo aperitivo puede muy bien formar parte parte de este jamón (tanta 'parte' a cuento [y cuenta] de que quien parte y reparte...)
Ahora ya es tarde, pero podíais haber entretenido la espera de las notas prearando un comentario de texto sobre "¡Qué buenas que están estas virutas de jamón!".
Posodo: Uffff, por un momento, después de visitar el enlace, pensé muy mal. A Dios gracias, a la vuelta compruebo que ahí arriba utilizas "costillar a la miel con" -y no de- Bate" ;-)
Y, sí, ya es tarde para entretener la junta..., pero no para entretener las tardes del miércoles, jueves y viernes de la próxima semana en que tendré que dormitar con los ojos abiertos y permanecer con cara de atención mientras mi cerebro viaja por la galaxia durante las torturadoras reuniones a que nos someterán. En fin..., c'est la vie... que tengo que vivir, hasta que la cambie. Y estoy empezando a cansarme mucho de ella...
PD: Yo pongo la miel... ;-)
Corrección: veo -primero lo hice en tu diario y ahora en el mío- que no presto atención suficiente a las comillas. Primero pienso en decir una cosa y, según las necesito, las coloco; y luego cambio de idea pero no modifico las comillas, de manera que al final no tienen sentido ninguno. Sorry... :-(
Lo de las "comillas" tal vez sea un anticipo de la "comida" que se está fraguando, o sea, que cierto sentido sí tienen ;-)
Posodo: ¿El costillar "de" Bate a la miel? ;-)
No os podéis hacer una idea como duele, ya no tanto, tener un par de costillas jodidas, para que encima, llevéis un buen rato de guasa a costa de mis pobres costillas.
!!!Esto es intolerable!!! -;)
PD: Todo se andará Posodo. Fíjate que a partir de julio me marcho a vivir al chalet de un amigo, de alquiler. Allí, llegado el momento adecuado, podremos organizar una buena comida como nos merecemos los amigos que pululamos por nuestros magníficos blogs. Así sea.
Saludos
Bate: Pero el costillar va bien..., ¿no? ;-)
Hey, vas a tener casita nueva. ¡Qué bien! :-)
El costillar está en su sitio, drenando(no sé si esta es la palabra médica correcta, pero tú me entiendes) a una velocidad constante, firme.
Lo peor pasó. Ahora a rezar para que no tengamos un verano muy caluroso.
Sí, un amigo que tuvo que cerrar un restaurante en Galapagar(la maldita crisis)se marcha a Canarias. Allí tiene familia y cree que puede empezar de cero. Que de desgracias estamos viendo y padeciendo. Sólo espero que tanto baño de realidad nos sirva al menos para cambiar la concepción de la vida. Pero me malicio que muchos aún sigan sin enterarse de nada. El daño causado es tanto, que hay mucha gente, la mayoría, convertidas en un "no muerto"(Me estoy leyendo Camino del Norte H. Vázquez-Rial).
Me hago cargo de la casa, y me la alquila a un precio tolerable. ¿Qué se puede pedir más?....
Saludos
Bate: Pues felicidades por tu nuevo hogar y a disfrutarlo.
Y, no, la gente no aprenderá. Volverá a tropezar con la misma piedra y si no..., al tiempo.
Quizá es que soy pesimista por naturaleza, pero de esta no vamos a salir porque no hay quien lo haga por nosotros, que, por otra parte, no sabemos sino trabajar duro y dejarnos robar de la nómina para mantener a la panda de necios que nos (des)gobiernan. Ni un sólo político de los que van a pedirnos el voto de aquí a nada es capaz de sacar el país adelante. Intereses personales primero; la nación, después. Y, además, son todos una panda de ineptos. Suerte para tu amigo..., a pesar de todo y mejoría para tu costillar ;-)
Ufa, y a mí que lo más lindo que me regalaron mis alumnos fue una cajita de perfumadores de cajón!!!
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