lunes, 7 de octubre de 2013

La Luna se aleja de la Tierra

La Luna  se aleja de la Tierra

Ésta es, sin duda, una de las curiosidades astronómicas que más me sorprendió cuando supe de ella, hace unos años: la Luna se aleja de la Tierra 3 centímetros y pico (3,8, para ser exactos) de la Tierra. A veces he pensado qué consecuencias tendrá ese alejamiento para el Planeta. La sección de ciencia de ABC me da la respuesta:

1. Los días en la Tierra se alargan: cuando la Luna estaba muy cerca de la Tierra, los días duraban apenas 5 horas, pero a medida que se alejaba, los días se alargaron hasta las 24 horas de hoy. Pero seguirán alargándose hasta que duren un mes y más, hasta que se hagan eternos y una cara de la Tierra mire siempre al Sol y la otra resultará estar siempre en tinieblas.

2. Las mareas desaparecerán: con el alejamiento de la Luna, la fuerza de gravedad de nuestro satélite sobre la Tierra cada vez será menor, y las mareas dejarán de existir. Los océanos y los mares se convertirán en piscinas gigantes.

3. El eje terrestre oscilará: el hecho de que la Luna se aleje desestabilizará el eje terrestre, de forma que oscilará 90 grados, provocando que en ocasiones los polos bajen hasta el ecuador y el ecuador ocupe la posición de los polos. La situación actual del eje terrestre es vital, ya que estabiliza el clima.  Cuando el eje comience a oscilar, la vida deberá acomodarse o dejar de existir.

En 2007, durante una noche de observación astronómica en una pequeña casa de campo, en Extremadura (el lugar desde donde se pueden contemplar las más bellas vistas de la Vía Láctea), logré obtener algunas fotos de la Luna a través del telescopio. No tenía el adaptador necesario y hube de sostener la cámara a pulso con su objetivo pegado al ocular del telescopio, de modo que no son nítidas; pero, aun así, me siento bastante satisfecha con ellas. Ésta es una:



Sin embargo, ninguna de ellas puede emular la visión de nuestro satélite a través del telescopio. Mirando por el ocular, pude seguir con nitidez sus valles y hundirme en sus cráteres. Es sencillamente preciosa; pero refleja tanta luz, que nunca pude observarla durante demasiado tiempo porque me hacía daño a la vista.

A veces me siento en un lugar tranquilo por la noche y, de cara a la Luna, calculo la distancia que se ha alejado de nosotros desde el día que nací. Da qué pensar saber que algún día no estará ahí, a un golpe de vista, y que, para las generaciones futuras, fotos como ésta serán una fantasía.

4 comentarios:

posodo dijo...

Resulta curioso lo que comentas, aunque no termine de cuadrar con lo que nos cuenta Asimov al final de la serie de la Fundación, pero, claro, es que, si no, no habría novela ;-)

Enhorabuena por la foto, es muy chula, aunque no tanto como la autora ;-)

S. Cid dijo...

Posodo: Sí, la Fundación se coló en ese sentido. Pero, efectivamente, es ficción, y en ficción todo es posible.

Sí que es chula la foto. Me gusta mucho. La autora también me gusta, ¿pero qué otra cosa podría decir de ella?

María Gaetana dijo...

Anota para una próxima ocasión una de los anillos de Saturno.

Muy bonita luna.

Saludos.

S. Cid dijo...

MGae: ¿Te acuerdas de aquel momento mágico? Jo, a mí no se me olvidará en la vida: Apunta, apunta a aquella estrella tan brillante y, ¡paf!, ahí estaba Saturno. ¡Qué visión más alucinante! Intentaremos una fotito (si es que alguna vez nos decidimos a retomar nuestras observaciones astronómicas). Y a ver si ya de paso pillamos a Marte, que se nos ha venido escurriendo, el maldito.

Belén 2013

Belén 2011