jueves, 17 de octubre de 2013

Off

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Dejé de jugar al Tetris hará cosa de 7 u 8 años cuando, por las noches, empecé a ver figuras geométricas que caían y que yo tenía que voltear imaginariamente para colocarlas en su lugar.

Hoy, pensando, me vino a la imaginación una metáfora curiosa que asimilaba la vida a un tetris cuyas piezas tienes que ir colocando de manera que cuadren. Si eres hábil, la existencia se va  estructurando con meticulosidad; si no, un caos de trozos de vida, que van acumulándose unos encima de otros, acaba por aplastarte contra el borde superior de la pantalla.

En cualquier caso, ya sea un juego de ordenador o una vida (des)ordenada, siempre hay un momento en que hay que apagar el aparato de manera que las noches no se llenen de figuras a las que tienes que rotar entre sueños.

Es fácil, sólo hay que apretar un botón.


2 comentarios:

María Gaetana dijo...

Me gusta la metáfora... La dificultad creciente del Tetris es cuando las pantallas avanzan y las piezas empiezan a caer a toda velocidad... Ja, ja... Ése es el momento de tomarse un respirito, sí.

Un abrazo.

S. Cid dijo...

MGae: No sé cómo me da por metaforizar estas cosas, de verdad, pero parece que ando últimamente con la mente muy despierta y creativa. Lástima que me haya sorprendido la creatividad en un periodo vacacional respecto de su uso. ¿Para cuándo ese invento maravilloso de la grabadora de pensamientos? MGae, MGae, abandona el doctorado y ponte con ello. Te harías de oro.

Belén 2013

Belén 2011