sábado, 10 de octubre de 2009

Bruce me engañó

Bruce me engañó

Y, sin querer escribir como lo haría una mujer despechada, confieso que por su engaño ya siempre albergará mi corazón la sospecha... y nunca más podré confiar en él ciegamente como había venido haciéndolo hasta ahora.

La elección de película oscilaba entre Discrict 9, opción que estaba sumamente clara hasta el jueves por la tarde, y Los sustitutos, película que vi anunciada ese jueves en un cartel del metro cuando iba camino del médico. Finalmente, y a causa de Bruce, peleé por la opción Willis y gané, de modo que ayer por la noche arrastré a mis acompañantes hasta la sala 8, donde esperaba pasar un buen rato en compañía del calvito.

La primera sorpresa no fue nada agradable: "En el tercer milenio..." empezaba la película, mientras, sobre imágenes futuristas, iban apareciendo nombres en español... Murmullos generales en la sala: "¿Qué es esto? ¿Una peli española?". En mi grupito surgió la duda: "¿Acaso nos hemos equivocado de sala?". Luz del móvil para comprobar la entrada. No, la sala es la correcta. ¿Entonces...? Mandamos un equipo de investigación que salió de expedición y al cabo de unos minutos volvió con la información que buscábamos: "Es un corto español -de esos que primero tenemos que pagar con nuestros impuestos, nos guste o no, y luego hay que tragarse por narices- tras el cual vendrá la peli... de Bruce".

Y la peli de Bruce fue un fiasco. ¡Qué desilusión! De vuelta a casa, a eso de la una de la mañana, cuando, muerta de cansancio, me esforzaba en conducir como Dios manda, sin salirme del carril y pensando en las ganas que tenía de pillar la horizontal, una amiga aún tuvo ánimos para parlotear y decir que..., bueno..., la película tenía cierto trasfondo que..., bien mirado..., bla, bla, bla. Además señaló una laguna que quedaba sin aclarar cuando..., bla, bla, bla. Yo seguía concentrada en mi conducción y pensando en la horizontal. No obstante, aún tuve suficiente cantidad de cerebro despierto para registrar en la memoria la laguna que apuntó mi amiga y que, sin embargo, no pienso relatar aquí porque la película ni siquiera merece que se comenten sus fallos.

¡Ay, Bruce..., después de tantos años...! ¡Ay!

6 comentarios:

José Manuel Guerrero C. dijo...

El otro día vi una foto de la hija mayor del amigo Bruce y me pegué un susto, coño, que por un momento pensé que era un fotochó o un montaje. La niña quiere ser también cómica o modelo o que sé yo, algo en lo que trabajar relacionado con el mundo ese de la farándula y el ginecéo (RAE: 1. m. Departamento retirado que en sus casas destinaban los griegos para habitación de las mujeres). Mi teoría es que Bruce -que también ha tenido que ver esa foto- desde ese preciso instante, está de bajona. Normal, la Demi con un mario 30 años menor que ella y ahora le sale la hija rarita. Tela incluso para un Heroe.

posodo dijo...

Veo que llevamos camino de quedarnos sin apreciar esa risilla tan personal (al menos, en el doblaje) je,je,je

P.S. Ya que la película no, espero que la visita al médico fuera bien.

S. Cid dijo...

Bate: Pues a lo mejor es por causa de la foto o de pelusilla por lo de Demi, pero Bruce ya no es lo que era... y sus pelis, tampoco. :-(

Posodo: En esta peli no solo no soltó el je,je,je..., sino que la mitad del tiempo está medio deprimido. ¡Ay que jorobarse!

El médico..., bien, supongo. Me recibió, me hizo no sé cuántos volantes para no sé cuántas pruebas (de revisión) que ahora tengo que ir a hacerme y luego volver. Total, un rollo. Pero, bueno, creo que irá bien. Gracias :-)

Saludos a los dos.

S. Cid

Guido Finzi dijo...

Yo también habría apostado por Bruce, al que tengo cierto aprecio desde que vi aquella comedia que protagonizó junto a una teñida Kim Basinger
Sin embargo, como hace tiempo que no voy al cine, no tengo ése problema. En estas dos últimas semanas me estoy bajando películas de Michael Caine y de Donald Sutherland, para después verlas tirado en la cama o el sillón y atiborrándome de panchitos salados mezclados con pasas de Corinto. Aunque la pantalla sea más breve, no soporto a tarados haciendo ruido con los envoltorios de las chocolatines, ni sorbiendo la Coca-cola o cuchicheando comentarios con el/la acompañante.
Un saludo

PD: Por cierto, el otro día se cortó la luz justo cuando terminaba la película "16 Calles", en la que Bruce Willis interpreta a un policía. Me quedé sin saber cómo termina.
Y ahora, me voy a ver "Contrato en Marsella" (1974), con el genial Michael Caine.

S. Cid dijo...

Guido: Ya que hablas de los indeseables maleducados que a veces te encuentras en el cine, el otro día tuvimos que compartir sala con unos cuantos. Hubo una parejita que llegó y se sentó cerca de nosotros. El tío, ni corto ni perezoso, además de llegar con la película empezada y hablando en voz alta, como si estuviera en su casa, nada más sentarse levantó las patas (me niego a decir "piernas" en casos como éste) y colocó las pezuñas en el asiento que tenía delante.

Como esto se generalice mucho... o abren salas para gente civilizada o algunos seguiremos tu ejemplo.

Saludos.

S. Cid

José Manuel Guerrero C. dijo...

ALIANZA DE CIVILIZACIONES CINEMATOGRÁFICAS,,,,Ya!! ;-))

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