miércoles, 7 de septiembre de 2011

I love books

I love books

Presenta Bookworm un nuevo meme literario en su Bitácora de (mis) lecturas, titulado, como se ve ahí arriba, I love books, en el que he decidido participar. Consta de 15 preguntas... que voy a intentar contestar, aunque lo cierto es que cuando he leído algunas de ellas me he quedado en blanco.

1. El último libro que has leído. El último que he terminado es La cúpula, de Stephen King. Creo que era el primer título que leía de este autor (aunque podría ser que ya hubiera leído algo y sencillamente no lo recuerdo) y me ha gustado. Me decidí a leerlo porque pensé que no era de miedo y, efectivamente, miedo no da, aunque sí bastante sensación de angustia, sobre todo al final, que no lo hace apto para personas asmáticas o que sufran cualquier tipo de dolencia pulmonar.

2. Un libro que cambió mi forma de pensar. No creo que hasta el momento me haya topado nunca con un libro que, por sí solo, haya cambiado mi forma de pensar radicalmente. De hecho, no creo que haya nada en el mundo que me haya conducido a un cambio de ese tipo. Sí que ha habido libros que me han influido de una manera u otra, que  me han hecho reflexionar, que quizá han cambiado alguna idea que había en mi mente con respecto a algún asunto determinado..., pero no podría dar títulos concretos. Lo siento.

3. El último libro que me hizo llorar. Hummmmmm, no recuerdo. Llorar, llorar, creo que no (aunque quizá con alguno de los últimos se me escapó alguna lagrimilla que ya se ha secado y no recuerdo), pero un libro de los que he leído últimamente que me ha emocionado, impresionado y provocado en mí algunas otras emociones, algunas bastante intensas, ha sido Marco el Romano, de Mika Waltari.

4. El último libro que me hizo reír. Es difícil que un libro me arranque carcajadas (no suelo leer mucho humor y el poco que he leído me ha resultado más bien insípido. Será, quizá, porque escribir humor del bueno, del que te hace reír, es muy difícil). Sin embargo, un título que he leído en los últimos tiempos y en el que he recibido unas cuantas dosis de buen humor, ha sido la novela de uno de los amigos de este blog, Miguel Baquero, que ya apareció por estas páginas de Finis Terrae: Vidas elevadas.

5. Un libro prestado que no me han devuelto. No presto libros, así que no tengo ese problema. Vaaaaleeee, seré franca: hay un grupo de personas a las que no me importa prestar libros: mi madre, mis hermanos y una amiga. El resto del mundo queda fuera de este grupo, y cuando alguien no perteneciente a él me pone en el brete de que le preste un libro, el asunto me desasosiega porque, ¡es verdad!: la gente te pide un libro, no suele leérselo y, para colmo, no te lo devuelve o tarda años en hacerlo, mientras tú tienes que contemplar, día a día, el hueco que dejó tu tesoro en tu biblioteca.

6. Un libro prestado que no he devuelto... todavía. No pido prestado ningún libro. Cuando veo que alguien tiene uno que me interesa, lo compro. De hecho, en ocasiones me ha ocurrido que he descubierto en la biblioteca de alguien un título que me ha llamado la atención y, al intentar anotarme los datos para comprármelo, el dueño del libro me ha dicho: No, no te lo compres. Llévate éste y léetelo. Cuando le he explicado que, gracias, pero no, prefiero comprármelo y él ha insistido en que me llevara su ejemplar, me he quedado sin saber cómo explicarle que si un libro me interesa, prefiero tenerlo en propiedad. Además de que, en cualquier caso, no me gusta pedir libros prestados. No obstante, algunas veces sí lo hago, pero sólo a un grupo muy reducido de personas... Sí, justo, habéis acertado: mi madre, mis hermanos y una amiga.

7. Un libro que volvería a leer. Muchos, hay muchos que volvería a leer, pero no suelo darme a la relectura porque tengo demasiada literatura pendiente y escaso tiempo. No obstante, si se me pone en el brete, diré que algún día volveré a leer El Quijote y que me gustaría repetir con La dama del Nilo. También hace tiempo que estoy obsesionada con una relectura, la de Los intereses creados, hasta el punto de que probablemente con éste sí tropiece.

8. Un libro para regalar a ciegas. Hummmmm, no entiendo bien esta pregunta o propuesta. He regalado muchos libros en mi vida. De hecho, es el regalo que más me gusta recibir y el que, a su vez, más he hecho. Sin embargo, últimamente me he vuelto un poco reacia a ello (a regalar libros, quiero decir), porque, aunque a mí me gusta recibir un libro como regalo, cualquiera que sea, voy percatándome de que al resto del personal mundial no le ocurre lo mismo, con lo cual me da reparo meter la pata y regalar un libro que, aunque quizá a mí me pareció maravilloso, a la persona que lo recibe puede parecerle un tostón infumable. Además, cada vez se lee menos, ¿no? Eso dicen, al menos. En cualquier caso, si se me pide un título concreto que regalaría, contesto que La muerte viene a cenar y otras historias. No está escrito todavía (no totalmente), pero ése sería el que envolvería mi paquete con lazo. O..., probablemente no. Ése sería el libro, en realidad, que regalaría a un grupo muy reducido de personas. Sí, sí..., no vais desencaminados en lo que estáis pensando...

9. Un libro que me sorprendió para bien. Uuuuufffffffffff, ¡y yo qué sé! Seguro que ha habido muchos, pero no guardo en la memoria ese tipo de recuerdos.
O, voy a expresarlo de otra manera: quizá lo guardo durante un tiempo y luego lo olvido.
O, una nueva forma de aproximarme a la oculta idea que guarda mi mente caótica: seguro que este tipo de información sí está por ahí, en algún parte de mi memoria, pero soy incapaz de encontrarla.

Así, a bote pronto..., no sé qué contestar... A ver, piensa, S. Cid, piensa... No sé. Si se me ocurre alguno más adelante, volveré a estas líneas para informaros de ello.


10. Un libro que robé. ¿Pero cómo pueden plantear esta pregunta siquiera? ¿De verdad hay gente que roba libros?

11. Un libro que encontré perdido. Creo que nunca he encontrado un libro perdido. Pero, como en la pregunta 9, tal vez sí lo he hecho y ya lo he olvidado.

12. El autor del que tengo más libros. Hummmmm, creo que en mi biblioteca hay una lucha denodada entre Galdós y Agatha Christie. De ésta tengo sus obras completas; de aquél, no; pero ya sólo con los Episodios Galdós presenta una fuerte vanguardia dispuesta al ataque con 46 títulos y luego, además, tengo bastante novela suya, así que supongo que gana Galdós.

13. Un libro valioso. ¿Valioso en qué sentido? ¿En sentido crematístico? En ese caso, no sé. Tengo algunos libros antiguos que quizá valgan algo más que el resto, pero no tengo una idea cierta acerca de este punto. Si es valioso en cuanto al contenido, algunos clásicos de los que abundan en mis estanterías son valiosos. Si es por el esfuerzo que requiere escribir uno, todos lo son. Incluso los peor escritos. En cualquier caso, un libro es un tesoro, ¿no? Así que...


14. Un libro que llevo tiempo queriendo leer. A ver, a ver..., en mi lista tengo, por ejemplo, Los hombres lloran solos, de Gironella, que aún no he podido encontrar; La saga Jeeves, de Wodehouse; Una temporada para silbar, de Ivan Doig y, el último añadido a la lista por obra y gracia de Plato por plato, Cremas y castigos, de Anne Martinetti. Lo dejo aquí porque, si siguiera, agotaría el espacio de la entrada para hoy.

15. El próximo libro que voy a leer. El narrador de cuentos,  de Saki.

16 comentarios:

caraguevo dijo...

No recuerdo quien dio aquello de "No hay preguntas impertinentes sino respuestas inadecuadas". Si la frase no era así exactamente se le daba un aire.
El caso es que aquí nos encontramos lo "mismo", lo interesante no son las preguntas, que están muy bien, todas referidas a libros, lo interesante son las respuestas.
S. Cid: muchas gracias.
Para el regalo de la sonrisa de hoy sólo hay que leer hasta aquí.
.
.
Mmmm... en la pregunta 5 la respuesta puede que sea literalmente correcta, pero hay por ahí unos libros de Julio Verne que no conseguí ver en la fotografía que pusiste el otro día del salón de tu casa.

José Antonio del Pozo dijo...

yo rescaté una vez "La náusea" de Sartre de un cubo de la basura, lo limpié, lo leí y... en verdad que daba naúseas, qué chorrada de libro.
saludos blogueros

carlos dijo...

Bueno, ya conocemos un poco tu biblio-personalidad,tú queriendo leer El Quijote por segunda vez y yo sin haberlo leído...que pena me doy..debería ser una obligación como el ir a la Meca para un musulmán.
Abrazos

Miguel Baquero dijo...

Joder, cuánto me alegro de haberte hecho reír, aunque sea lo último que haga en este vidaaaaagh.

José Manuel Guerrero C. dijo...

1- El último libro que has leído.
Fouché, el genio tenebroso
Es un libro biográfico del escritor austríaco Stefan Zweig en el que se narra la vida del político francés Joseph Fouché. El Rubalcaba francés.

2- Un libro que cambió mi forma de pensar.
(Una obra) La poesía y la vida de Teresa de Jesús.

3- El último libro que me hizo llorar.
Una mujer en Berlín.
Diario escrito por una mujer alemana en el Berlín de los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial. Una mujer vive escondida en el sótano de un edificio en ruinas. Su encierro coincide con la llegada de las tropas del Ejército Rojo, que tomaron la ciudad, la saquearon y violaron impune e indiscriminadamente a las mujeres.

4- El último libro que me hizo reír.
COMO CONVERTIRSE EN UN ICONO PROGRE: EL ARTE DE HACER LO CONTRARIO DE LO QUE SE PREDICA del geniial Pablo Molina.

5- Un libro prestado que no me han devuelto.
Una mujer en Berlín.
Creo que no me lo devolvieron... vaya, ahora no me acuerdo.

6- Un libro prestado que no he devuelto... todavía.
Yo cómo tú, Scid, no pido prestado libros. Fundamentalmente porque no tengo a nadie a quién pedírselo.

7- Un libro que volvería a leer.
The Life and Times of Michael K
de J. M. Coetzee, este hombre, en vez de pluma estilográfica maneja un formidable bisturi de cirujano con el que descuaja poderosamente el significado de cualquier palabra, cualquier acto, cualquier momento, creando con ello una tensión intensa y a veces extraña.

8- Un libro para regalar a ciegas.
"¿Un libro para regalar a ciegas."?
ENSAYO SOBRE LA CEGUERA, de Saramago (ufff...)

9- Un libro que me sorprendió para bien.
Brooklyn Follies
de Paul Auster. El tipo no me cae bien, es un progre algo engreido y endiosado -como todo buen progre que se precie, claro-, pero me lo pase pipa(Middleton) leyendo esta maravillosa novela.

10- Un libro que robé.
Cogí hace 15 años El amor en los tiempos del cólera del escritor colombiano Gabriel García Márquez de una biblioteca de Valencia y todavía no lo he devuelto ¿eso cuenta como robo??

11- Un libro que encontré perdido.
Rescaté uno de Torrente Ballester de un contenedor verde un día gris de lluvia y tormentas. No me acuerdo del título. Lo leí ensimismado hasta la antepenúltima página, las dos últimas faltaban, y me quedé sin enterarme de nada. Menos mal que el libro no tenía más de 150 pag.

12- El autor del que tengo más libros.
Umbral.

13- Un libro valioso.
Historia de la semana santa de Sevilla. Es una colección muy bien acabada de seis libros que me costó 600€. Era la época en que manejaba pasta, antes del zapaterismo.

14. Un libro que llevo tiempo queriendo leer.
El último de Paco Gómez Escribano.
A ver si me lo regalas, hombre, que estoy boquerón. (Paco, si si, es a ti, no mires pa otro lado)






Vaya curre me he pegado, illa. Este comentario mío se merece una de tus famosas sonrisas.

S. Cid dijo...

Caraguevo: Efectivamente (qué malo eres, pero qué malo...), esos libros faltan..., pero no porque fueran prestados. ¡¡¡Fue mucho peor!!! Ah, Perversidad, que encontraste carne en Caraguevo para traerme lágrimas amargas.

¿Sonrisa? Te espero ahí abajo.

José Antonio: De Sartre sólo he leído El existencialismo es un humanismo y casi no los rexisto.

Carlos: ¡Pues tienes que leerlo! Hala, ya tienes deberes... ;-) Pero, en serio, léelo: reirás, llorarás y, sobre todo, entenderás por qué a España le va como le va (en lo bueno y en lo malo). Qué bien conocía Cervantes la naturaleza española.

Tú también tienes mensaje ahí abajo, de modo que volvemos a vernos dentro de un instante en el sótano de Finis.

Miguel: ¿Vidagggg? Jajajajaja. Sí, reí con las venturas y desventuras de tus poetas. Como me río mucho con tus entradas.

Bate: Desde luego, el comentario ha sido extenso y con él te conozco un poco mejor, pero..., ¿sonrisa? ¿Tú también, Bruto, hijo mío? ¿Después de darte a la maledicencia siguiéndole el juego al Innombrable de ahí arriba? Hala, al sótano que hay mensaje también para ti.

- - - - - - -

Sótano de Finis

Caraguevo y Bate:¡No! ambos seguís castigados a la indiferencia faccial :-|

Carlos: Tú sí que ganas la sonrisa de hoy. No, una sonrisa no. En realidad ganas una super-mega-hiper sonrisa

:-)))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))

Que aprendan esos dos

carlos dijo...

Caraguevo y Bate...sin rencores...yo comparto la sonrisa con Bate...se lo ha currado.

José Manuel Guerrero C. dijo...

Y yo mi media sonrisa con Caraguevo, ea, solucionado Scid... jejeej.

S. Cid dijo...

Carlos: No, no, no, noooooo, Carlos. A esos dos..., ni agua ;-)

Bate: Pues os retiro mi cuarto de sonrisa a cada uno, ea. :-P

carlos dijo...

El señor Bate
aunque díscolo y pendenciero
es cristiano caballero
por gentil y buen mancebo
déle pues señora mía
una sonrisa se lo ruego
y otro tanto a Caraguevo

S. Cid dijo...

Carlos: Vaaaaaleeeee, qué bueno eres. No se lo merecen. Pero, en fin...

Sin en verso me lo pedís,
a este par de vil ratones
habreles de sonreír
en vez de decirles ¡Nones!

;-)

Bate y Caraguevo: un cuarto de sonrisa para cada uno, y ya vais chutando, por maledicentes. :-p

caraguevo dijo...

¡Qué chuli! Cuarto y mitad de sonrisa y en verso. Da gusto venir por aquí aunque unos cuantos latigazos menos estaría mejor.

S. Cid dijo...

Caraguevo: ¿Y mitad? ¿Ya le estás quitando la mitad de su cuarto al pobre Bate...? ;-)

En cuanto a los latigazos..., los que usted merece, señor, ni uno menos. Que no se diga que aquí no somos pródigos con el asunto ;-)

caraguevo dijo...

Aquí todo se pide por cuartos y mitades. Seguro que un cuarto de sonrisa entre los dos no te supondrá ningún problema.

Si me sigues dando latigazos no podré acabar nunca el cuestionario de los libros, que lo gordo da en mi espalda pero la puntita del látigo da en la tecla del Delete y estoy cansado de escribir 17 veces Mortadelo y Filemón.

S. Cid dijo...

Caraguevo: ¡Pero si ya te he perdonado!, y no sólo te he sonreído, sino que te he guiñado un ojo y te he dado un abrazo, actitud cristiana que roza la perfección. ¿Qué más quieres, jopeloides?

posodo dijo...

Yo, mientras tanto, sigo pensándome las respuestas.

Belén 2013

Belén 2011