lunes, 13 de julio de 2009

Perdóneme, padre, porque he pecado...

Perdóneme, padre, porque he pecado…

–¿De qué te acusas, hija?
–De buscar, al modo de Diógenes, un hombre de cultura media cuando yo soy una doña nadie iletrada. De no prestar atención a la sintaxis cuando escribo, ni tomarme la molestia de corregirla después. De embrollar mi estilo adrede para jugar con los lectores que no tengo. De permitirme el lujo de perorar sobre aquello que no domino…
–¡Pero estos son grandes pecados!: soberbia, pereza, arrogancia, vanidad… ¡Arrepiéntete y haz propósito de enmienda!
–No puedo…, no… Soy demasiado acomodaticia.
–Entonces vete de aquí y no vuelvas más.
–Pero tengo algunas virtudes…
–¿Una pecadora como tú?
–Sí…, incluso una pecadora como yo.
–¡Ja! Veamos cuáles…
–Cuando escribo…, al menos consulto el diccionario y…
–¿Y…? ¿Que? ¿Y…? ¿Que?
–¡No cometo faltas de ortografía! ¡Póngale la tilde al “qué”!

3 comentarios:

Carlos Paredes Leví dijo...

Me ha hecho gracia el diálogo, y tienes razón en lo que planteas al final: hay muchos que hablan con faltas de ortografía.
¿Te has dado cuenta de la cantidad de gente que llama a la radio o aparece por televisión y que dice "poblema"?

Dos anécdotas:

1) En un telediario de tve, la presentadora charlaba con un poeta. A punto de finalizar el espacio, éste le preguntó a la primera si podía leer un soneto. "Claro, pero uno que sea cortito", respondió ella.

2) El siguiente diálogo tuvo lugar en cierto programa, también de tve:
- presentador: dígame el nombre del burro más famoso de la literatura española
- concursante: Platero y yo
- presntador: decídase; o usted, o Platero..

S. Cid dijo...

El diálogo era una humorada con la que hacerme perdonar por mi(s) lector(es) las parrafadas infumables de los 4 artículos anteriores y una manera de descargar mi espíritu de la pesada carga que soporta: criticar aquellas faltas que tantas veces cometo…

En cuanto al mal hablar de la gente…, si sólo fuera eso: esta mañana estaba en un bar tomando un café y tenían puesto “Saber Vivir”. Hablaba una psicóloga que daba consejos a los padres sobre el uso que sus hijos hacen del móvil y en pantalla aparecían escritos esos consejos: “Averigüa con quién habla”, era uno de ellos. En fin…

La anécdota 1 la conocía, pero la 2… ¡Qué buena la ocurrencia del presentador! Pero…, oye…: Borges, soneto, Platero y el concursante…, si sigues así…, creo que voy a abrir una nueva etiqueta en este blog con el título “Las anécdotas de Carlos”. Seguro que tendría éxito :-).

Saludos.

S. Cid

Carlos Paredes Leví dijo...

Cierto día, en un bar, un tipo de mediana de edad le explicaba a otro que el problema de España, es que hay "mucho alfabeto suelto".

Belén 2013

Belén 2011