miércoles, 18 de agosto de 2010

Afrancesándose, que es gerundio

Afrancesándose, que es gerundio

Como hasta el momento no había logrado descubrir ningún lugar que tuviera zona wifi, comenzaba a desesperar y pensar que no volvería por estos lares hasta mi vuelta a Cantabria, sin embargo, a alguien se le ocurrió que McDonald's ha instalado este servicio en todos sus establecimientos en España (¡de lo que se entera una viniendo a Francia, caray!) y que probablemente también lo ofrecería en la tierra de Asterix. De modo que aquí estoy, amigos, en un McDonald's, tomándome un café ou lait y aprovechando para poner al día mi casa internáutica.

Llevo ya aquí casi dos días, pero empezaré por el principio, claro, que fue nuestro viaje. Y es que, de camino hacia el hotel que nos aguardaba en Peyrouse, hicimos algunas visitas. La primera que teníamos prevista, naturalmente, era San Sebastián (comimos allí, de hecho), pero remoloneando por la carretera, como suele ser nuestra costumbre, habíamos ido parando en otros sitios, tal y como se puede ilustrar con esta foto tomada en un acantilado de Zumaya, de modo que el tiempo se nos había echado encima y finalmente tuvimos que dejar en barbecho la visita a San Sebastián que haremos, espero, a la vuelta. No obstante, la atravesamos para poder echarle el ojo desde el coche, al menos, y no puedo decir de ella sino lo mismito, mismito que quedó aquí dicho de Santander: ¡qué ciudad tan, tan, tan bonita!

Una vez en Francia, visitamos San Juan de la Luz, pero, tal y como ocurrió con San Sebastián, sólo pudimos verlo desde el coche. En esta ocasión, sin embargo, la ausencia de visita se debió a un problema que en español castizo puede expresarse más o menos así: "¿Y ahora qué hago con el coche? ¿Me lo como?" Y es que el pueblito estaba tan lleno, que no encontramos sitio para aparcar. Y eso que nos hartamos de dar vueltas y vueltas. Así que, amigos, sintiéndolo mucho no os puedo ofrecer fotos de este bonito pueblo costero francés. Sí las tengo, sin embargo, de Biarritz (donde, por cierto, también costó un buen rato encontrar aparcamiento), como se puede comprobar gracias a una de las artísticas fotos que mi compi de viaje hizo. [Si se me permite la digresión: esta foto me recuerda a las que Posodo hace a las tapas de la alcantarilla. Sólo a gente… diferente se le ocurre hacer fotos así (jejeje). A mí, que soy del tipo normal, jamás se me pasaría por el magín tal idea… ;-)]. No obstante, y para que el personal pueda disfrutar de algo más que esa simple placa gris, subamos un ejemplo de Biarritz más… comercial y atrayente para el ávido lector de este blog.

Luego, seguimos camino. Un camino que ya iba siendo largo y por cuya causa empezaban mi cuerpo y el asiento a confundirse de forma sospechosa, además de que, para entonces, iba tan aburrida como pueda estarlo un higo en un bodegón, así que desenfundé la cámara y me dediqué a hacerle fotos a ese camino interminable. No iba yo conduciendo, claro, en esos momentos. Sí lo iba haciendo, sin embargo, por la autopista cuando de repente un coche que estaba adelantándonos nos pitó. Me sorprendí, porque no creía haber cometido ninguna pirula que pudiera haberle molestado. Lo miré extrañada y me encontré con un tipo que nos saludaba sonriente mientras agitaba la mano con frenética alegría. Todo se explicó cuando vimos la E en su matrícula. Le sonreímos, agitamos nuestras manos y le di unas ráfagas de largas a modo de lumínica salutación. ¡Qué bonito esto de tener un país al que pertenecer, con el que identificarse y en el que existe gente que se alegra de ser tu compatriota al encontrarte en un rincón perdido de este planeta!

Pero, finalmente, amigos, todo llega a su fin. Acabó nuestro viajecito, se desentumeció mi cuerpo y pudimos descansar en una habitación desde cuya ventana se observan estas magníficas vistas.

9 comentarios:

Ana Laura dijo...

Ah, qué envidia, se ve que estás haciendo un viaje precioso. Las fotos son preciosas también, y esa posada donde te quedas tiene unas vistas maravillosas.

Es mi sueño poder visitar Europa alguna vez, por ahora un sueño nomás, pero ya llegará el día, estoy segura. Será divertido encontrar uruguayos viajeros también.

Un beso grande y que sigas pasándola bien.

Carlos dijo...

Y es que los españoles estamos más sensibilizados desde que hemos ganado el Mundial, y eso que a ti no te gusta el fúrgol.
¡Qué envidia de viaje, hija!
Besotes.

caraguevo dijo...

Pondré un paréntesis en la zona del País vasco y para el resto del viaje una envidia sana.
Aquí seguimos al pie del tajo siguiendo la llamada de nuestro Presidente de Gobierno, pero ya me desquitaré, o no.

posodo dijo...

Je, je, je.
Es una suerte poder hacer fotos de las tapas de los registros: quiere decir que están puestas, y no es probable que te caigas.
Veo que siguen saludándose los españoles en las carreteras del resto de Europa. Hace treinta años, de Lyon hacia arriba ya sólo te encontrabas con camioneros, casi todos de Valencia. Y claro, los saludos sonaban más fuertes.
Veo que McDonald's sigue en su labor de salvar españoles por el mundo: a tí, con internet, en Francia, a mi hermana, con comida de verdad, en Pekín.
Sigue disfrutando de las vacaciones que nosotros, gracias a tu diario, disfrutaremos de nuestra parte alícuota.

Sue dijo...

Qué lindo San Juan de Luz y Biarritz! Jo, ahora sí que me das envidia! Me ha recordado a mi viaje a Urdax (Navarra) el año pasado y mi paso por esos pueblicos franceses. ¿Probaste el gateau vasque? bueno, el pastel vasco, pero allí, en San Juan de Luz lo llaman así, mezclando ambas lenguas.
En fin, qué maravilla.
A mi también me costó aparcar en San Juan de Luz. En Biarritz fue más fácil.
Por cierto, una de las fotos que yo tenía en la portada de Cartografía, la que salía un caserón al lado del mar, era de Biarriz. Debí hacerle como ocho fotos a esa casa.
En fin, qué emoción Cid. Y luego San Sebastián, con esa Concha tan especial. Cuando estuve hacía tan buen día (y no era verano) que vi la Concha en todo su explendor. Me encantó.

Al igual que Hondarribia (creo que es uno de los pueblos más bonitos que he visto en mi vida) con sus vistas a la bahía de Hendaia... en fin. Me voy a poner a llorar porque creo que sigo en Madrid.

Yo también hago fotos a las alcantarillas!! jajaja en serio. Y a las losas del suelo (si tienen algo original), a las farolas, a las tiendas, a los paisanos, a las señales de tráfico si son en otro idioma...

Paco Gómez Escribano dijo...

Comer en San Sebastián es siempre un placer, no dejes de visitar el casco viejo a la vuelta. Coincido con Sue en lo de Hondarribia, que por tener allí a una tía mía, fue mi lugar de vacaciones durante mi niñez y adolescencia, sólo que entonces la llamábamos Fuenterrabía. Si pasas sube por la calle Mayor hacia el parador y observa el mar desde arriba, genial. Conozco la costa oeste gabacha y es preciosa. Sigue pasándolo bien y dándonos envidia sana. Un abrazo.

Sue dijo...

En efecto Paco, desde el parador la vista es estupenda (uno de los paradores más caros de España, por cierto, y precioso). Los que habitan la zona navarra o vaska aún siguen llamándolo Fuenterrabía, sí.
Yo me quedé con las ganas de cenar en el restaurante Sebastián (que tenía una pinta estupenda), pero ya se me hizo tarde.

Paco, qué suerte haber pasado allí las vacaciones de tu niñez y adolescencia.

Cid, tomaté un pintxo en San Sebastián por mi!

S. Cid dijo...

Ana Laura: Seguro que llegará. Lo sueños siempre, siempre... se hacen realidad :-). Y cuando estés de paso por España, en tu viaje a Europa, puedo servirte de Cicerone ;-)

Carlos: No, no me gusta el fútbol, pero con el gol de Iniesta grité como la que más ;-), jejeje. Nada de envidias, a liarse la manta a la cabeza y lanzarse a conducir. No está saliendo caro, además :-)

Caragüevo: En Vascongadas yo también hago un paréntesis. Comimos en San Sebastián, pero la comida que habíamos comprado en Cantabria. Siento si a alguien le molesta, pero a vascos y catalanes..., ni un duro mientras pueda.

En cuanto a lo otro..., ah, pero es que ¿ZP ha llamado a filas? No será para combatir al sultancito. Desde aquí no me he enterado de nada, pero a mí... que me espere sentado. Llamaditas a mí..., sí, sí... ;-)

Posodo: Sí, sí..., que viajo con alguien tan rarito para las fotos como tú. Tenemos de todos los estilos: alcantarillas, simetrías matemáticas de las flores, los ladrillos, el reflejo de los edificios y los patos en el agua... Qué me vas a contar... Jajaja ;-)

En cuanto a eso de que la comida del McDonald's es "comida de verdad"..., ay, si te oyera Guido... Menos mal que está de vacaciones, que si no te borraba de la lista ;-). Pero, bueno, entiendo lo que dices: entre una hamburguesa y un gato agridulce, sin duda me quedo con los restos de la vaca triturados, que al menos no se sienten cuando pasa por el gaznate. ;-)

Sue: No, no lo probé. Íbamos de paso.

Yo también espero poder darme un paseíllo por La Concha, pero no creo que pasemos por Fuenterrabía. Ahora estamos decidiendo si antes de volver a Cantabria nos damos una vueltica por Navarra. Ya veremos a dónde nos conduce el Destino...

Ah..., ¿así que tú también eres de los raritos que hacen fotos incomprensibles para el común de los mortales? No, si veo que al final vais a tener un grupo en Facebook y todo :-p

Paco: Casco antiguo, me lo anoto... Pero, te digo lo mismo que a Carlos: nada de envidia: ¡¡¡a conducir, perezosos!!! ;-)

Saludos, amigos.

Paco Gómez Escribano dijo...

Pues la verdad que sí, Sue, he tenido mucha suerte, porque conozco aquello como la palma de mi mano y es precioso. No olvides, Cid, Casco Viejo y los pinchos de Casa Alcalde.

Belén 2013

Belén 2011