Cooperantita
–¿Dónde vas, Cooperantita? –pregunté sorprendido al verla cometer el mismo error, meterse en el bosque lleno de peligros, a pesar del mal trago por el que había pasado y del que se había librado por los pelos.
–Déjame –contestó–. Tengo prisa.
–¿Pero no aprendiste la lección? Sabes que además del rescate que se pagó por ti y tu abuelita, Lupo, el primo del Lobo, hubo de ser sacado de la reserva donde estaba retenido. Ahora anda suelto por el bosque. Sin entras ahí…
–Déjame –insistió.
–No vayas al bosque, es peligroso. Sigue el consejo de tu mamá…
–Que me dejes –gritó ya seriamente irritada conmigo–. Es tarde y, si no me apresuro, cerrará la Delegación del Gobierno.
–¿Cómo? Pero Cooperantita, así no es el cuento. ¿Te has vuelto loca?
–Ja, ja, ja… –rio–. Loca estaría si no pidiera una indemnización por ser víctima de secuestro lobuno.
–¿Dónde vas, Cooperantita? –pregunté sorprendido al verla cometer el mismo error, meterse en el bosque lleno de peligros, a pesar del mal trago por el que había pasado y del que se había librado por los pelos.
–Déjame –contestó–. Tengo prisa.
–¿Pero no aprendiste la lección? Sabes que además del rescate que se pagó por ti y tu abuelita, Lupo, el primo del Lobo, hubo de ser sacado de la reserva donde estaba retenido. Ahora anda suelto por el bosque. Sin entras ahí…
–Déjame –insistió.
–No vayas al bosque, es peligroso. Sigue el consejo de tu mamá…
–Que me dejes –gritó ya seriamente irritada conmigo–. Es tarde y, si no me apresuro, cerrará la Delegación del Gobierno.
–¿Cómo? Pero Cooperantita, así no es el cuento. ¿Te has vuelto loca?
–Ja, ja, ja… –rio–. Loca estaría si no pidiera una indemnización por ser víctima de secuestro lobuno.
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9 comentarios:
Pues yo creo que sí es así el cuento de Cooperantita Roja.
Gracias y enhorabuena por habérnoslo descubierto.
Un saludo.
Yo es que soy más de la versión de Perrault, aunque los hermanos Grimm se llevaran la fama por eso de añadir un final feliz al cuento.
En fin, Cid, colorín, colorado y a disfrutar del día de fiesta (para algunos, acueducto).
Buenos y lluviosos días.
Creo que el Estado aconsejó a éstos intrépidos cooperantes no viajar por aquellas tierras peligrosas; aconsejó, no prohibió, que es lo que debería haber hecho el gobierno en su momento.
Pero, cualquiera prohibe algo a esta patulea de aventureros solidarios.
Por lo tanto, y ese es mi veredicto, que pida lo que le salga de los h... ¿No?
Qué interesante lo que apunta Maria Luisa,
Están muy mal acostumbrados/as a que, al final, los/las salven del lobo...
Un saludo
Posodo: En realidad no descubro nada que no se lea en los periódicos todos los días. Chico, es agotador darse a la fabulación de la realidad en un país como éste. No la dejan descansar a una ni un solo día... ;-)
Sue: En realiad, a mí también me gusta más el cuento clásico. Claro que más que el cuento, me hubiera gustado disfrutar de este día de fiesta que habéis tenido en Madrid... Grrrr, yo no trabajo en Madrid ciudad, así que ha tocado currar en este día frío, lluvioso y desapacible. Y pensar que me quejaba del verano... ¡Ay!
Mª Luisa: Yo lo que me pregunto es: ¿no les hacen pagar a los montañeros la pasta que cuesta su rescate cuando se pierden en el monte? Entonces..., ¿por qué estos tipos que estaban avisados de lo que les podía ocurrir, no sólo no pagan su rescate -que hemos soltado entre todos- sino que encima piden una indemnización?
Bate: Sí que es majeta esta Mª Luisa nueva que nos ha venido a caer por aquí. Y cuánta razón tiene siempre al hablar..., ¿eh? Jajaja.
Guido: Se te olvidó la "/a" en la palabra "lobo". Todavía no puedo darte el aprobado en Corrección Política, jajajajaja ;-)
Mientras no me demandes por faltar a la Igualdad...
Yo, cuando lo lei, no acababa de créermelo. Yo creo que, puestos a ser así de pícaros y de aguilillas, la solución sería que se le diera ese dinero como víctima del terrorismo pero que él, o su organización, en cómodos plazos, devolviesen a cambio el dinero pagado por su rescate
Guido: No, no..., no te demandaré, tranqui ;-)
Miguel: Me gusta esa solución. Sí, sí, que devuelvan la pasta.
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