Ruleta rusa
Desde el principio sospechó que aquello sería como jugar a la ruleta rusa, porque desde que se conocieron supo que era el tipo de hombre capaz de dejarla a una plantada en el altar. Aceptó el envite, sin embargo, y por eso ahora, después de que le llegara el turno a la bala en el tambor, volvía sola a casa de la iglesia.
15 comentarios:
Hay gente a la que le va la marcha...
Un saludo
Guido: Rara..., hay gente muy rara, Guido.
Pero ¿y los invitados?
Sue: Se fueron sin comer :-( ;-)
Esto que voy a contar es verídico, tanto, como la naturaleza dañina del tontolaba de la pazzz.
A la hermana de un amigo mío se le murió el cura que estaba celebrando su boda de un infarto, se cayó el buen hombre encima de la novia.
Se suspendió la boda eternamente, porque después de esa dramática experiencia, al chico –que era un picha brava, todo hay que decirlo- se le quitó eternamente las ganas de contraer nada, de nada.
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PD: Te encuentro esta noche muy pink, Sue
Pues eso sí que no se lo perdono yo al novio de la de la ruleta rusa, que me deje sin comer y con la pamela puesta. Vamos que no.
Lo del cura muerto me ha hecho gracia, ¿puedo reírme? (bueno, ya lo hago en privado sí eso).
En realidad lo que estoy es malva, Bate, en la foto digo.
Quise decir "si eso" (sin acento por favore).
Sue y Bate: Pues hace unas semanas, la vecina cotilla del edificio (ésa que se para contigo en la escalera y no te deja ir sin haberte puesto al día sobre la vida obra y milagros de cada casa), me contó que el día anterior había ido a una boda en la que, justo cuando iban a empezar a cenar, a uno de los comensales le dio un ataque al corazón. Llamaron al SAMUR y allí que se plantó el equipo médico y se aplicó a su trabajo: masaje cardiaco por aquí y por allá. Los camareros, después de un rato, empezaron a quejarse porque no servían la cena y ello les retrasaría su salida así que dijeron que la iban a servir, con el enfermo allí tirado mientras le masajeaban cardíacamente (se entiende). La gente que se subleva y no quiere cenar con el pobre señor allí tirado y se monta la marimorena.. Al final... nadie cenó. Se llevaron al señor al hospital cuando lo estabilizaron, pero se habían quitado las ganas de zampar.
Con esa insolidaria actitud de los camareros tan poco comprensiva, no levantamos el país, ¡coñe!.
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PD: Sue no hace falta que te rias en privado con lo del infarto del cura, sí si, ya me he percatado que esta noche vienes un poco "malva..", pero no pasa nada por exteriorizar tus risas. Es más, es muy bueno para el cutis...jejejjeje.
Yo lo de levantar el país lo dejo para el lunes, que ahora mismo estoy matá.
Para reír aún me quedan ganas, así que: jajaaahhhajajajaaahhhh (no, no penséis mal con ese aaaahhhh -no estoy votando a Montilla, no- jajaja). Son bostezos que se entremezclan con la risa. Ay, qué malos son los viernes para la mente.
Muy bueno Cid, eso de la gente que se subleva sobre todo. Pobre hombre, lo mismo comió un chipirón en mal estado...
No, mejor lo dejo para otro día, Bate, no debo reírme en estos momentos que yo mañana tengo un funeral... pero en fin, siguiendo con historias de bodas: cuando mi tío (el cura) casó a mis padres no le dio un infarto, pero sí un ataque de tos que casi tienen que sustituirle. Y como además estaba ya medio sordo, en fin... cuando mi padre lo cuenta me mondo (pero hoy no).
Sue: ¿Funeral? Vaya..., espero que no sea por alguien cercano.
Sue: Digo lo mismo que S.Cid.
Sevilla amanece con frío y lluvias, habrá que escuchar
algo que nos entone.
Con los tiempos que corren hoy día tan pacatos, hipócritas y falsos hasta la nausea más nuseabunda supongo que este grupo, desgraciadamente, hubiera evitado la escena subidita de tono del minuto 2´34 para evitar problemas en el futuro con el santo oficio laico de la Progresía.
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