martes, 19 de julio de 2011

No me gustan los españoles

No me gustan los españoles

Así titula Carlos Dávila su artículo en La Gaceta (domingo, 17 de julio). Lo inicia con un párrafo en el que informa al lector de que las webs más visitadas estos días son las que hacen referencia a Belén Esteban, Jorge Javier Vázquez (hasta escribir su nombre me produce erisipela) y Ortega Cano. Y viene todo ello a colación, algunos párrafos después, cuando Dávila habla del actual páramo intelectual que asola España:

El páramo intelectual

[...] Hace un par de años, tuve la ocasión de impartir una clase ocasional en un aula de Periodismo universitario. Caí en la siguiente provocación efectuada sobre muchachos, alevines de periodistas, colegas próximos: "Decidme -les dije- referentes actuales de la cultura en el arte, en la literatura, en el teatro, en la filosofía, en el pensamiento...". Se quedaron lívidos, pero una muchacha especialmente atrevida me increpó así: "¿Tú lo sabes?". Me reí, con la torpe suficiencia de quien es pillado a trasmano, y para salvar la situación respondí: "Ha sido una trampa; no los hay".

Nuestro Siglo de Oro

Lo peor es que tenía razón: no los hay. Joaquín Costa se empeñó en acumular ideas para regenerar España; Menéndez Pelayo denunció a todos los heterodoxos del país, pero puso de moda el debate intelectual; a Ortega, rectificando y todo, le dio por denunciar a las masas como elementos subversivos incontrolables; Marañón hizo de la Medicina humanista otra especialidad científica; Dalí convirtió la excentricidad en el gran objeto de la pasión artística universal; Gaudí se inventó una arquitectura más retorcida, pero más brillante todavía, que Churriguera; Jardiel Poncela y Mihura llevaron a las tablas el surrealismo puro; Julián Marías, aburrido y todo, hizo discurrir a, por lo menos, tres generaciones; Pemán construyó desde un populismo castizo un magisterio útil para andar dignamente por casa, en fin... El siglo XX español es mejor que el Siglo de Oro. Para quien lo quiera discutir. El XXI es un páramo de la mediocridad que se ha apoderado de nuestras televisiones, como la marabunta más burda y repelente.

La aguerrida España

¿Y la culpa? ¿De quién es la culpa? Pues basta de sandeces y paños calientes: la culpa es absolutamente nuestra, de los españoles de ahora mismo que, en masa, hemos abandonado cualquier lectura, hemos caído en la trampa tendida por nuestros gobernantes de la inanidad y el aborregamiento (así se puede hacer cualquier cosa con nosotros) y hemos convertido a los personajes del principio en iconos de la España dormida (lo de los indignados es una burda broma de okupas), de la España sometida que no protesta, no vaya a ser que..., y que, en resumidas cuentas, tiene de valiente y aguerrida lo que pudo tenerlo en su momento un prófugo del más ridículo y tópico ejército italiano. Ya está bien de pasar la mano por el lomo a un espécimen, el nuestro, que no se moja ni en la ducha y que me hace exclamar, bien que a mi pesar: ¡cada día me gusta más España y me gustan menos los españoles! Lo siento.

Coincido con todo lo que el señor Dávila postula en su artículo, excepto con un punto concreto de la frase final. Si bien es cierto que no me gustan lo españoles, como a él, difiero, no obstante, de la primera parte de su exclamación: a mí, desgraciadamente, ¡cada día me gusta menos esta cretina España!

17 comentarios:

José Manuel Guerrero C. dijo...

Tampoco he entendido yo muy bien su última frase. Me resulta extraño disociar o desagregar el contenido del continente (ahora Carrefourt).
Otra: "El siglo XX español es mejor que el Siglo de Oro. Para quien lo quiera discutir.". Yo no voy a discutir nada, porque para mi no hay color, me quedo obviamente con el Siglo de Oro español. ¡Si es lo mejor que ha producido artisticamente España en toda su historia, Dávila, que te embalas, chiquillo!!

Miguel Baquero dijo...

Lo triste (porque mal de muchos, consuelo de tontos) es que no creo que sea un caso español, sino extensible a todo el mundo. Anda que no hay tontería allende nuestra fronteras... Es una fenómeno mundial, yo creo, de desvirtuación de la democracia, de impunidad de los medios de comunicación, de relajamiento de los referentes culturales, de deserción de los intelectuales, de bienestar perezoso...

Tío Chinto de Couzadoiro dijo...

La experiencia de Carlos Dávila con los futuros periodistas debió ser descorazonadora. Hace algunos meses, un profesor de la Facultad de Ciencias de la Información, de la Complutense, me aseguraba que sus alumnos eran incapaces de construir una simple frase -sujeto, verbo y predicado-, con palabras que no sean de uso muy común: incauto, percibir, famélico, tenue, cautivar, notorio, aglomeración ...

caraguevo dijo...

Me has dado el día, pero bien dado.
El título ha sido un derechazo a la base del estómago y enterarme luego que Belén Esteban no es cultura ha sido un gancho en la barbilla.
Cuando se me pase el amargor volveré.

Alawen dijo...

Más que páramo de la mediocridad yo lo llamaría reino de la mediocridad, que es en lo que se ha convertido España, (y el resto del continente europeo), gracias a la vacuidad del contenido, esos mismos que elevan a la Esteban o a cualquier futbolista al nivel de figura pública con derecho a opinar sobre cualquier tema, buenistas, hijos de la LOGSE...
Ostras, me dejo llevar. Ayer renové el pasaporte. No digo más.
Abrazos.

José Antonio del Pozo dijo...

Yo, SCid, lo llamo Tiempos de la Mugre. Coincido con Baquero: es el predominio aplastante de lo audiovisual amalgamado con un hedonismo mal entendido.
Saludos blogueros

José Manuel Guerrero C. dijo...

Alawen, en este país no piden muchos requisitos para entrar. Te acogerían como a uno más de ellos, cómo a una buena hermana.
Reconozco que sus habitantes son algo incautos y les cuesta percibir la intrínseca maldad de algunos visitantes avispados que aprovechan la tenue legislación ártica para cautivar alguna alma inocente dentro de la turbulenta aglomeración que nutre sus notorios poblados tras la hambruna provocada por la guerra civil que les dejó en un estado anímico permanentemente espiritual y famélico.




Ps. Amigo Tío Chinto de Couzadoiro, creo haber superado la prueba del profesor de la Facultad de Ciencias de la Información.
Ahora que venga otro detrás y lo intente. jejej

Tío Chinto de Couzadoiro dijo...

La prueba, amigo Bate, la has superado con creces. Yo, en cambio, ni siquiera tengo valor para intentarlo; que una cosa es sugerirla, y otra, bien distinta, verse con fuerza para salir airoso.
Cordiales saludos.

S. Cid dijo...

Bate: También yo pensé eso cuando leí el artículo de Dávila. Y es que el Siglo de Oro es mucho Siglo de Oro, pero también es cierto que el siglo XX es algo más completo, al menos desde el punto de vista científico. Eso sí, para oro, la frasecita con las palabras que te has currao ahí abajo ;-)

Miguel: Tienes razón. Estoy tan desencantada con esta España tan pobre desde el punto de vista intelectual, que no pensé en la mucha porquería que ahí también por ahí fuera. ¿Pero tú crees que alcanza los niveles españoles? No sé, quizá será porque es España lo que estoy viviendo, pero hay que ver qué penita da.

Tio Chinto de Couzadoiro: El caso que cuenta es duro, pero ¿qué tal le parece ésta que le propongo?: el pasado junio he tenido (sí, sí, lo expreso con corrección: he tenido) que aprobar Lengua a una chica de 17 años que me escribió, en el examen final "novle" y "a hido". ¿Qué tal? ¡¡¡Cómo está el país!!! Eso es lo que viene detrás de nosotros.

Caraguevo: ¿Un caramelo? Venga, hombre... Endulza ese amargor. Que se te pase pronto y vuelvas por aquí ¡ya! ;-)

Alawen: Efectivamente (buen apunte) la mediocridad reina y campa a sus anchas por el suelo patrio. Y cada día, merced a las dañinas leyes de educación socialista, vamos a peor.

José Antonio: No está nada mal elegido el término. Me gusta: "Tiempos de Mugre". Y es tanta la mugre que nos arropa, que no va a haber Mr. Proper lo bastante potente como para acabar con ella. ¿Quo vadis, España? Da como una especie de repelús pensar en ello.

José Manuel Guerrero C. dijo...

¿"Novle"? Dios mío, cómo duele..., si es más sencillo escribirlo correctamente

S. Cid dijo...

Bate: Eso digo yo, es más sencillo escribirlo correctamente. Yo creo que la conjuntivitis (o lo que sea que me viene afectando a los ojos desde entonces) se debe a eso, fíjate.

carlos dijo...

Me encantó el término colipoterra.

S. Cid dijo...

Carlos: ¿Colipoterra? Carlos..., ¿qué es eso? ¿Yo usé ese término? Empiezo a preocuparme...: no recuerdo haber sido yo... Ay, Dios mío..., ¿tendré doble personalidad o algo así?

carlos dijo...

Tú no lo citas, pero si lo hace Dávila en su artículo...viene a ser sinónimo de prostituta.
Saludos

S. Cid dijo...

Carlos: Ah, bien... Empezaba a buscar esa otra yo... ;-)

No lo recordaba del artículo de Dávila. Buscaré a ver si aún tengo el periódico (creo que sí) y lo leeré de nuevo. Palabra nueva para aprender. Gracias :-))

posodo dijo...

Esa palabra ya la usó (¿quién, si no?) Cela en el título de una de sus obras, si no recuerdo mal.

¿Qué problema hay en "a hido"? ¿Es con 'hache', no?
Lo que sí es cierto es que 'novle', no. Como mucho, de la 'idalgia'.

S. Cid dijo...

Posodo: Luego doblemente analfabeta, además de despistada: esto, por no haber reparado en la palabra; lo primero, por no saber su significado y por no conocer la novela (que no leer -de Cela he leído dos o tres novelas y no creo que repita) de don Camilo.

Hombre..., así..., escrito... sí que le veo algún problema. Pronunciado, sin embargo, ¿no te lleva hacia alguien... que muy bien puede escribir como mi alumna?

Belén 2013

Belén 2011