Literatura juvenil VI
Me envía Urumo el enlace a un interesante
decálogo publicado en
Librosfera y en el que se reúnen las 10 razones por las que, aun teniendo ya unos añitos, se debe seguir leyendo literatura infantil y juvenil.
Aprovecho este regalo bocetológico para compartirlo con los amigos de Finis y, además, publicar la reseña de un librito que he tenido en la estantería del aula durante años y años, y que hoy, por fin, en apenas un ratito, he leído. Se trata de Un radiante silencio, de Agustín Fernández Paz.
Un radiante silencio
Agustín Fernández Paz
Editorial Anaya
El día que Sara abre la puerta de la nueva librería, situada en el barrio de negocios donde trabaja, entra en un espacio silencioso donde halla el placer de las lecturas compartidas. Cada día, unas tarjetas ocultas entre las páginas de los libros le descubren fragmentos literarios que alimentan su deseo de amar y la necesidad de rebelarse contra su cotidiano.
Un radiante silencio es un breve relato en el que Agustín Fernández Paz narra el devenir de unos pocos días en la vida de Sara, una agresiva ejecutiva insatisfecha con su trabajo, que le provee de abundantes recursos económicos, pero la esclaviza y aburre su existencia hasta volverla insoportable.
El descubrimiento de una librería, recién inaugurada frente al edificio donde Sara pasa el día encarcelada, abre nuevas expectativas en su vida y la conduce hasta una historia de amor que, pese al final aparentemente triste, el autor deja en realidad abierto a la imaginación del lector.
El librito, como decía ahí arriba, ha permanecido en la estantería de mi clase aguardando una lectura que, quizá -pensó-, ya nunca se produciría. La razón de tanta espera es que, por lo que había visto de él, no me parecía una lectura realmente juvenil y, por ello, escapaba a la posibilidad de que la mandara a mis alumnos.
Sin embargo, y probablemente empujada por el decálogo recomendado por Urumo, hoy leí este relatito mientras cuidaba un examen y encontré que, efectivamente, la literatura juvenil (pues finalmente creo que como tal fue concebido este Un radiante silencio, y estoy segura de que a mis quinceañeras les encantaría) hay que leerla aun cuando uno llegue a convertirse en octogenario.
En la próxima entrega de esta apartado sobre Literatura juvenil, hablaremos de un autor que mis alumnos han leído y también de un libro de este autor que, una vez más, Urumo ha tenido a bien recomendar..., y del que, sin duda, ya no podré escapar ;-)