Novela del Oeste: Zane Grey
Mi tía tenía recogidas en esta colección que aparece en la foto las obras completas de Zane Grey junto a la de Julio Verne, Agatha Christie, los hermanos Álvarez Quintero y la de los premios Pulitzer.
Hace años, una de mis hermanas le pidió la colección de Zane Grey y mi tía se la dio, pero yo siempre me sentí bastante atraída por ella, de modo que cuando, hace dos años y pico, encontré, en la Feria del libro de Santander, dos tomos (el IV y el VIII), los compré sin dudar. Hace unos días, desmantelando la biblioteca de mi tía, encontré que tenía el tomo I repetido, de modo que también me lo he traído. Y no desespero de ir encontrando (aquí o allá) los demás.
Comencé a leer por el cuarto tomo (puesto que el primero todavía no lo tenía). De vez en cuando, una novelita del Oeste viene más que bien. La primera del cuarto tomo (que quizá es la que más me ha gustado hasta ahora y es con la que me estrené) es La voz de la cañada.
He ido leyendo poco a poco y hace unos días acabé Río Perdido. Pensaba dejarlo ahí y aparcar el Oeste durante unos meses, pero resulta que la novela que viene después, Nevada, es la continuación de Río Perdido, y no puedo quedarme sin saber qué le ocurre al pobre Nevada -Jim Lacy, un gunman la mar de bueno- y a Hettie, así que este mes hay doble sesión de novela del Oeste.
Combinar la puerilidad que a veces gasta Zane Grey en sus diálogos y personajes con las chorradas simbólicas de Dan Brown en The lost symbol, los asesinatos de P. D. James y los coscorrones que la pluma de Galdós le arrea al pobre Doctor Centeno, mientras leo las cartas de La Sociedad Literaria y el Pastel de Piel de Patata de Guernsey es una tarea ardua, no creáis. Claro que eso me pasa por llevar tantas lecturas a la vez.
En cualquier caso, ahí va mi consejo: una novelita del Oeste de vez en cuando le hará bien, amigo lector.
5 comentarios:
Lo apunto, el libro del pastel de patata lo comenté hace tiempo, espero que te guste.
Un saludo
ja, ja... Buen batiburrillo. Menuda mezcolanza de tramas y personajes...
Saludos.
El anterior comentario no sé si habla en vaquero o en indio.
Un saludo
Vaya, ahora va a resultar que, en el Oeste, los Hermanos Marx tenían una hermana ;-)
Caraguevo: A mí costar, pero luego entender. No problema. Yo ser lista.
MGae: Eso sí, cada uno de ellos tiene su propia hora fijada de lectura. Cuestiones metódicas a mí..., ¡ja! ;-)
Posodo: Jajaja, ;-)
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