Descolocada
Así me han dejado los tres últimos capítulos de Castle. Tendré que verlos de nuevo despacio, pero me parece que, desde Still, los guionistas han perdido un poco el norte. Supongo que, en busca de una manera con que dejar a la audiencia pendiente de la serie para la próxima temporada, han pretendido encontrarla tocando la vena sentimental del personal (aparcando por una vez el dramatismo al que se habían entregado en en ocasiones anteriores), pero lo han hecho tan mal que de repente los dos personajes que han ido construyendo con tanto esmero a lo largo de 5 temporadas se han vuelto bipolares y ya nada casa con ellos, con su personalidad ni su naturaleza.
Construir un personaje es mucho más difícil que fabricar una trama, y precisamente una de las cosas que más me ha gustado de esta serie es ver cómo han ido mostrándonos la manera de ser de los dos protagonistas y cómo ésta se ha ido modificando por las circunstancias. Creo que han estado muy acertados con ellos: nunca he visto unos personajes tan cambiados del episodio uno al cien. Comparados con Castle y Beckett, en otras series los protagonistas son tan planos que acaban por aburrir, de manera que no entiendo por qué, en apenas 3 capítulos, se cargan todo ese trabajo y nos muestran a dos personas que no conocemos.
Es verdad que estas últimas semanas he seguido la serie un poco a mata caballo, así que volveré a ver los capítulos con más calma y a lo mejor entonces lo entiendo mejor. De momento, no lo consigo. O, si pretendo que sí, entonces lo que dejo de entender es todo lo anterior a ellos.
Por lo pronto, a mí el final que han buscado para esta temporada me parece una metedura de pata de las gordas: maltratan a los personajes y a la audiencia la toman por un grupo de adolescentes emocionalmente exaltados. Veremos qué trae el porvenir. De momento, está el asunto revolucionado a cuenta de la respuesta que dará Beckett el próximo otoño. Yo lo que quiero ver es cómo van a hacer para arreglar todo el desaguisado que han montado en los tres últimos capítulos.
Por cierto, si estuviera en mi mano decidir sobre el futuro de la serie, Beckett diría que no y se marcharía a Washington. Ella es un personaje mucho más complejo, completo y vivo, que todavía se puede desarrollar muchísimo. A Castle se lo han cargado: lo han transformado en previsible, pesado y aburrido.