...la del que huye del mundanal ruido
En esta descansada y retirada vida que llevo no alcanzan los ecos de fuera. Ni siquiera los más negros.
Ayer quedé a comer con unos amigos. A los postres, mientas cada cual elegía qué tomar, yo decidí hacer una visitita a otros amigos. Lo primero que encontré fue esta críptica entrada en casa de la Arquera. ¿Ein?
Pasé luego por el hogar del amigo sátiro y me encontré con esta anotación, que aclaraba un poco más.
En mi ignorancia de lo ocurrido, pregunté en voz alta: ¿Es que ha habido un accidente de tren? Y sentí clavadas sobre mi pobre persona todas las miradas de la mesa. ¿Pero tú en qué mundo vives, hija? Fue la respuesta.
En el mío, y es obvio que anda un poco desinformado. Creo que si se acabara el mundo no me enteraría hasta que, por aquello de seguir mejorando mi inglés, lo viera en versión original en un documental de National Geographic.
Hoy estuve en Madrid y la cosa andaba de luto. Por todas partes las banderas estaban a media asta:
En Correos:
En Correos:
2 comentarios:
Se te olvida el uso que está más de moda: silbarle.
Gracias por el enlace.
Un saludo.
Caraguevo: Buena apreciación.
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