Desde un refurgio seguro, entrevistamos a nuestra nueva periodista, S. Cid, que nos desvela -en primicia para los lectores del Gongeland News- las últimas noticias referentes al caso del músico corrupto.
-¿Cómo estás, S.?
-Bien, asustada pero resistiendo.
-¿Por qué asustada?
-Siento en el cuello el aliento del mal... Sé que está ahí, husmeando tras mi pista y temo lo que pueda ocurrirme si me descubren.
-¿Hablas del Presidente, Olaf Komoestaftú?
-Sí, aunque no exactamente...
-¿Puedes explicárnoslo?
-Komoestaftú no es más que un muñeco, una marioneta en manos del músico español que ha empezado todo esto.
-¿Hasta qué punto lo dirige?
-Por completo.
-¿Tienes la identidad de este sujeto?
-Sí, claro..., pero aún no quiero darla.
-¿Por qué?
-Seré franca: por miedo.
-Lo entendemos, S., y no insistimos. Ante todo debe primar tu seguridad. ¿Pero puedes contarnos algo de él?
-Es la maldad personificada. Suya es la idea, por ejemplo, de "tener que bañarse en pelota picada en el lago Stronsesngemn el primer día del invierno, y a 28º bajo cero" y también la de la tortura aeromodelística a la que debe verse sometido todo aquel aspirante a la nacionalidad gongelandesa.
-¡Pero eso es una barbaridad! Somos un pueblo encantador y nunca hemos exigido nada así.
-Lo sé, pero algo trama..., aunque aún no lo he descubierto.
-Sin embargo, sí qué sabes algo más..., ¿no?
-Sí, este tipo está intentado contactar con el Mossad.
-¿Con el Mossad?
-Bueno..., o algo así. He oído que quiere meter a los judíos en el ajo.
-¿Y la guerra con España?
-Tampoco puedo confirmarlo por completo, pero creo que con ello intenta zafarse de la investigación que un juez (investigado a su vez por el Supremo español) quiere iniciar contra él por crímenes contra el oído humano.
-¿El oído humano?
-Sí... Es por lo coñazo del nuevo himno.
-Ah, vale..., que no te entendíamos. Bien, S., vamos a cortar la comunicación por ahora. Cuidate.
-Por mi bien..., lo haré. Si no lo hiciera... sé lo que me espera.
-Dinos..., dinos qué.
-Me convertiría en el plato especial para una banda de esquimales carnívoros.
-¡Qué crueldad!
-¡Ya..., pero qué se le va a hacer...? Este hombre es así...
-¿Cómo estás, S.?
-Bien, asustada pero resistiendo.
-¿Por qué asustada?
-Siento en el cuello el aliento del mal... Sé que está ahí, husmeando tras mi pista y temo lo que pueda ocurrirme si me descubren.
-¿Hablas del Presidente, Olaf Komoestaftú?
-Sí, aunque no exactamente...
-¿Puedes explicárnoslo?
-Komoestaftú no es más que un muñeco, una marioneta en manos del músico español que ha empezado todo esto.
-¿Hasta qué punto lo dirige?
-Por completo.
-¿Tienes la identidad de este sujeto?
-Sí, claro..., pero aún no quiero darla.
-¿Por qué?
-Seré franca: por miedo.
-Lo entendemos, S., y no insistimos. Ante todo debe primar tu seguridad. ¿Pero puedes contarnos algo de él?
-Es la maldad personificada. Suya es la idea, por ejemplo, de "tener que bañarse en pelota picada en el lago Stronsesngemn el primer día del invierno, y a 28º bajo cero" y también la de la tortura aeromodelística a la que debe verse sometido todo aquel aspirante a la nacionalidad gongelandesa.
-¡Pero eso es una barbaridad! Somos un pueblo encantador y nunca hemos exigido nada así.
-Lo sé, pero algo trama..., aunque aún no lo he descubierto.
-Sin embargo, sí qué sabes algo más..., ¿no?
-Sí, este tipo está intentado contactar con el Mossad.
-¿Con el Mossad?
-Bueno..., o algo así. He oído que quiere meter a los judíos en el ajo.
-¿Y la guerra con España?
-Tampoco puedo confirmarlo por completo, pero creo que con ello intenta zafarse de la investigación que un juez (investigado a su vez por el Supremo español) quiere iniciar contra él por crímenes contra el oído humano.
-¿El oído humano?
-Sí... Es por lo coñazo del nuevo himno.
-Ah, vale..., que no te entendíamos. Bien, S., vamos a cortar la comunicación por ahora. Cuidate.
-Por mi bien..., lo haré. Si no lo hiciera... sé lo que me espera.
-Dinos..., dinos qué.
-Me convertiría en el plato especial para una banda de esquimales carnívoros.
-¡Qué crueldad!
-¡Ya..., pero qué se le va a hacer...? Este hombre es así...
7 comentarios:
Como portavoz del Mossad, desmiento cualquier implicación nuestra en la trama.
Un saludo a la intrépida periodista.
Saludos, Guido, desde las profundidades de la Tierra, donde he de esconderme de estas fieras corrupias. ¿No te sobrará un billetito para Calgary..., no?
BBBBrrrrrrrrrrr......
Bate: :-P y risa maléfica (que me la enseñó ayer Posodo): juajuajuajua (enciendo una linterna y me la pongo bajo el mentón) juajuajua.
"(enciendo una linterna y me la pongo bajo el mentón)"...Brrrr...
¿Quiere una pastillita de menta para la garganta, señor?
¿Músico tranlarín???...pufffff
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