Macabro, ácido, ingenioso, satírico, elocuente, humorístico, inteligente... todos estos adjetivos pueden aplicarse a Saki y a su obra. Quienes hayan disfrutado de la lectura de Animales y más que animales recordarán sin duda a Clovis, uno de los héroes decadentes y escépticos -cuya lengua epigramática le haría digno de figurar en cualquier obra de Oscar Wilde- de los que se vale Saki para zarandear y mortificar a la sociedad eduardiana de su tiempo.
En las Crónicas de Clovis el lector encontrará todos los elementos que caracterizan la obra de Saki, desde lo puramente macabro al humor más disparatado, sazonado con diálogos ingeniosos y personajes tan absurdos que sólo pueden ser británicos. Todos los cuentos de Saki son un ejemplo de brevedad y eficacia; un cuchillo lanzado al lector, ya sea para provocar su risa o moverle al espanto. No es extraño que entre sus discípulos se encuentren Tom Sharpe y Roald Dahl. "Si empiezas un relato de Saki, lo terminarás. Cuando lo hayas terminado, querrás empezar otro; y cuando los hayas leído todos, jamás los olvidarás", decía Tom Sharpe. Y en palabras de Borges: "Con una suerte de pudor, Saki da un tono de trivialidad a relatos cuya íntima trama es amarga y cruel. Esa delicadeza, esa levedad, esa ausencia de énfasis puede recordar las deliciosas comedias de Wilde".
El texto anterior, transcrito directamente desde la contraportada del libro, explica muy bien qué son las Crónicas de Clovis. No mucho más podría añadir (o tal vez sí, aunque me abstengo, a fin de no robarle al lector de este blog un rato más de su tiempo), salvo que me han encantado esas crónicas clovianas por su refinado humor, absurdo a veces hasta rozar el disparate, y el irónico retrato de la sociedad inglesa que el autor traza con mano magistral en cada uno de sus relatos. Ahora bien..., ¿quién fue ese tal Saki? Si el lector aún dispone de unos minutos, lo invito a leer lo que de este autor británico se dice en la Noticia sobre el autor que se encuentra al inicio del libro:
Como Kipling, Thackeray, y tantos otros escritores británicos, Saki -seudónimo de Hector Hugh Munro- nació en una de las colonias del Imperio, en Birmania, en 1870. Era hijo del inspector general de la policía británica en aquel país. Siendo aún niño, murió su madre, por lo que fue enviado a Inglaterra, a casa de dos viejas tías solteronas, Augusta y Carlota, para completar su educación. Fue un infancia desdichada, lejos de su padre, bajo la estricta vigilancia de dos estúpidas damas victorianas, empeñadas en una infatigable guerra doméstica, y que cobijaban un odio irracional contra los animales -odio que quizá sea el origen del amor que siempre profesó Saki por los animales, y la frecuente utilización de aborrecibles personajes autoritarios y llenosd e prejuicios que desfilan por su obra-. Completada su educación universitaria, Saki regresó a Birmania, donde se enroló en la policía militar, empleo que sólo pudo desempeñar durante un año deido a los constantes ataques de fiebre que padeció. De vuelta a Inglaterra, inició su carrera de escritor, realizando sketches políticos para la Estminster Gazette y como corresponsal para el Morning Post en los Balcanes, Rusia y París. Su primera recopilaciónd e historias, Reginald, vio la luz en 1904. Fue seguida por Reginald en Rusia (1910), Las Crónicas de Clovis (1911), El insoportable Bassington (1912), Animales y más que animales (1914), etc. En 1914 publicó When William Came, una fantasía bélica sobre Inglaterra bajo la ocupación alemana. Sus sketches patrióticos desde el frente fueron recopilados en The Square Egg, en 1924, ocho años después de su muerte, pues en 1914 se alistó voluntario para combatir al ejército alemán en Francia, donde murió en 1916, en el ataque a Beaumont Hamel. Según cuenta Graham Greene, instantes antes de su muerte se le oyó gritar desde el fondo de un cráter de obús: "Apagad ese maldito cigarrillo". Un segundo después una bala le atravesó el cráneo: al parecer, el anónimo y rudo soldado alemán no sabía comprender el fino humor británico. Borges sugiere que no es imposible que esta últimafrase se refiriera a la guerra. El seudónimo de Saki viene de la última stanza de Rubaiyyat de Omar Khanyyam, y significa "copero".
11 comentarios:
Me lo pido, que decía aquél.
"Apagad ese maldito cigarrillo"
-Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad-
-Gobierno de España-
*Se me olvidó, coñe!
Bate, eres único.
(Y también el único al que se le puede olvidar el "Gobierno de España" - Lo considerare mos efectos secundarios del gripazo, al que espero le hayas dado ya puerta.)
Nota: Éste es el comentario nº 3.003 (capicúa)
Interesante libro, parece. Me lo apunto en mi lista Cid.
Tú sigue disfrutando de la chimenea y la naturaleza.
Tú que puedes!
Soberbia estampa de Saki, Cid. No tenía el gusto, así que lo leeré. Se lo deberá Saki a tu reseña, es decir, a tí, allá dónde él esté, que tiene la suerte de contar con una Cid que le va ganando batallas incluso después de andar el pobre apagando cigarrillos en el más allá. Feliz año y suerte, Cid. Y a tus seguidores, o sea, a mi too. Un abraso
Posodo: Pues ya sabes donde encontrarlo... Conocí esta editorial gracias a ti, así que para qué darte más señas, jajaja.
Por cierto, tu "Nota" me ha dado un idea para mi primera entrada del año. Gracias. ;-)
Bate: Jajajajaja, don Bate y sus ocurrencias. Qué bueno... Pero..., ¿cómo se te olvido lo de "Gobierno de España", hombre?
Sue: Bueno..., ya se acabó el disfrute :-(. Vuelta a Madrid. Pero lo he pasado bien estos días y creo que tú también lo pasarás bien con este libro. Por cierto, ¿has leído "El club de los Viernes"?. En él hay más de un topicazo sobre las mujeres, pero el libro está bien... O quizá lo he leído en un momento en que me ha resultado atractivo. Me ha dado que pensar... Si no lo has leído, búscale un rato. Creo que te gustará.
José Antonio: Jajajajaja, qué simpática la imagen del Cid ganando batallas literarias después de muerto. Muy buena.
De Saki aún tengo en espera "El insoportable Bassington". Cuando lo lea, ya os contaré qué tal.
Saludos, amigos. Gracias por vuestra visita.
Gracias, Cid, me suena pero no lo he leído. No me gustan los tópicos, U know, pero si hace pasar un buen rato me pondré a ello.
NO hay reseña en esta entrada, pues todo es copiado del propio libro de Saki, de la editorial Valdemar.
Si se plagia hay que citarlo por lo menos.
Anónimo:
¿Qué parte de:
«El texto anterior, transcrito directamente desde la contraportada del libro, explica muy bien qué son las Crónicas de Clovis. No mucho más podría añadir (o tal vez sí, aunque me abstengo, a fin de no robarle al lector de este blog un rato más de su tiempo), salvo que me han encantado esas crónicas clovianas por su refinado humor, absurdo a veces hasta rozar el disparate, y el irónico retrato de la sociedad inglesa que el autor traza con mano magistral en cada uno de sus relatos» no es comentario y opinión propios, ni indicación de que el resto de la anotación se cita del libro?
Por cierto, si se plagia, lo que no se hace, precisamente, es citar el original.
Un saludo.
Posodo: ;-)
Gracias.
Publicar un comentario