Desasosiego
Como hoy no había colegio (¡alabado sea Dios!), ayer dimos una fiestecita conjunta, MGae y yo, a cuenta de nuestros respectivos cumpleaños. La velada fue agradable, pero hubo mucha conversación educacional (esto de tener amigos del gremio tiene estas cosas) que, en vez de relajar, suele aumenta el malestar. Se charló de posibles salidas (aunque yo no vi el camino claro hacia ninguna) y se conversó sobre la escritura como una de ellas (al menos en sueños, claro).
Hoy vengo recordando un diálogo que mantuve con uno de mis sobrinos en Nochebuena.
-¿Pero tú quieres publicar?
-No sé.
-Pues si no mandas nada, ¿cómo lo vas a lograr? ¿Crees que van a ir los editores a tu ordenador a buscar tus historias?
-En realidad, lo que creo es que son ellos los que no querrán publicarme.
Y ayer, en la fiestuqui, alguien me dijo: tendrás que moverte. Lo cual entendí como un: Envía tus relatos a concursos literarios.
Y recordé aquel comentario en Finis Terrae que dio lugar a esta entrada.
Y aquí llevo un rato esta tarde, echando un vistazo por la red. He encontrado uno cuyo plazo de presentación finaliza dentro de 3 días y para el cual tengo relato apropiado, pero lo único que he conseguido es una enorme carga de desasosiego. ¡No quiero participar! Me cuesta un mundo darle al botón enviar y ver cómo mi relatito desaparece camino de vaya usted a saber qué ojos. Cuando, además, no tengo absolutamente ninguna confianza en la limpieza de los concursos.
Estoy mosqueada a cuenta del maldito concurso y encima el sol se va apagando y se acaba el día extra de asueto.
Mañana otra vez al cole.
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8 comentarios:
Participa en aquellos concursos cuyas bases no te dejen sin los derechos de una futura publicación.
Y ya sabes, lo importante es participar, no ganar, aunque el espíritu olímpico no esté muy en boga últimamente.
(Lo de que "el sol se va apagando", no lo dirás por ti, ¿verdad?)
Toooooodos los que tenéis Scrivener acabáis presentándoos a un concurso, ja, ja.
Lo que sí tendrás que hacer antes de enviarlo es registrarlo. Aquí, Marta Terol comentó que lo hizo en la Biblioteca Valenciana porque actúa como depósito legal, en Madrid vaya usted a saber dónde es.
Ánimo y que no te asusten las cláusulas, que muchas están consideradas como abusivas.
Un saludo
Posodo: ¡Qué buena idea! Sólo los que no me dejen sin los derechos de publicación. Eso borra este concurso que había visto esta tarde, lo cual me quita un peso de encima: ya no tengo que presentarme :-))) Hala, patada al desasosiego, jaja.
Además, el relatito que iba a presentar pretendía utilizarlo en una historia larga que se me ha ocurrido hoy sobre una escritora. Este relato sería una de sus historias.
Gracias, me has arreglado el resto de tarde, que estaba corrigiendo mi Quadrivium y llevaba media hora dando vueltas a una frase (la he puesto de todas las formas posibles) sin encontrar la solución. A ver si ahora, con una nueva iluminación (aunque se el sol se haya apagado ya totalmente), doy con ella.
Caraguevo: Que sííííí, que fuiste tú quien me descubrió Scrivener :-p ¡¡¡Y nunca te lo agradeceré lo bastante!!! Al final te voy a tener que castigar obligándote a la lectura de Quadrivium, hijo predilecto de Scrivener.
Nunca he registrado nada y debería hacerlo, sí.
Saludos, amigos, y gracias por suavizar mi mosqueo vespertino, jaja.
Algún día, en otra fiesta,
otro te dirá "taller"...
Guárdalo en Scrivener.
S. Cid: Que no me había autocitado, ja, ja.
De hecho no lo voy a hacer, aunque alquien escribió en una anotación sobre premios literarios lo del registro de las obras literarias, pero es posible que estuviera escondida entre tanta afotica.
Un saludo
Urumo: ¡Qué críptico! Esta noche no duermo...
;-)
Caraguevo: Dije que "nunca he registrado nada", no que no haya pensado que es una buena idea, ni que se me haya pasado leerlo entre afoticas, aunque tú también vas hoy de críptico (u hoy estoy yo muy lerda) y no sé si te he entendido.
Hala, saludos, par de encriptólogos.
Lerdo estoy yo para pensar que alguien que sabe escribir y sabe enseñar pueda un día enseñar a escribir...
De salidas hablábais ¿no?
Urumo: Largo me lo fiais, señor Lobo. Para eso primero tendría que aprender tanto...
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