lunes, 30 de noviembre de 2009

Al fin..., ángeles

Al fin..., ángeles

Leyendo hace unas semanas Plato por plato, encontré que Posodo había dedicado el pasado 29 de septiembre, día de los Santos Arcángeles, una anotación a estos seres etéreos: Tres que son siete. Sin que albergue mi ánimo deseo alguno de parecer petulante, puedo decir que no me sorprendió el número de siete, pues sabía que hay más arcángeles de los que habitualmente se conocen: Miguel, Gabriel y Rafael; pero confieso (tal vez con sonrojo…, o sin él) que no podría decir el nombre del resto.

Pocos días después de leer tal anotación, publicó Posodo otra sobre el Yom Kipur Desconociendo el Perdón, fiesta judía extraña, sin duda, para la mayoría de los españoles. Me pregunté yo entonces si ese desconocimiento no sería inducido. Ya se sabe: se teme y odia lo que se desconoce. Y hablaba, creo recordar, en un comentario que escribí de que no hay que trasladarse a la religión judía para encontrar un amplio desconocimiento entre los españoles: basta con hacer cuatro preguntitas sobre la católica y veremos “alfabetos sueltos” (que los llama Guido) por todas partes.

Y, entre una y otra anotación de Posodo, fui a dar en mis lecturas con una que me reveló el porqué de que haya 4 y sólo 4 Evangelios. O, al menos, uno de los porqués. Al parecer, y según una de las varias razones que aduce San Ireneo para ello, El Verbo creador del universo reina y brilla sobre los querubines, los querubines tienen cuatro formas, y he aquí por qué el Verbo nos ha obsequiado con cuatro Evangelios. De nuevo los ángeles se abrieron paso en mis lecturas. Así pues, intrigada por esa pirámide jerárquica de arcángeles, serafines, querubines y demás… me puse a investigar (que horroriza a mi ánimo convertirme en una “alfabeta suelta“), y he aquí el resultado de mis pesquisas:

De acuerdo con la teología medieval, se organizan los ángeles en nueve coros agrupados en tres jerarquías.

A la Primera Jerarquía pertenecen los Serafines, primeros en este orden jerárquico y cuya principal función es alabar a Dios. Le cantan y se recrean en Su infinita bondad y belleza (Isaías 6, 1-7); los Querubines, guardianes de la luz (¿era Luzbel uno de ellos?) y con respecto a los cuales corre cierta controversia, pues no está claro si los Querubines están dentro del nivel donde se encuentran los Ángeles o algunos escalones por encima. Son cuatro y cada uno muestra un rostro diferente: de águila, que representa la sabiduría de Dios; de toro, la fuerza; de hombre, el amor; y de león, el poder. (Genesis 3, 24; Ezequiel 10, 17-20; y 1 Reyes 6, 23-28) y Tronos, constructores del orden universal y encargados de trasladar el trono de Dios por el paraíso.

Dentro de la Segunda Jerarquía encontramos a las Dominaciones, cuya labor consiste en gobernar las funciones de los ángeles inferiores y asegurar el orden del universo; Virtudes, que supervisan a las personas; y Potestades guardan las conciencias y entre ellos se encuentran los ángeles del nacimiento y la muerte de cada ser humano.

Ya, por fin, en la Tercera Jerarquía, la de grado inferior y, por tanto, donde se encuentran los ángeles más cercanos a los hombres, se hallan los Principados, cuya labor consiste en guardar las naciones; los Arcángeles, agentes especiales con licencia para llevar a cabo misiones de máxima relevancia; y los Ángeles, que aunque ocupan el nivel más bajo dentro de esta jerarquía son, sin embargo, los más conocidos por los hombres pues a ellos se les encomiendan las labores que tienen que ver con éstos.

Luego, además, está Ramón… que es mi ángel de la guarda. ;-)

9 comentarios:

Guido Finzi dijo...

A mí, lo que me molesta, aparte de los peligros que trae la ignorancia para los que no somos "alfabetos", es la orgullosa jactancia que se hace de la misma en medios como el televisivo. Aparte de eso, los chicos de hoy en día ven lo de ser paletos funcionales como algo gracioso y no sienten la más mínima vergüenza por desconocer los nombres de los Reyes Católicos o los años en que se produjo la Guerra Civil. Luego, ya mayorcitos, terminan sacándose una carrera sin haber aprendido a escribir sin faltas.
Un saludo.

PD: lo de los judíos y Oriente Medio es un tema de lo más peculiar; todos opinan y nadie tiene la más mínima idea al respecto. Cualquier tarado se llena la boca con palabras como "sionismo" o "lobby judío" pero si le preguntas por Martin Buber, Jabotinsky o el AIPAC, te miran como si le preguntaras la fórmula química del ácido clorhídrico.

Anónimo dijo...

Eso de jerarquías es algo inventado por el ser
humano. Ante Dios no existen esos desniveles.
Eres único y perfecto ante él, tú su criatura.
Un beso
BB

José Manuel Guerrero C. dijo...

Santo Tomás distingue netamente y, a la vez, integra armónicamente el orden de la naturaleza y de la gracia. En el orden natural, cada ángel difiere específicamente de todos los demás. La distancia que hay del mínimo al supremo es inconmensurable. Con mayor motivo, entre la naturaleza del hombre y la del ángel media un verdadero abismo. Estas enormes distancias o diversidades en lo natural ayudan a comprender la grandeza y transcendencia de la gracia, que unifica no solamente a los ángeles entre sí, sino también a los ángeles y a los hombres.
Ante Dios si existe deniveles.

Anónimo dijo...

Porque es un Dios inventado por el nombre...
BB

S. Cid dijo...

Guido: Sí, ahí está el quid de la cuestión: hoy en día mola un montón ser inculto. Lo veo cada día en mis clases. La pregunta que siempre hacen es: "¿Y esto para qué vale?", siendo "esto" la materia que les estás enseñando. Claro yo he dejado de culparles: en casa no se preocupan por ellos; en el nuevo sistema educativo, todo el mundo tiene que aprobar, y en la tele es lo que ven: ¿no vive que te mueres la Esteban and company? Pues eso, ¿para qué vale saber quién escribió El conde Lucanor?

En cuanto a lo de Oriente Medio..., para mí que los que manejan los hilos de la "comunicación" sí que saben lo que pasa..., sólo que lo distorsionan según su conveniencia. Y su interés pasa porque los judíos sean los malos. Eso sí, Arafat un santo (¿se habrá convertido en querubín ahí arriba?), modelo a seguir y admirar por nuestros jóvenes..., esos cuya mente sólo es capaz seguir el discurso histriónico de la Esteban.

BB y Bate: Vaya, vaya..., ¿polemiquilla por el blog? Yo no voy a entrar en ella. Dios está tan lejos de mis posibilidades de comprensión..., que mejor ni intentarlo. Pero, eso sí, estoy de acuerdo con BB en que a veces el hombre ha tratado de hacer a Dios a su imagen y semejanza, en lugar de aceptar simplemente el hecho de que, en realidad, ocurrió al revés.

Saludos amistosos a todos.

S. Cid

Guido Finzi dijo...

Es justo como decimos. Hoy los padres prefieren que sus hijos sean futbolistas o dentistas aunque luego ni siquiera sepan escribir su nombre.

En cuanto a lo de Arafat, fíjate cómo ningún medio español publicó que el criminal murió de SIDA, algo que es vox populi en todo Oriente Medio.

Un saludo.

José Manuel Guerrero C. dijo...

BB:
Los desniveles son los pecados.

posodo dijo...

Muchas gracias por las referencias, y por el desarrollo de tu anotación, misión de máxima relevancia muy bien desarrollada por el Arcángel Scidel.

S. Cid dijo...

¿Arcángel Scidel? Jajajajaja... Sí..., he notado cómo empezaban a salirme plumas en la espalda... ¡Ay, Dios mío, qué emoción! ;-)

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