El médico rural (Felipe Trigo)
Me da la impresión de que los escritores extremeños son bastante desconocidos para el público en general. Hablo desde mi personal punto de vista, claro, y tal vez me equivoque y sean estos, sin embargo, de sobra conocidos para el común de los mortales, hallándose en ese caso el problema en mí y mi profunda incultura.
Introduzco así el comentario que viene hoy hasta el blog porque admito que hasta el año 2001 no supe que había existido un escritor, de nombre Felipe Trigo y nacido en tierras extremeñas, que había dado al editor obras de gran valía. Lo conocí gracias a una de las colecciones de libros que de vez en cuando sacan al mercado los periódicos. En concreto, merced a la colección “Las mejores novelas en castellano del siglo XX” que publicó el diario El Mundo. No compré todas las obras que conformaban esta colección, pero sí algunas y entre ellas se encontraba Jarrapellejos. Una novela cruel, se dice de ella en su prólogo, escrito por Antonio Pérez Henares, que cuenta la historia de un cacique en la terrible, famélica y ardiente Extremadura de principio del siglo XX.
La novela verdaderamente lo es: cruel y bestial, pero magníficamente escrita, y a través de cuya lectura pude conocer a este escritor, melancólico residente hasta entonces en los amplios campos de mi ignorancia. El pasado verano, por casualidad fui a toparme con otra novela salida de su pluma: El médico rural, de raíces infinitamente menos cruentas que la anterior; más alegre y colorida, a pesar de las penosas condiciones que con frecuencia, y sin duda producto de la sociedad de entonces, que a través de ella se descubren.
Desarrollada también en los inicios del siglo pasado, narra los tambaleantes pasos profesionales con los que un joven y novato médico apenas si acierta a mantenerse en pie. Constituye esta novela un documento de memoria y reflexión individual y de crítica social de primer orden, para cuya realización se basó Felipe Trigo en sus años de experiencia como médico en tierras extremeñas. Las dificultades de todo orden que dicha profesión encontraba frente a una sociedad carente de medios, inculta, fanática, manejada por un abusivo caciquismo, en la que la falta de higiene, la sensualidad desvergonzada y la absoluta falta de fe en la ciencia eran los principales obstáculos que Esteban Sicilia (protagonista de esta obra) tendrá que vencer.
Gregorio Torres Nebrera, catedrático de Literatura Española de la Universidad de Extremadura, es el responsable de la edición que reposa aquí, a mi lado. En su prólogo a la misma, enumera las distintas ediciones que se han realizado de la novela y señala que en la publicada por la Editorial Turner en su colección de “Novela social” se recoge un elogioso y reivindicador prólogo de José Begamín en el que se afirma -si bien de manera un tanto excesiva, a juicio del propio Torres Nebrera-, que por la plasticidad visual de su lenguaje, el genio novelesco de Trigo supera con mucho el de todos los demás novelistas españoles de su época (exceptuando a Galdós). Yo, que no soy catedrática de nada, creo que también es un poquito exagerada tal afirmación, lo que no es óbice para que mantenga firme mi idea de que se trata de una excelente novela que merece la pena leer.
6 comentarios:
Primera noticia que tengo de éste autor. Claro que esto tampoco es decir mucho porque, no me prodigo leyendo a escritores españoles.
En todo caso, me apunto el nombre; quizás, por lo que cuentas, termine recordándome a mi admirado Eça de Queirós.
Un saludo
Investigaremos por ahí que encontramos de este hombre, me da buen espinazo.
Me recordó este fragmento "...frente a una sociedad carente de medios, inculta, fanática, manejada por un abusivo caciquismo, en la que la falta de higiene, la sensualidad desvergonzada y la absoluta falta de fe.." a Delibes, a los Santos Innocentes.
Me gusta Delibes, creo que no hemos dicho nada de su muerte.
Yo leí "Jarrapellejos", un novelón, del que se hizo una película, que no he visto; y luego vi también un episodio, magnífico, de "Ls huella del crimen" donde se contaba la historia. Hay incluso una obra de teatro basada en ella.
Es un estemecedor reflejo de los caciques de la época -ríete tú de los de Los santos inocentes- que debería difundirse mas. La novela lo merece.
Miguel:
"La huella del crímen" fue una de las mejores series españolas que se hicieron nunca
Felipe Trigo me trae recuerdos de mis tiempos de instituto y de mi adorado profesor de Lengua y Literatura (alumno, por cierto, de F. Lázaro Carreter). Me hizo sudar sangre con la ortografía (cosa que le agradeceré por siempre) y consiguió que no me sintiera un bicho raro por mi afición a las letras
A ver, que le doy a la tecla equivocada y publico el coment a medias... leñe.
Mi profesor me hizo una lista de libros que aún conservo (papel ya amarillento por el paso del tiempo) y entre ellos está "El médico rural" de F. Trigo. Sin embargo, aún no lo leí...
Me siento fatal.
Gracias Cid por traer a la memoria este libro y autor. Voy a ponerme las pilas al respecto. Además, me apetece.
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