Los cipreses creen en Dios José Mª Gironella
En el año 2004, mi tía me regaló esta novela (no la que aparece en la foto, sino una edición -en concreto la decimotercera- publicada en 1975) que desde hacía tiempo se encontraba en mi lista de lecturas pendientes. No obstante, y a pesar de tenerla en mi estantería desde el 2004, corrió el tiempo sin que la pobre avanzara posiciones en la cola y no fue hasta el pasado puente de la Inmaculada que la llevé conmigo... y la leí del tirón. Me entusiasmó tanto, que no dejé pasar mucho tiempo sin que viniera detrás la lectura de las novelas que la continúan y cuyo comentario aparecerá por aquí próximamente.
En el año 2004, mi tía me regaló esta novela (no la que aparece en la foto, sino una edición -en concreto la decimotercera- publicada en 1975) que desde hacía tiempo se encontraba en mi lista de lecturas pendientes. No obstante, y a pesar de tenerla en mi estantería desde el 2004, corrió el tiempo sin que la pobre avanzara posiciones en la cola y no fue hasta el pasado puente de la Inmaculada que la llevé conmigo... y la leí del tirón. Me entusiasmó tanto, que no dejé pasar mucho tiempo sin que viniera detrás la lectura de las novelas que la continúan y cuyo comentario aparecerá por aquí próximamente.
En esta primera parte de la trilogía (convertida después por el autor en una tetralogía al añadir Los hombres lloran solos), Gironella nos presenta a los que van a ser los protagonistas indiscutibles de la novela: la familia Alvear, con el hijo mayor, Ignacio, a la cabeza de todos así como el sinfín de personajes "secundarios" que los rodean y que van a ir conformando la sociedad de Gerona, ciudad donde el autor decidió que transcurriera la historia, en los años inmediatamente anteriores al estallido de la Guerra Civil.
La novela está magníficamente escrita y, merced a la multitud de personajes, de variado pelaje, múltiples ideologías y diversas formas de entender y valorar la vida con que juega Gironella, el autor consigue una estampa, real sin duda y tremendamente dura, de lo que debió de ser el momento. El retrato de la época que logra pergeñar Gironella debería ser de obligado estudio para los españoles. Con ello, se desfacerían entuertos y, además, todas las falacias históricas que se han construido respecto del asunto al albur de la ignorancia del vulgo serían condenadas sin la menor duda a consumirse entre las llamas del averno.
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Enlace a Un millón de muertos.
Enlace a Ha estallado de la paz.
10 comentarios:
No leí nada del autor pero, en cierta oportunidad, compré una vieja edición para regalar a la madre de un amigo. Quizás me toque descubrirlo algún día.
Un saludo
Pues en mi casa también la tengo hace años y años. Fue una de estas compras de dos duros que a veces tienes la suerte de encontrar en El Corte Inglés, pero no tenía ni idea de que fuera una tetralogía. Gracias por la información.
Pues lo mismo digo, habrá que hincarle el diente alguna vez. Muchas gracias y un saludo.
Sí, sí..., no lo dudéis. Es un magnífico libro. Es más, en cuanto hayáis leído esta primera parte, correréis a la librería en busca de la segunda y, luego, en busca de la tercera. De la cuarta no puedo opinar porque no la he leído. La encargué, pero nunca supe de mi encargo... Estoy a ver si un día me decido a salir en su búsqueda por otras librerías.
Saludos, amigos.
S. Cid
Yo tampoco la he leído. Me da algo de pereza, no sé por qué, igual porque el titulo, en mi opinión, es algo plomizo. Pero si tú la recomiendas igual hago un poder
Es muy buena novela, Miguel: los personajes están fantásticamente ideados, el ambiente preguerra, la sociedad de la época... Buenísima. A mí me encantó.
Llevo un rato pensando que puedo decir de este libro y de su autor. Para mi significa el encuentro que tenía pendiente con la Verdad que se me tenía oculta.
Dejé la frivolidad que me habían contado de mi país, atrás, después de sentir el dolor y el escalofrío que me produjo esta lectura. Historia viva de España. Historia contada por un ganador pensando siempre en los perdedores. Esta novela me hace comulgar en la idea de España. Si alguien quiere saber cómo escribe un católico cuando dice la verdad, que la lea.
Se corre un peligro...., deja huella.
Lo que es curioso es que la tetralogía fue publicándose con muchos años entre un libro y otro (de 1953 ésta primera y la última en el año 1986).
Me leí "Los cipreses creen en Dios", y hay que reconocer que estamos ante un grandísimo escritor.
Tambíen me leí el Premio Planeta (mi padre los tiene todos y la obra "Condenados a vivir" también está muy bien).
Creo que no revelo nada que no se sepa o pueda suponerse, el título hace referencia precisamente a lo último que se narra en la novela, en los primeros compases ya iniciado el Alzamiento, aún en la incertidumbre sobre si acabaría habiendo guerra o no.
Y es que precisamente, una inmensa mayoría de quienes acabaron el paseo que les dieron, lo hicieron por ser creyentes (católicos) en Dios.
Bate: "Dejé la frivolidad que me habían contado de mi país, atrás". Sí..., ahí se dejan atrás muchas falacias metidas en el cerebro a base de repeticiones. Bueno..., no es mi caso... Yo tuve suerte.
Carlos: Yo sólo he leído las tres primeras novelas de esta tetralogía, pero nada más de este autor. No conocía, pues, "Condenados a vivir". Pero como me han gustado tanto estas novelas, por supuesto seguiré leyendo a este autor, de quien, por cierto, un profesor mío escribió una biografía que me regaló y dedicó :-)
Posodo: Sí, así acabaron tras el paseo que, por supuesto, terminó con ellos enterrados entre los cipreses de los cementerios. Algo que parece olvidar la memoria histórica que últimamente campa a sus anchas por las tierras de esta Ex-paña. Os copio literalmente el primer párrafo de una pregunta sobre la Guerra Civil en un libro que se imparte en mi colegio:
"La sublevación militar encabezada por Franco empezó en Canarias y en las ciudades españolas de Marruecos. El 18 de julio se extendió a la Península con resultados desiguales según las regiones. La Marina y la Aviación permanecieron fieles a la República. Allí donde los militares sublevados tomaron el mando se desencadenó una fuerte represión contra republicanos e izquierdistas (rojos): un ejemplo de ello fue el asesinato de Federico García Lorca".
Sería gravoso para mi excaso tiempo compiaros el resto del libro, pero ¿acaso alguien supone que existe alguna mención a Paracuellos? ¿Y a los intelectuales de derechas asesinados, como Pedro Muñoz Seca? ¿Y los 7.000 religiosos asesinados? Si alguien lo ha supuesto..., se equivoca. No hay tal tipo de mención.
En fin..., memoria, dicen, e histórica... Eso sí, demagogia en el caso Garzón, a raudales. Y la televisión española que sostengo con mis impuestos televisando a la gentuza que ayer se reunió en la Complutense (para eso ha quedado la universidad) para contar insultar al Supremo, insultar mi inteligencia y contar mentiras. Ves, Bate..., un nuevo ejemplo de lo mal que nos tratan.
Saludos, amigos.
S. Cid
PD: las negritas de "ciudades españolas de Marruecos" son mías. Las he puesto para llamar la atención del lector sobre el modo de expresarse... Si alguien entiende por qué nos gusta tirar piedras sobre nuestro propio tejado..., que me lo explique, por favor. Se lo agradeceré infinito, porque no me cabe ya tanto caos en la cabeza.
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