miércoles, 13 de enero de 2010

Puré de lentejas

Puré de lentejas

Acabo de oír dar las 8 en el reloj de las clarisas. Removía en la cazuela, cuando empezaron a sonar, unas lentejas que estoy preparando para mañana y, sin haber empezado a contar las campanadas, me pregunté si serían las 7 o las 8. Tan oscuras son las tardes de este invierno que no sabe una en qué hora vive. Quise ilusionarme pensando que aún eran las 7, pero eché un vistazo al móvil y éste me desengañó: eran las 8. "¡Caray! -pensé-, ya son tres horas y media las que hace que estoy aquí. Qué rápido pasa el tiempo cuando una lo ocupa en entretenidos menesteres y qué largo se hace, empero, el empleado en el castigo que Adán y Eva echaron sobre nuestras frentes, sudorosas desde entonces, si una quiere ganarse el pan con honradez".

He entretenido la tarde en acabar la novela de Gironella Ha estallado la paz y, sin apenas tiempo de cerrar el libro al morir la última de sus frases, ya estaba abriendo el siguiente: La amigdalitis de Tarzán. Los ojos repasaban las dedicatorias que Bryce Echenique dirige a diversas personas en su novela mientras, con la mano que me quedaba libre, continuaba el movimiento autómatico de la muñeca que revolucionaba sin piedad las lentejas, las cuales, por cierto, no necesitan tanta agitación, tal y como le ocurre al martini de 007. El título de la novela recién empezada fue el que trajo, sin duda, algunas extrañas asociaciones a la mente y, con ellas, se presentaron en mi memoria reminiscencias de las horas pasadas. Así fue que, de manera subconsciente, me sorprendí carraspeando antes de decidirme a entonar unas notas por ver si mi voz había ya comenzado a sufrir el desgaste al que las clases la someten. No es así, a Dios gracias. Todavía, no.

La voz es mi instrumento de trabajo. ¿Qué haría si la perdiera? Después de probar el guiso, golpeo la cazuela con la cuchara de palo y me quedo pensativa. Eso, ¿qué harías si la perdieras...? Y, sin embargo, la preocupación que con mayor intensidad asoma a mi espíritu últimamente es la del oído... Primero, por el altísimo volumen en que se desenvuelve mi labor (¿por qué grita tanto la gente?) y, luego, por lo que han de escuchar cada día las desdichadas orejas. ¡Cuánta vulgaridad! Un nuevo pensamiento acude raudo a mi mente y, tras el mucho aparato y vocerío -una vez más- con que en ella entra, sacudo la cabeza enérgicamente: ¡No, Dios mío -exclamo-. No lo permitas. No dejes que me contagie!". Y con una adaptación sui géneris y muy personal, obviamente, recito mi propia letanía: "De toda zafiedad e ignorancia. Líbranos, Señor".

"¡Ánimo! -me digo-, que de todo hay en la viña del Señor y también se encuentran zonas soleadas entre tanta umbría". No me percato entonces, pero el cerebro, loco sin duda por las esperanza cierta que encierra mi pensamiento, gira demente la muñeca y, con ella, la cuchara dentro de la cazuela. Sin necesidad de mirar al pasado lejano, encuentro que esta mañana descubrí una de esas zonas luminosas en el blog de la Editorial C & M, cuya visita me permito sugerir al lector de Finis Terrae. Se llevará una grata sorpresa al descubrir los secretos que guarda esa Librería Shakespeare and Company de la que nos habla. Pero no es la única luminiscencia del día: la tarde me trae, a través del correo electrónico, las líneas que un buen lector le escribe a un autor de su agrado y la respuesta que éste le remite.: un auténtico placer para los sentidos literarios de todo aquel que se goza con la buena escritura.

"Sí -me sonrío-, definitivamente hay rincones soleados y gentes de charla inteligente y amena que traen luz a tu vida". Siento que algo, no obstante, altera mi alegría: una leve molestia se extiende desde mi muñeca por el antebrazo. Sorprendida por el dolorcillo, bajo la vista y la clavo en la cazuela. "¿Qué hago -me pregunto sorprendida- removiendo el guiso?". Asomo la nariz por encima de la olla... y encuentro que ya no hay guiso... ¡Qué se le va a hacer! Mañana se comerá en esta casa... puré de lentejas.



7 comentarios:

Guido Finzi dijo...

Literatura y lentejas es una combinación óptima para estas fechas. Sólo falta añadir una copa de vino para rematar.
Y pensar que hay gente que, por no ponerse a cocinar prefiere pasar sin comer...

Un saludo

PD: Gracias.

Anónimo dijo...

Dios quiera que toda esa vulgaridad se deba sólo a la edad en la que están, y que cuando sean personas adultas vean la luz...

S. Cid dijo...

Guido: Sí..., la copa de vino ha faltado :-(, pero a cambio pasé un buen rato escribiendo. Doy por bien empleado, pues, que el guiso se volviera puré, siempre mejor,desde luego, que cualquier plato precocinado lleno de conservantes nocivos.

Anónimo: Sí..., Dios lo quiera, peor soy pesimista en cuanto a ese deseo. Me da en la nariz... que la cosa no cambiará con la madurez. Si es que alguna vez maduran, cosa de la que también dudo.

Saludos, amigos.

S. Cid

Carlos dijo...

Gracias por tu referencia, S. Cid.
Sigo insistiendo que tus posts son literatura en estado puro. A ver si se nos pega tu estilo y escribimos como tú.
Saludos.

S. Cid dijo...

Carlos: Gracias a ti por contarme que existe la librería Shakespeare and Company :-). Y gracias también por tus palabras... Te las agradezco de corazón, aunque se te note lo de ser andaluz en eso de "literatura en estado puro" ;-).

Saludos con piropos también para ti :-)

S. Cid

Mertxe Costas-Bookworm dijo...

A mí me encanta el puré de lentejas y con estos fríos y hoy que no me encuentro muy bien, no veas qué bien me vendría un platito.

La verdad es que da gusto leerte. Sé que no comento muchas veces en tu blog, pero es que en la mitad de las ocasiones no sé ni qué decir. Me decía mi cuñado el otro día que el no había entrado todavía en el mío, pero que creía (con lo que yo leo) que debía expresarme bien ¡qué risa!
Le contesté que yo tengo un blog para escribir de la misma forma que hablo con mis amigos, de un modo coloquial para que todo el mundo comprenda qué he sentido al leer un libro (porque a veces entro en algunos blogs, me leo las reseñas y después me pregunto ¿pero a este tío le ha gustado el libro SÍ o NO?) Es evidente que yo soy mucho más normalilla a la hora de escribir, pero desde luego también da gusto leer cosas tan bien escritas como las que nos dejas tú por aquí.

Un abrazo

S. Cid dijo...

Bookworm: A mí el puré no tanto -creo que por la textura-, pero las lentejas... Es que me van mucho los guisos. Me encanta la cuchara.

Y con respecto a lo otro..., al final me voy a sentir abrumada... (sonrojo). Bueno, yo normalmente también le doy a la tecla según Dios me dé a entender, pero a veces me gusta hacer juegos (como los que resuelven sudokus) y salen cosas más airadas. En esta ocasión..., no sé si lo conseguí (aunque sí era mi intención..., mi juego). Eso sí, me lo pasé un rato de bien con tanto meneo a la cuchara e hilando ideas absurdas en un mismo texto :-). Fue divertido :-)

Saludos y gracias por tus visitas, tus lecturas y tus palabras. Buen finde y a ver qué nueva lectura nos preparas que yo, aunque a veces tampoco comento en tu blog, te leo siempre. Por eso luego me anoto cosas como la de los números primos (chica, con todo lo que leéis y me picáis la curiosidad -entre unos y otros...-, no doy a basto) :-))

S. Cid

Belén 2013

Belén 2011