sábado, 24 de julio de 2010

"Despertar" en Elm Street

Despertar en Elm Street

Me cuentan hoy que ayer, en uno de esos programas del corazón (toc-toc-toc-toc..., se altera el mío y me pregunta por qué "yo también, hijo mío, Bruto" denigro su nombre cuando me refiero con él a esa casquería televisiva) una señorita narró sus aventuras amorosas con un tipo -cuyo nombre no recuerdo pero fácilmente identificable pues es el marido de la nieta de Franco- precisamente la noche antes de la boda con ella y también durante la misma noche de bodas, con el conocimiento y consentimiento de la nietísima. Bonita manera de despertar al mundo después de una hermosa semana de deliciosas vacaciones en m.U.P. (esto es, mi Universo Personal) Porque, vamos a ver, pasiones degeneradas las hubo y habrá en todo tiempo y lugar; espíritus corrompidos, almas propensas a la degradación y sociedades decadentes siempre existieron, pero que una salga pacífica y sonriente de su cascarón virginal y alguien altere la serenidad de su existencia con cuentos tales, es duro... De verdad, amigos, es durísimo. Casi, casi como si te volvieran a contar que los Reyes son los padres.


Poco más sé de lo que ocurrió en el mundo esta semana. De hecho, no sé nada. Ni nada quiero saber. No he comprado el periódico, no he encendido la tele, sí he escuchado la radio (pero no recuerdo casi nada de lo que en ella se dijo). Me he dedicado a nadar, leer y escribir, de modo que como no os enumere las bondades de la natación, os cuente Crimen y castigo u os hable sobre un pobre abedul enamorado..., no tengo sustancia alguna con la que alimentar estas líneas, salvo que... le diera cuerda a la imaginación y os endosara una de las mías.

Hace calor, sin embargo, y probablemente no están los cuerpos para mucho esfuerzo, de modo que mejor un texto breve, aunque no refrescante... Para ello habrá que esperar a que Blogger invente pronto los post con burbujas o incluya en el panel de control una nueva pestaña con máquina de hielo a 5 céntimos (ZP's new tax) el cubito.

Voy a dar un paseo por vuestras casas, a ver qué os contáis...

15 comentarios:

Kerícolo dijo...

Bueno, es bueno estar desconectado del mundo bullicioso y escandaloso por momentos...tanta información que nos llega por todas partes no puede ser buena para la mente...felicidades por tus relajadas vacaciones. Un beso grande guapa

Carlos dijo...

Es difícil desconectar. Yo vengo hoy de la playa, pero siempre hay alguno enganchado a la radio diciéndonos que Contador ha sacado 28 segundos al segundo y quizá gane el Tour de Francia, o que mañana sale Alonso el segundo en la parrilla de salida, o que Corea tiene la bomba atómica... bueno ni descansando un día en Cádiz en la playita dejamos de estar informados.
Muchas besos y bienvenida.

Ana Laura dijo...

Ahhhh, has vuelto! Por un lado me alegro que volvieras y por otro me apena que tu vuelta a la realidad haya sido tan brusca... ¡pero eso significa que tu descansar fue profundo!!

Un saludo grande y me alegro que descansaras profundamente!

José Manuel Guerrero C. dijo...

No te has perdido nada.
Nuestro país sigue cuesta abajo y sin freno por la pendiente y el chofer del autobús, hace tiempo que se volvió un puto majareta que nos lleva de la mano por el camino de nuestra perdición.
Acabo de leer
el publireportaje masajístico, que le ha dedicado hoy El Pravda, salgo asqueado de tanto buenismo, empachado con la prosa que se gasta el niñato de la Moncloa.
¿Qué hemos hecho los españoles para tener a esta calamidad dirigiendo nuestros destinos?

S. Cid dijo...

Ay, amigos, sí, la vuelta a la realidad fue un tanto tortuosa aunque, como sigo de vacaciones, se sobrelleva... ;-)

Estaré por aquí unos días y volveré a esfumarme otra temporadita...

PD: Bate: No sé si quiero pinchar en el enlace que me dejas... No sé, no sé... Vivo tan a gusto en m.U.P..., que no estoy para muchas socialistadas de ese conductor del autobús (que por cierto, sí: hace tiempo que perdió el norte..., si es que alguna vez supo dónde está) y su pléyade de halagadores.

Saludos, amigos, y gracias por vuestra visita.

Sue dijo...

Pues yo paso así practicamente todo el año. Me refiero a no leer el periódico ni ver la tele. Me encanta escuchar la radio los fines de semana (RNE)y leer revistas de viajes,enterarme de cosas del mundo, pero interesantes y constructivas.
Como dice Bate, no te has perdido nada. Yo he tenido una semana de vida familiar y eso ha supuesto tener que ver la tele (y algún programa del mal llamado "corazón") más de lo que la veo normalmente y aún me dura el asco.
En los debates politicos siempre son los mismos, con su parcialidad y su mierda y el resto no valen ni para hacer fogata. Todos esos personajillos tristes que tienen por dignidad unas tetas de plástico o una polla que ya no saben donde meter para salir en la tele.
Realmente es patético.

Y encima, de camino a Madrid, me han quitado la cartera. En el tren. A mi, que soy pobre! Gracias a que había sacado el dinero y lo tenía en un monedero pequeño (que se jodan), eso sí, la jodienda de cancelar las tarjetas y hacerme un DNI nuevo no me la quita nadie. En plena mudanza!
En fin, que ya é uerto.

Guido Finzi dijo...

Yo opto por refugiarme en las ficciones. Es lo más sano para mi actual efervescencia existencial.

Un saludo

Sue dijo...

Yo tb. Voy a inventarme la cena.

S. Cid dijo...

Sue: Jajajaja, ¿inventarte la cena? Seguro que eres una cocinera de primera ;-). En cuanto a lo del robo de tu cartera..., chica, lo siento. Hasta el momento no me han robado nunca, pero imagino que debe de sentar muy mal, sobre todo por las cosas personales que se suelen llevar en ella...

Guido: En eso somos iguales: la ficción es un buen refugio para el espíritu atormentado por un exterior casposo...

Sue dijo...

Ay Cid, pues no lo digas muy alto que yo una vez, cuando era chiquita, le dije a una amiga a la que habían puesto aparato dental (ahora llamado "braket"): "Ah, pues yo nunca he ido al dentista" y toma, al día siguiente mi madre me llevó por primera vez. Y no al dentista, sino a un carnicero.
Pero no, tu tranquila que lo del robo no te pasará si no te descuidas, porque lo mio fue un descuido, no un robo ni un tirón. Es molesto sobre todo por el trastorno que causa.

Jaajaj! yo una cocinera estupenda. Para nada. Ya quisiera. Hace tiempo que no cocino "de verdad", pero voy a retomarlo. Ahora, lo que me gusta realmente es comer. También como función social.

S. Cid dijo...

Sue: Calla, calla..., no mentes a la bicha... El dentista fue el terror de mi infancia. ¡Ay, Dios mío, qué ratos tan malitos!. Luego, con la historia de la ortodoncia, como había que ir cada poco y te hurgaban en la boca, te tiraban, te estrujaban..., vamos, que te hacían de todo, le perdí el miedo. Sin embargo, ahora..., vuelven los temores cada vez que tengo que abrir la boca y un tipo empieza a meterme aparatos en ella.

En cuanto a lo de comer..., mejor me callo, que estoy en plena operación "Prueba del bañador" y ese es otro tema tabú ;-) Cómo se nota que tú no tienes problemas de estos :-p

Guido Finzi dijo...

Sue y S.Cid:

Yo tuve una historia breve con una dentista (sólo de pensarlo me duelen las muelas); sabía que no iba a funcionar desde el momento que, en nuestra primera cita, yo pedí un lenguado con salsa de almendras y Albariño, mientras ella se decantó por un ensalada mixt y una Coca Cola light. A veces hay señales inequívocas...

Sue dijo...

Cid, también fue el terror de la mía hasta que conocí a mi último dentista: Josef (ay!) pero esa es otra historia :)

A dieta tú? Por qué? Bueno, te acompaño en el sentimiento y espero que no te alimentes solo de ensaladas mixt como la cita de Guido, jajjajaja qué bueno. La verdad es que yo tenía a los dentistas por seres de hocico fino, aunque solo sea por lo que cobran (a parte de que son universitarios y tal), pero está claro que las apariencias engañan.

Cid, un truco para no tener problemas con el bañador: no usarlo.
:)

S. Cid dijo...

Guido: Lo peor de la historia no es la ensalada con la coca light..., lo peor es que ella fuera dentista... Aunque sólo fuera por sugestión, si yo saliera con un dentista... seguro que tendría perennemente metido en la pituitaria el olor ese a anestesia... Aaaahhhhh, qué dentera ;-)

Sue: Sí, a dieta... Tuve (y tengo, pero ya en vías de solución) un pequeño problema de salud... y ahí estoy, luchando con el metabolismo ;-). Pero el truco que me das para no tener problemas con el bañador... no me vale :-(. Me gusta demasiado nadar y lo del nudismo... todavía no se me ha pasado por el magín, jajajaja :-)

Sue dijo...

A mi también me gusta nadar, por eso te lo digo :)
No, ya, te entiendo. En una piscina familiar una no puede ponerse como vino al mundo, pero pruébalo alguna vez en un mar solitario. Solo por gusto.
Siento tus problemas de salud. Cuidate entonces.

Belén 2013

Belén 2011