Tal y como decía en mi comentario sobre Si quieres, puedes, decidí seguir el consejo de Richard Vaughan y me lancé a la lectura de best sellers en inglés. Comencé con una novela de misterio, The dead place, y seguí con otra de amor, Bungalow 2 –que ya mencioné en un articulito de hace meses.
The dead place (Rebecca Drake)
Read this alone, late at night, and you won’t be afraid, you’ll be terrified es lo que dice de esta novela Wendy Corsi Staub en New York Times bestselling author. Yo no estoy muy de acuerdo con ella. Una de las ¿pocas? cosas que me tengo prohibidas es ver películas de miedo. ¿Por qué? Sencillamente porque soy una gallina que ha ido perdiendo las plumas a base de sustos fílmicos. Así pues, todo aquello que incluya la palabra “miedo” me encontrará (si es que lo hace) a kilómetros de distancia; y esta novela, la verdad, tiene sus momentillos de tensión, pero tanto como para que se pase del estar “afraid” al estar “terrified”… es una pequeña exageración de esta mujer, andaluza sin duda –su nombre lo indica a las claras, Wendy Corsi Staub.
En la novela, un asesino en serie que ha sido lo bastante hábil como para que sus crímenes no se asocien entre sí y, por tanto, no se busque una sola mano homicida comete el error de retar al amor de una madre, Kate Corbin que, hundida a causa de una violación de la que fue víctima, se esforzará, sin embargo, en desentrañar la misterosa desaparición de su hija.
Bungalow 2 (Danielle Steel)
Mi segunda lectura, una vez acatados los consejos de Vaughan, fue una novela de amor. Nunca antes había leído este tipo de literatura, aunque en proyecto tenía hacerlo algún día, sobre todo para experimentar cómo es y entender cómo Corín Tellado (que era la autora que tenía en mente) pudo escribir tropecientas mil novelitas de amor y salir airosa del reto. Sin embargo, como supuse que me sería difícil encontrar un título de Corín Tellado en inglés (si es que es posible hacerlo), opté por una autora famosa en estos lares y que tenía una de sus novelas, Bungalow 2, justo al lado de The dead place. Y así fue como vino a caer en mis manos mi primera novela de amor. El comentario debería ser rápido y reducirse a un “¡qué peñazo de novela! Infumable”. Así es como la he visto yo.
Un resumencín de la novela vendría a ser algo así como: una mujer casada desde hace veinte años y escritora de cuentos se ve sometida de repente a una presión insoportable: la de tener que aceptar, o no, una oferta para escribir el guión de una película. A pesar de que ella no quiere hacerlo, pues ello supondría tener que dejar su casa y a su familia durante unos meses, su marido la anima a ello. Y, así, nos pasamos las 200 primeras páginas deglutiendo los lamentos de esta pobre mujer por haberse ido a Los Ángeles y estar viviendo una experiencia única. En la página doscientos y pico, en una de las visitas que hace a su familia, descubre que su marido la ha engañado con una mujer que no sólo es su vecina, sino su mejor amiga. ¡Horror!, claro. Páginas y páginas de más lamentos. Al final se perdonan y él jura que no lo volverá a hacer.
Más páginas de bla, bla, bla y…, de repente…, oh, no…, otra vez… Él lo ha vuelto a hacer y, además, ha decidido divorciarse de ella y casarse con la otra. Así que, ella, que había jurado y perjurado que nunca más aceptaría quedarse en Los Ángeles para escribir otro guión, decide saltarse su palabra a la torera y embarcarse en una nueva película. Durante este segundo año en LA, se enrolla con un rico productor con el que, sin embargo, la cosa no cuaja porque él no acepta a los hijos de ella. Después, caerá entre los brazos de un famoso actor que, al final, también la engaña y, finalmente, de vuelta a su solitaria casa, pues el ex marido se ha ido con la otra y los hijos a la universidad, cae una nueva oferta para escribir un guión. Esta vez es el de una película producida por un británico, guapo, educado, un gentleman, vamos, cuya mujer murió en circunstancias penosas, y que, por tanto, quedó viudo y padre de dos maravillosos retoños. La historia, para ir abreviando, es que ella gana un oscar con la película del año anterior, o con la del británico –ya no lo recuerdo-, se casa con el British, se van a vivir a no recuerdo qué parte de Italia, donde los hijos de ella, además, irán a visitarla y son todos muy felices. Hala, se acabó el coñaz…, digo, el peñazo.
Mis dos siguientes adquisiciones, para continuar con el consejo de Vaughan, fueron The rule of four (que al llegar a casa descubrí que ya había leído en español), y The timer game. Supongo que volveré a leerme el primero de ellos, aunque el recuerdo que tengo de mi lectura en español no es muy bueno, y ya vendrá por aquí también el segundo.