sábado, 15 de septiembre de 2012

Pride and prejudice, Jane Austen

Pride and prejudice, Jane Austen

During the decade when Napoleon was transforming Europe, Jane Austen wrote this novel in which the main events are that a man changes his manners and a young lady her mind.

Much has been said of the light and sparkling side of Pride and Prejudice -the delicious social comedy, the unerring dialogue, the satisfying love stories and its enchanting and spirited heroine. Nonetheless, the novel is also about deeper issues in which Jane Austen demonstrates her belief that the truly civilized being maintains a proper balance between reason and energy. As Tony Tanner remarks in his stimulating introductions: "Since to stress one at the expense of the other can either way mean loss, both to self and society, the picture of achieved congruence between them offered in Pride and Prejudice is of unfading relevance. It is perhaps no wonder that it has also proved capable of giving eternal delight".

Leí esta novela de Jane Austen hace muchos años, cuando estaba en la facultad y como trabajo obligatorio, y no tenía buen recuerdo de ella, aunque no tan malo como el que aún me queda de To the lighthouse, de Virginia Woolf, o Heart of darkness, de Conrad, las dos primeras novelas completas y no adaptadas que leí en inglés, y cada una de cuyas líneas supuso una tortura para mí, con ese enrevesado inglés que hube de ir entendiendo, palabra tras palabra, diccionario en mano. ¡Un verdadero suplicio!, ya digo.

Pride and Prejudice no la recuerdo como un hueso duro de roer en lo que a comprensión lectora se refiere (quizá porque para cuando hube de sumergirme en ella, mi inglés había mejorado lo suficiente como para permitirme una lectura ágil), pero sí con cierto poso de aburrimiento que me quedó grabado en la memoria y cuya impenitente evocación la señalaba con el dedo de la desgana y el sopor cada vez que, por una razón u otra, salía su título a relucir . De modo que (y después de la experiencia no muy grata que tuve con la reciente lectura de otra de sus novelas, Emma) la predisposición con que inicié la relectura de Pride and Prejudice no era, fácil será conjeturarlo, la más venturosa que miss Austen podría esperar de mí. Sin embargo, y pese a la desgana con que me apresté a ello, esta relectura era obligada si quería embarcarme con cierta seguridad en la de un reciente título de P. D. James, La muerte llega a Pemberley, en el que sin duda Jane Austen tiene algo que decir.

La sorpresa ha sido enorme, de modo que aquel tedio con que el dedo acusador de mi memoria señalaba Pride and Prejudice cada vez que venía la consciencia a recordarla se ha tornado por completo, y ahora Austen se ha ganado mis cinco estrellas en la clasificación de aNobii.

Deliciosa novela.

4 comentarios:

Ana Laura dijo...

Yo la leí en literatura inglesa en el profesorado de inglés y me gustó mucho, así que coincido contigo en tu (segunda) apreciación.

¿Puedo agregar que nunca pude imaginar al Sr. Darcy con otro rostro que el de Colin Firth?

caraguevo dijo...

S. Cid: Bienvenida al doble club, rectificar es de sabios.
Un saludo

caraguevo dijo...

S. Cid: Ahora, a por Almudena.

S. Cid dijo...

Ana: Yo disfruté bastante más lo que leí acerca de la novela y Jane Austen que la novela en sí. Ahora han cambiado las tornas, aunque también me ha gustado mucho el estudio preliminar sobre ella que hay al principio del libro. Es curioso que, en algunas ocasiones, algunas de las novelas que tuve que leer en aquellos tiempos acabaron gustándome después de leer estudios sobre ellas.

En cuanto a los personajes..., cada cual les pone la cara que mejor le parece. ¿Imaginas la de rostros que ha debido de tener Mr Darcy? ;-)

Caraguevo: Sí, ya vi en su momento que tú diste unas cuantas vueltas rocambolescas antes de llegar a Orgullo y prejuicio. La lectura tiene estas cosas.

En cuanto a tu Almudena, jaja, tendrá que seguir esperando un turno que... probablemente nunca le llegará, jaja.

Saludos.

Belén 2013

Belén 2011