Leer y escribir...
...perjudican dolorosamente la salud.
Que sí, que sí, amigos, no es que me haya vuelto loca de repente y, así, sin venir a cuento, he decidido emprender una cruzada contra la lecto-escritura. Lo digo con toda seriedad: leer y escribir perjudican dolorosamente la salud.
Dice Stephen King en su Mientras escribo que el aspirante a escritor debe leer y escribir mucho, entre 4 y 6 horas diarias (unos 80 libros al año, es lo que lee, y dos mil palabras diarias, es lo que escribe. Yo le gano en lo primero, salgo derrotada en lo segundo), pero no comentaré este consejo de Stephen King ahora, porque ya hago referencia a él en otra entrada que tengo a medio componer.
Lo que sí voy a decir, porque de ello trata al fin este texto, es que desde hace poco más de un mes mi ritmo de escritura se ha incrementado notablemente, lo cual, unido a la lectura habitual, que siempre es mucha, ha obligado a mi cuello a doblarse hacia abajo más tiempo que el de costumbre, y es ello lo que me tiene descuellada desde hace un par de semanas.
Este fin de semana, mi organismo ha debido de tener una reunión de urgencia consigo mismo y ha decido que hasta ahí había llegado: los músculos, tendones, huesos y todo lo que sea que pase por la zona cuellil han dicho ¡basta! y, pese a mi insistencia, he tenido que dar mi brazo a torcer (otro que se quejará y, si no, al tiempo) y tomar un respiro. De escritura sobre todo (llevo desde el miércoles sin teclear una sola palabra), de lectura, menos: hasta ayer aguanté. Hoy sólo pude leer 50 páginas y luego... me rendí.
¡Ohhhhh, qué rabia! Mira que si se me van las ideas, pierdo el ritmo, se esfuma la inspiración, la frescura... ¿Alguien me puede ofrecer un buen remedio (casero, que del Reflex ya voy abusando demasiado) para esa zona corporal que está dolorosamente en huelga? Porfi... :-(
4 comentarios:
No te sé decir si esas cosas del calor funcionan en el cuello (creo que sí, pero no te fíes de mí en remedios médicos).
Lo que sí debes cuidar es la postura, porque si no, las cervicales se quejarán más de lo debido, y entonces sí habrá un problema gordo.
Cuídate, y mejórate.
No te abrazo, por si acaso ;-)
Venga, venga, menos gritos Milagritos, que sabemos que si no has leído o escrito esta semana pasada has sido por las noches de sofá viendo el júrGol uropeo. Y esta semana más.
Y meten en medio el Día del libro.
Así no hay manera.
Para consejos médicos ya está el comentario de posodo.
Un saludo
Cuando yo estudiaba violonchelo como un condenado y se me bloqueaban las extremidades; brazos, dedos, cuello, lo dejaba estar y seguía pensando y repasando mentalmente en la música que debía preparar.
Lo importante, querida S.Cid, es que no pierdas contacto con lo que fluye en tu imaginación. Que la inspiración te coja al menos consciente de ello.
Espero haber podido ayudar.
Calor me he puesto (y sigo poniéndomelo), pero el asunto va como va y parece que mejora lentamente. En fin..., toca ajo, agua y resina.
Gracias, amigos.
Un saludo a todos.
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