Arquitectos...
Tenía yo ganas de traer a estos seres por aquí, pero, por h o por b, siempre había cosas más importantes de las que hablar. Ahora que estamos de vacaciones y el tiempo corre más despacio, hace calor, las neuronas están saturadas y, en general, la gente está harta de la prima de riesgo, apetece un tema sin, o light o cero-cero. De modo que he pensado que, al fin, era buen momento para ellos.
Cuando, el 15 de diciembre de 2007, me citaron para ver mi casa por primera vez, me traje a media familia, entre ellos a una hermana arquitecto para que le echara un ojo a todo lo posible, y me dediqué a hacer fotos como loca. He de decir que, en general, quedé encantada (¡cómo no, si es tu casita de tu alma y de tu corazón!), pero hubo algunas cosillas que me torcieron los planes que había pergeñado sobre el plano.
Por ejemplo, en el estudio me topé con que el arquitecto había decidido fastidiarme con un radiador la librería que había pensado colocar a lo largo de una pared
¡Mardito, mardito! ¿Pero es que no tenías otro lugar donde ponerlo, hombre? |
Y hete aquí que, cuando el 15 de febrero de 2008, me dieron las llaves, me senté en el suelo del estudio, frente al radiador, y reflexioné. ¡Ay, Billys de mi alma! -suspiré- con lo bien mediditas que os tenía yo para que cupierais 3 de 80 cm. en este testero y una de 40 haciendo esquina. ¿Y ahora qué hago yo con mis sueños y mis planes?
¿Pues qué voy a hacer? Echarle imaginación y solucionar la pifia del arquitecto. En realidad, no fue difícil y, desde luego, tampoco fue necesario pasar por una escuela de arquitectura para solventar el problema. Si una visita la página de Ikea donde se muestran los productos billy, se encuentra con esta bonita puerta:
Los pasos siguientes son fáciles: se coge el coche, se acerca una a Ikea y se compra un par de puertas como ésta junto a las librerías billy necesarias. Después, una se toma un piscolabis en la cafetería de Ikea y más tarde se va a una tienda de bricolage (a lo franchute), donde se hace con un buen pedazo de rejilla.
Luego, sólo hay que tener una amiga habilidosa y gentil, a la que previamente se le ha regalado por su cumple una sierra de calar, y explicarle el proyecto.
Un poco de trabajo para la amiga (a la que amablemente se le ofrece una coca-cola y unos gusanitos), y hete aquí el resultado:
Por dentro también es aprovechable:
Y finalmente el conjunto no queda nada, nada mal..., además de que los sueños (con ingenio y gasto mínimo) se han hecho realidad, pese a los intentos de esos seres de los que habla esta entrada...
¡Tachán! |
Obsérvese, además, la ingeniosa forma con que se ha evitado condenar el enchufe del esquinazo que aparece en la primera fotografía.
Chulo, ¿eh?, y práctico y barato. :-))
10 comentarios:
¡Cuidado, S. Cid! No cuentes, (ni muestres) tus secretos que "esos seres" toman nota para la próxima... :D
Por cierto, muy buen trabajo ;-)
Y todo este trabajo (de tu amiga, claro), ¿para poner unos libros?
¡Ah, no! Que también hay una caja de Cola-Cao.
Muy bien escondida la estufa. Todo un trabajo de arquitecto, nunca mejor dicho. A ver si se te va calentar en demasía, y van a prender los libros, sería un desastre. ¡Ten cuidadín!
Besos.
El radiador debería haber estado colocado al otro lado del pilar, en la pared de la fachada, junto a la ventana, pero supongo que no pudieron llegar hasta allí con los tubos por un problema con la dirección de las viguetas.
Un enchufe en un pilar. Eso sí que no lo entiendo.
La solución de tapar el radiador queda muy chula estéticamente y te sirve para que las amistades no vean los libros de la Otra, pero en la práctica te has cargado el radiador pues no tiene aire alrededor ni cuerpos que calentar, excepto las puertas.
Mmmm... ¿Todavía no has arreglado el arco? ja, ja, ja
Un saludo
Pantera Rosa: Tranqui, Pantera, no tengo miedo a ninguno de esos seres, y menos al que suele aparecer por aquí... ;-)
Posodo: De hecho monté todo este pollo sólo por la caja de Cola-Cao. A los libros con una caja de cartón en el trastero les va que chuta.
Carlos: ¿Te imaginas? Pero si ocurre..., eso no aparecerá por estos lares, no, jajajaja.
Caraguevo: Sí que tiene aire, porque abro las puertezuelas cada vez que enciendo la calefacción; y también tiene cuerpo al que calentar: el mío, cuando me pongo a escribir mis chorradas. Además, como se observa en la foto, no hay ningún libro de tu amiga, de modo que tus críticas no tienen ni pies ni cabeza, como con los arcos.
Ay..., estos arquitectos... que todavían van al cole.
Saludos a todos, amigos.
No me gusta esa solución y además no circula adecuadamente el aire por detrás del radiador.
Evidentemente no iban a salir en la foto las vergüenzas, pero haberlas haylas.
Ja, ja, yo acabo el 31, peor es lo de dos de mis sobrinos, que empiezan el martes que viene el cole en Sidney. Unos pringaos les dijo su prima, con toda razón.
Un saludo
Caraguevo: Qué tipo tan negativo: No me gusta, no circula el aire..., no, no, no...
Pues lo ya lo abanicaré, caramba ;-)
En mi casa algún radiador también está puesto de aquella manera... Pero lo mejor es que me pusieron el horno pegado al hueco de la nevera... Sin más opción, además, porque no hay posibilidad de poner la nevera en ningún otro sitio... Muy lógico, desde el punto de vista energético, ¿a que sí?
En cuanto a los enchufes... Eso sí que da juego...
Saludos a todos.
"La arquitectura es la voluntad de la época traducida a espacio". Ludwig Mies Van Der Rohe, arquitecto (1886-1969).
.
Si el genial Mies no habló de los radiadores, yo no le voy a enmendar la plana.
Respecto a los libros (en plural) que no salen en la fotografía:
- En Toledo nos vemos.
Y hasta aquí puedo leer.
MGae: Este país siempre ha sido tierra de enchufes.
Lo de los electrodomésticos no tiene mucho sentido.
Un saludo a las dos
Oh, que maravilla de ñapa... Me voy a pasar por ese centro de bricolasss, a por algunos elementos, para hacer manualidades el próximo finde...
Publicar un comentario