lunes, 28 de septiembre de 2009

Una estrella frustrada

Una estrella frustrada


Un objeto cósmico (se cree que probablemente un cometa) impactó contra Júpiter este verano y dejó sobre su densa atmósfera una señal de diámetro similar al de la Tierra. No es, evidentemente, el primero que ocurre (que a saber cuándo ocurrió) ni el primero que se observa (que fue el del cometa Shoemaker-Levy en 1994. Un acontecimiento predicho con la suficiente antelación como para que medio planeta –me refiero al nuestro, naturalmente– estuviera apuntando con sus telescopios al gigante gaseoso y pudiera observarlo).


A pesar de que asusta pensar en el enorme proyectil que ha ido a chocar con el planeta, en realidad para este gigante el brutal impacto que ha sufrido no supone una amenaza a la que deba temer: puede asumir con toda tranquilidad este tipo de colisiones sin que tenga lugar ninguna catástrofe planetaria.


Júpiter, en realidad, no es más que una estrella frustrada que no llegó a alcanzar la masa necesaria para encenderse y, por ello, se apeó en la parada de gigantes gaseosos. Si lo hubiera hecho, si hubiera dado ese pasito de más, ahora nuestro sistema solar sería binario y estaríamos viviendo una extraña existencia en la que quizá pudiera darse una historia semejante, si bien seis son los soles que alumbran al planeta Kalgash, que Isaac Asimov narró en Anochecer, del que dicen, por cierto, que es el mejor cuento de ciencia ficción que se ha escrito, opinión que no me atrevo a respaldar porque no he leído todos los cuentos de ciencia ficción que se han publicado en el planeta, aunque sí animo a la lectura de esta historia porque es verdaderamente curiosa y… da mucho sobre lo que pensar.






No obstante, si trasladáramos el tamaño de ese cometa a un planeta como el nuestro, la catástrofe habría sido total, naturalmente. Se intuye que un asteroide (de proporciones infinitamente menores a las del cometa que ha chocado con Júpiter) fue el causante del invierno nuclear que acabó con los dinosaurios (hecho afortunado, no obstante, para nosotros, los mamíferos) y también se encuentra entre las teorías científicas el choque de un cuerpo planetario del tamaño de Marte contra nuestra Tierra (por suerte aún en formación) que, dicen, pudo dar origen a la Luna, la cual no sería sino la acumulación de la escoria lanzada al espacio por nuestro planeta tras la descomunal colisión.


Afortunadamente para nosotros, este tipo de impactos no son frecuentes, primero porque la medida del tiempo cósmico es mucho más lenta que la del humano y, segundo, precisamente gracias al gigante gaseoso protagonista de esta entrada: Júpiter, que con su enorme masa actúa a modo de gigantesco imán atrayendo para sí todo aquello que pasa por sus cercanías y evitando, con ello, que ese tipo de objetos mortíferos acceda al interior del Sistema Solar.



Nota: foto tomada de El Mundo, Miércoles, 22-Julio-2009

5 comentarios:

José Manuel Guerrero C. dijo...

Te juro que en un primer momento pensé que ibas hablar del encuentro planetario que ya nos adelantó en su día la chiquilla de mamajín y papajín.
Y cuando dices "Júpiter, en realidad, no es más que una estrella frustrada que no llegó a alcanzar la masa necesaria para encenderse y, por ello, se apeó en la parada de gigantes gaseosos.
No te refieres a Zapatero, ¿verdad?.

Hoy soy yo el que te digo que te ha salido un texto muy críptico.

El libro ese de Asimov, a la estantería de libros pendiente.

* Quizás esta noche salga a la luz "El Rinconcillo Satánico"

Besos.

S. Cid dijo...

Ojalá el jupitereño ZP se hubiera frustrado, así los demás no nos habríamos estrellado por su culpa. Pero no, Bate, el texto no desarrolla esa ingeniosa metáfora que describes en tu comentario, aunque lo cierto es que le viene que ni pintada.

Espero noticias del Rinconcillo. ¿Lo vas a llamar así? Jajajaja. En cuanto lo tengas, avísame.

Saludos desde algún lugar perdido del Sistema Solar.

S. Cid

posodo dijo...

Pues el caso es que ahora no recuerdo el relato de "Anochecer", tendré que revisar los libros (si los encuentro, claro).
Así, mientras, me recupero de la referencia que figura en la imagen del periódico: la distancia entre Júpiter y la Tierra, ¿medida en qué momento de las respectivas órbitas? Después de esto, uno se queda dudando sobre si efectivamente sucedió el impacto; y si además, se extrapola a aquellos campos en los que el desconocimiento propio de la materia sea aún mayor, se queda uno pensando seriamente en si es prudente querer tener alguna clase de conocimiento mediante la prensa (al menos, la actual): ya no es cuestión de diversos enfoques sobre un hecho, más bien parece que se trate de la redacción que han puesto en el cole a unos chiquillos sobre cierto tema, y a cada uno se le ha ocurrido inventarse cosas distintas, aunque algunas copiadas del compañero de pupitre (por cierto, ¿siguen existiendo o ya solo son mesas más o menos cercanas?)

José Manuel Guerrero C. dijo...

¿Qué te parece? Queda muchos abalorios por subir, pero ya he expuesto las lineas maestras.
http://bate-elrinconcillosatnico.blogspot.com/

S. Cid dijo...

Posodo: Yo aún recuerdo este cuento de Asimov porque lo leí el año pasado (en el primer volumen de sus "Cuentos Completos") y quedó en la memoria porque realmente el transfondo es curioso. Si no lo encuentras en tu biblioteca, yo lo busqué en Internet hace unos meses para un compañero del trabajo y lo encontré sin mucha dificultad.

En cuanto a la distancia entre Júpiter y la Tierra que aparece en la foto, he pensado que debe de referirse a la distancia media (aunque deberían haberlo indicado). Me he informado al respecto [y no he tenido que ir muy lejos..., ;-): ahí a la derecha puedes consultarlo, en "Mis webs favoritas", El Sistema Solar] y, si no me confundí en su momento, el fruto de mi consulta ha dado los siguientes datos:

-Distancia media de Júpiter al Sol: 778 millones de kilómetros.
-Distancia media de la Tierra al Sol: 150 millones de kilómetros.

El de la foto ha restado: 778 - 150 y el resultado es...: 628 millones de kilómetros. Al menos han hecho una resta, Posodo... Eso tienes que concedérselo ;-)

Y, no, ya no existen los pupitres esos. Ahora tenemos mesas individuales (al menos en mi colegio) que movemos según nos parece y las dimensiones del aula nos permiten :-)

Bate: Voy para allá...

Saludos a los dos.

S. Cid

Belén 2013

Belén 2011