Al hades todos
La desvergüenza de nuestros políticos es tan abundante, al menos, como la necedad de los españoles que seguimos acudiendo, cada cuatro años, a votarlos.
Mientras veía, el otro día a la hora de la comida, el programa Dando caña de Intereconomía, escuché a un tipo que se esforzaba, ante las jocosas ironías que el resto de los contertulios le lanzaban, en defender al rumboso Gallardón, para lo cual esgrimió el siguiente argumento: en estos tiempos de crisis, es tal la voluntad de ahorro que domina a nuestro alcalde -dijo más o menos este preclaro paladín gallardoniano-, que ha cambiado su coche oficial por otro con el que (¡atención!) va a ahorrar ¡¡¡TRECIENTOS MIL!!! euros al año.
¡¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ?????????????????!!!!!!
¿Pero es consciente este defensor de pacotilla de lo que su argumento sugirió a la inteligencia del pobre telespectador que, como yo, estaba escuchándolo? ¡¡¡Trescientos mil eurazos del ala!!! Más de lo que cuesta mi casa. Eso es lo que va a ahorrar el señor Gallardón en un año merced al cambio de su coche oficial. ¿Pero cuánta pasta gansa gasta al año en trasporte este tipo repelente y detestable, además de despreciable e indigno? ¿Sabe Gallardón cuántos años de mi vida emplearé en pagar mi casa? Repare el lector en la expresión que utilizo: ¡¡¡años de mi vida!!!, de una existencia única que, cuando se vaya, no volverá. Nunca. Jamás. ¿Y él es capaz de, en sólo un año, gastar en un puñetero coche más dinero de lo que cuesta mi casa?
¿Pero de qué van estos tíos? ¿En qué mundo viven? ¿Saben acaso algo de nosotros, los simples mortales? ¿De nuestras vidas? ¿De nuestros problemas? ¿De nuestras necesidades? ¿De los sudores que cuesta pagar una hipoteca? ¿Pero, ¡por Dios!, cómo los soportamos? ¿Es que no vamos a pararles los pies nunca? ¿Pero quiénes se creen que son para vivir como dioses en su Olimpillo personal a base de exprimir hasta la consunción el cada vez más menguado bolsillo del mísero contribuyente?
Son una panda de caraduras insaciables que nos están esquilmando, unos desvergonzados que gastan sin pudicia ninguna el fruto de nuestros esfuerzos. Son unos frescos, unos golfos, unos canallas y unos repugnantes villanos que, con una ruindad que no hay ya imaginación competente para adjetivar, abusan de las pobres gentes de esta desgraciada España.
Al hades... Al hades con todos ellos. Yo me ofrezco para el papel de Caronte.
La desvergüenza de nuestros políticos es tan abundante, al menos, como la necedad de los españoles que seguimos acudiendo, cada cuatro años, a votarlos.
Mientras veía, el otro día a la hora de la comida, el programa Dando caña de Intereconomía, escuché a un tipo que se esforzaba, ante las jocosas ironías que el resto de los contertulios le lanzaban, en defender al rumboso Gallardón, para lo cual esgrimió el siguiente argumento: en estos tiempos de crisis, es tal la voluntad de ahorro que domina a nuestro alcalde -dijo más o menos este preclaro paladín gallardoniano-, que ha cambiado su coche oficial por otro con el que (¡atención!) va a ahorrar ¡¡¡TRECIENTOS MIL!!! euros al año.
¡¡¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ ?????????????????!!!!!!
¿Pero es consciente este defensor de pacotilla de lo que su argumento sugirió a la inteligencia del pobre telespectador que, como yo, estaba escuchándolo? ¡¡¡Trescientos mil eurazos del ala!!! Más de lo que cuesta mi casa. Eso es lo que va a ahorrar el señor Gallardón en un año merced al cambio de su coche oficial. ¿Pero cuánta pasta gansa gasta al año en trasporte este tipo repelente y detestable, además de despreciable e indigno? ¿Sabe Gallardón cuántos años de mi vida emplearé en pagar mi casa? Repare el lector en la expresión que utilizo: ¡¡¡años de mi vida!!!, de una existencia única que, cuando se vaya, no volverá. Nunca. Jamás. ¿Y él es capaz de, en sólo un año, gastar en un puñetero coche más dinero de lo que cuesta mi casa?
¿Pero de qué van estos tíos? ¿En qué mundo viven? ¿Saben acaso algo de nosotros, los simples mortales? ¿De nuestras vidas? ¿De nuestros problemas? ¿De nuestras necesidades? ¿De los sudores que cuesta pagar una hipoteca? ¿Pero, ¡por Dios!, cómo los soportamos? ¿Es que no vamos a pararles los pies nunca? ¿Pero quiénes se creen que son para vivir como dioses en su Olimpillo personal a base de exprimir hasta la consunción el cada vez más menguado bolsillo del mísero contribuyente?
Son una panda de caraduras insaciables que nos están esquilmando, unos desvergonzados que gastan sin pudicia ninguna el fruto de nuestros esfuerzos. Son unos frescos, unos golfos, unos canallas y unos repugnantes villanos que, con una ruindad que no hay ya imaginación competente para adjetivar, abusan de las pobres gentes de esta desgraciada España.
Al hades... Al hades con todos ellos. Yo me ofrezco para el papel de Caronte.
13 comentarios:
Yo seré el fuego, quiero ver bien de cerca como se achicharra alguno.
Sue: Bueno, Sue..., al parecer tu comentario se guardó, así que no he tenido que pegarlo :-)
Los calificativos se quedan cortos, pero igual el tipo quería decir trescientas mil pesetas, que aun así sigue siendo una barbaridad...
Muchas veces es mejor ni ver las noticias S. Cid. Me mandaron un mail hace poco de lo que cobraban los alcaldes de España y las cifras eran astronómicas. Y como bien dices, los pequeños subsistimos y yo, ni puedo llegar a final de mes, con falta de sueño, y las deudas revolotenado por la mente diariamente.
¡De vergüenza!
Hablemos de la asquerosa ostentación de la que viene haciendo gala la ViceVogue Fernández de la Vogue desde que accedió al poder la piara sociata.
Vamos a imaginar que los diseñadores que visten a Vicevogue le hacen un precio especial. En ese caso, podemos poner una media de 900€ por modelo, más otros 300 € entre bolso y zapatos tirando muy a la baja.
Vamos a dejar en cuatro apariciones públicas por semana (sin contar las ocasiones en que tiene que comparecer dos veces, que cambia de modelo para la tarde, ni compromisos nocturnos por lo de la media).
Contamos cincuenta y dos semanas y nos queda que el fondo de armario de la vice está formado por un mínimo de 208 trajes, bolsos y zapatos.
Sumamos un juego completo de complementos por traje. Suponiendo que sea bisutería 150 €.
Sumamos gafas progresivas con montura de diseño. Sólo los cristales cuestan alrededor de 800€.
Eso lo multiplicamos por seis años que lleva en la Pasarela Moncloa.
No sumo porque soy de letras y no me salen los números.
En la Corte de Versalles los reyes y la nobleza hacía ostentación de su riqueza mientras el pueblo pasaba hambre.
.. Y después se queja amargamente este trozo de pechuga bajo en colecterol con ínfulas de estadista que la critiquen los muchachos del Frankfurter Allgemeine, por caracterizar a las ministras como "muñequitas de moda de Zapatero".
O como dice el Periodista de EL MUNDO Santiago González "Es la primera vez en la historia de las democracias europeas, que uno recuerde, en que una vicepresidenta responde a una información publicada en la sección 'Gente' de un periódico"
Perdone S.Cid tal ocupación de su espléndido blog.
Miguel: Quizá quiso decir eso, sí. Pero, como bien dices, en cualquier caso es una barbaridad.
Carlos Esta politocracia en la que vivimos es un asco, Carlos. Cómo nos exprimen.
Bate: Es que estos politicastros nos han vendido un sistema en el que las cosas funcionan así: nosotros somos imprescindibles, en nosotros se basa la democracia; si todo no pasa por nosotros, no vale. De modo que tú, pobre votante, ven cada cuatro años y luego cierra la boca. Y, oye, Bate, que les funciona el invento. Así, ya pueden hacer y deshacer a su antojo, que como ellos son la Democracia y el Sistema, pues a tragarlos. A ellos... y a sus muñequitas.
PD: no hay que pedir perdón por nada, don Bate. Esta usted en su casa y puede sentarse, tomarse un cafetito y hablar todo lo que quiera :-)
Saludos, amigos.
PD2: si os fijáis..., esto es como un retroceso a esa sociedad que tanto denostan los izquierdosos: una clase podrida de pasta, que manda y ordena y hace y deshace a su antojo; y una clase aprisionada bajo su yugo, asfixiada y ninguneada. Ya sólo les falta legalizar el derecho de pernada.
Me gusta como suena Don Bate ;-).
Aparte de todo lo que expresarte en tu último párrafo, en este caso que nos ocupa, yo añadiría que también es un tipo falso e infiel. Me recuerda mucho a Bruto.
Don Bate: Como que delante de "Bate" es indispensable ;-)
Guido: Una vez más, estamos de acuerdo... :-) A mí también me vino esa imagen romana: Defección
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