sábado, 25 de septiembre de 2010

Alberto Manguel II

Alberto Manguel II

-Leer es un acto de rebeldía, usted lo ha vaticinado.
-Lo es porque vivimos en una sociedad que fomenta la estupidez. Leer en un sentido verdadero, profundo, es una rebelión contra esa estupidez. Y por lo tanto un acto de rebeldía.
-¿A qué estupidez se refiere?
-A esa trama en la que todos nos convertimos en consumidores. Para ser buen consumidor no hay que pensar, no hay que reflexionar, hay que creer que todo tiene que ser fácil y rápido. La dificultad ya no es un valor en el que creemos, ni la lentitud.
-¿Y son importantes?
-Son valores esenciales para que podamos desarrollar nuestras capacidades intelectuales. No se puede pensar efectiva y rápidamente. No se puede reflexionar superficialmente, se necesita tiempo para eso y se necesitan lugares en nuestra sociedad donde se pueda hacer. No hay ya lugares de silencio, estamos acosados por una tecnología mal utilizada.
-¿A qué se refiere?
-(...) No tenemos lugares para sentarnos a hablar de eso porque ahora incluso en los cafés estamos invadidos de ruido, de música, de imágenes sin sentido, porque se enciende el televisor y se le quita el sonido para que estemos constantemente distraídos con todos los sentidos y no podamos tener una conversación.
-Se le ve preocupado.
-Todo eso me parece grave porque implica que no se utilice el cerebro y si no utilizamos la razón, la imaginación y la reflexión se atrofian. Hay que utilizarlos.
-¿Por qué el libro no goza hoy del prestigio de otros tiempos?
-Porque estamos en una sociedad en la que lo que prima es el beneficio financiero y el libro no da beneficio financiero, da beneficio intelectual.
-¿Cuáles son los principales cambios en el mundo del libro durante las últimas décadas?
-Que era un mundo de creación intelectual, con derivas, por supuesto, o con gente que utilizaba el libro para crear entretenimientos fáciles, y se convirtió e pronto en un mundo de consumo. La función principal de los editores hoy parece ser crear objetos de consumo y los responsables de eso, que son los jefes de las grandes editoriales del libro son, en mi opinión, criminales.
-¿Criminales?
-Son culpables de un crimen contra la humanidad, como si hubiesen cometido un genocidio. A mí me parece igualmente grave el asesinar la cultura como lo han hecho y convertir a un público más o menos inteligente en un público que no cree que puede hacer nada más que consumir best sellers.
-¿Por qué a millones de personas les gusta el mismo libro?
-A través de generaciones, a millones de personas les ha gustado La Odisea. Es un tipo de lectura profunda que refleja en distintas épocas y lugares una misma problemática, que ayuda a la gente a entenderse y a vivir en distintos momentos. Y luego está lo que llamamos lectores, pero que en realidad son consumidores del mismo producto, de El código da Vinci o esa bobada de Ruiz Zafón de La sombra del viento, porque se les ofrece algo que se parece a la lectura y que se parece a un libro, pero que es de consumo fácil, donde el lector no necesita hacer nada. Es como si le hubiesen masticado y digerido la comida. Es el equivalente del McDonald's: hay millones de personas que consumen McDonald's, y eso no quiere decir que una hamburguesa McDonald's sea mejor cocina que una cazuela preparada como se debe por un cocinero que sabe lo que hace.

Si te interesó esta parte de la entrevista, puedes leer la primera parte en: Alberto Manguel I.

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También de interés:
- Para ser profundamente humanos necesitamos ser pensantes y lectores 
- Al rescate de la locura artística
- El amante de las bibliotecas

7 comentarios:

Guido Finzi dijo...

Es un lujo leer declaraciones como ésta, porque expresa lo que algunos pensamos pero, mucho mejor explicado. La literatura, como el cine y otros ofertas culturales, se han convertido en mercantilismo puro, obviando la función formativa y educacional. Hoy sólo se trata de consumir sin pensar, aturdir la razón y la reflexión. Sin embargo, particularmente, yo me niego a este adocenamiento de imbéciles, resistiendo a golpe de ironía, buena literatura, cine antiguo, conversaciones con amigos inteligentes y paseos.
Día a día viajo en metro, y constato los títulos que lee la gente que comparte vagón. Se me viene el alma a los pies ante tanta falta de criterio literio y tan escasa exigencia; invariablemente, salvo un día que vi a una chica leyendo "Un soplo de vida", de Natalia Guinzburg, se trata de psedoliteratura y subproductos.
En fin, lo voy a dejar aquí porque me pasa lo mismo que a Paco el otro día; que me caliento y ...

Un saludo

Carlos dijo...

Si lees a Cortázar, a Delibes o a Faulkner, dicen que eres un carroza y que esa literatura ya no se lleva.
Y en parte tienen un poco de razón: Si saliera un libro de las características de los autores arriba mencionados no se venderían muchos ejemplares, aunque luego fueran de culto, como les pasó con el tiempo a estos escritores.
Pero la gente demanda literatura de evasión ,fácil, con pocos recursos estilísticos pero que les sumerja en la historia rápidamente, olvidándonos del estilo completamente.
Yo he consumido las dos literaturas, y a veces (lo reconozco), me decanto por ésa última literatura porque me importa más la historia que cómo está escrita, ya que como decía Stephen King, lo importante siempre es que te adentres en la historia y te envuelvan sus personajes y sus sentimientos.
Luego, con el tiempo, vuelvo a los clásicos para desintoxicarme un poco. Je,je
Un beso.

José Manuel Guerrero C. dijo...

Manguel "Para ser profundamente humanos necesitamos ser pensantes y lectores"

Esta frase que dice este buen señor me parece una tontería difícil de superar por nadie, profunda, si señor, muy profunda, pero tontería al fin.

Para ser profundamente humano (mi madre, que no lee y tampoco piensa en lo que él cree que se debe pensar para ser profunda, ¿no es profundamente humana?), sólo hace falta nacer, así de sencillo.

Bueno, miento, para ser profundamente humano, sólo basta la fusión de dos células sexuales o gametos en el curso de la reproducción sexual.

Y, aparte de una gansada de proporciones bíblicas, lleva implícita la frase mucho peligro, más que un toro rebotao.

Ejemplo; " Para ser un vasco profundamente vasco hay que pensar en euskera y leer el Gara".

posodo dijo...

Visto que bate, con suficiente razón, ha abiderto el turno del abogado (de oficio) del diablo, apuntaré otra cosa:
"no se puede pensar efectiva y rápidamente" - Sí se puede, precisamente gracias a lo que dice a continuación: no se puede reflexionar superficialmente. En efecto, se trata, como más adelante dice, de ejercitar el cerebro, de mantenerlo en forma. De esta manera, el pensamiento, como ya está entrenado, sí puede ser rápido.
Por lo demás, no había hecho esa lectura de los televisores encendidos y sin volumen en los locales de hostelería.
Finalmente, es cierto lo de convertir el sector del libro en algo meramente de éxito y ventas. Ya hemos comentado muchas veces la triste suerte de una inmensidad de libros cuyo paso por las librerías es más fugaz que un euro en los bolsillos de este (Des)gobierno.
Por cierto, el famoso nutricionista Grande Covián nunca menospreció las hamburguesas. Incluso halagó la idea de la mezcla de diversos nutrientes. Otra cosa, es que te guste McDonald's o no.

S. Cid dijo...

Todos: Yo estoy de acuerdo con Guido en que este tipo de entrevista es un lujo. Manguel dice cosas muy, muy interesantes y que da para mucho chachareo ;-). Por ejemplo:

- para reflexionar es indispensable tiempo y silencio. Es cierto que pensar, si tienes entrenado el cerebro, se puede hacer de forma muy rápida y efectiva, pero reflexionar... La reflexión necesita esos dos ingredientes: silencio y tiempo.

- más: la alta literatura está bien. No, está mejor que bien, pero eso no significa que la literatura escrita con el único objetivo de entretener (que también persigue la alta literatura, por supuesto) deba ser denostada. Es obvio que entre tanto que se publica hoy, hay mucho libro prescindible; pero no anatematizo los best sellers. Algunos sí lo son; otros, no. Claro que hasta que no los lees, no sabes en qué apartado lo situarás. Además de que cada libro tiene su momento: Salgari fue un autor sagrado para mí en mi infancia-adolescencia y ahora..., puf. Aunque reconozco que hay libros que no tienen edad

- Y, finalmente, en cuanto a la frase que critica Bate: "Para ser profundamente humanos necesitamos ser pensantes y lectores", no estoy de acuerdo con él. En este caso, no. Obviamente, todos los seres humanos de este mundo son... seres humanos (salvo para Bibi Aído) y lo somos porque nacemos de dos células humanas. Sin embargo, la frase que pronuncia Manguele no se desliza por el camino biológico, sino por el que nos hace diferentes del resto de animales: nuestra mente (una de las manifestaciones del alma). Somos seres inteligentes, pero esa inteligencia hay que alimentarla. Si no lo hacemos, nos limitamos a ser humanos con una inteligencia que viene dada por la genética (un accesorio de serie, vamos) que no crecerá, no mejorará y no nos diferenciará, aún más, del resto de la creación. La lectura y la reflexión es algo que nadie más que el ser humano puede hacer. Practicar ambas facetas, pues, nos hace más y más y más humanos, porque con ello estaremos desarrollando nuestro elemento distintivo.

Lo cual, querido Bate, no quita que tu madre, aunque no lea, no sea profunda, profundísimamente humana. La inteligencia no es lo único que nos define. De hecho, se puede ser muy leído y un auténtico animal.

Saludos, amigos. Interesante debate :-)

José Manuel Guerrero C. dijo...

"...(,,,)De hecho, se puede ser muy leído y un auténtico animal."
. pues querida, casi que me das la razón , ¿no crees?

Sigamos con el De/bate, mañana. plis.

S. Cid dijo...

Bate: Vale, pero lo empiezas tú, que yo ya he perdido el hilo... ;-), apreciado polemista.

Belén 2013

Belén 2011