martes, 7 de septiembre de 2010

La historia definitiva del infinito

La historia definitiva del infinito (Richard Morris)

George Cantor, el primer matemático en dedicarse al estudio riguroso del infinito, se volvió loco. Fue la sugerencia de infinitos mundos, más que el modelo heliocéntrico del sistema solar, lo que hizo que quemaran en la hoguera a Giordano Bruno. Y Newton dedicó grandes esfuerzos para encontrar una manera de explicar su nuevo concepto del cálculo sin recurrir a los infinitesimales (números infinitamente pequeños).


Richard Morris nos guía en un viaje fascinante a lo largo de los diversos estudios de filósofos, físicos y matemáticos en busca del sentido al concepto de infinito.


Magnífico libro este La historia definitiva del infinito. Sin embargo, no me olvido de hacer una advertencia previa dirigida a aquellas personas que no se sienten en absoluto interesadas por este tipo de temas: si no te llama nada, nada el inabarcable mundo del infinito, pasa de largo y ahórrate la lectura de este sucinto comentario. Todo aquel, sin embargo, que alguna vez se haya sentido fascinado por el concepto de infinitud y todo lo que ello significa y conlleva, hará bien en parar un momento e interesarse por este libro, que recomiendo fervientemente.

Me ha gustado mucho, mucho. He disfrutado cada una de sus páginas, en todas he descubierto algo… y cada uno de esos “algos” me ha hecho plantearme cuestiones sumamente misteriosas, algunas, e interesantísimas, todas.

17 comentarios:

Sue dijo...

Me lo apunto Cid, gracias por la recomendación.

Me gustan estos temas y me encantará entrar en tribulaciones científico-filosóficas cuando empiece el frío y se aproximen las temidas navidades, sabiendo, además, que este año tampoco podré pasarlas a miles de km de aquí. Allí donde no escuche villancicos ni me persigan hasta el wc para que compre lotería (que nunca toca).
ARGTH.

Paco Gómez Escribano dijo...

Yo también me lo apunto, aunque no sé de dónde voy a sacar tiempo para desatascar la cola de libros que tengo por leer. Un abrazo.

Carlos dijo...

Ah, ¿que existen más mundos que el que vemos con nuestros propios ojos?
Bueno pues me gustaría conocerlos para salir de éste en concreto...

Carlos dijo...

Por cierto, ayer vi una peli que se llama :"La guía del autoestopista galáctico" y dicen que se ha convertido en libro de culto para los amantes de la ciencia-ficción.
Ahí descubrirás, S. Cid, el secreto del universo y que existe un mundo igual que el nuestro, y que ahora un científico español ha descubierto. Nada, nos trasladamos al nuevo, que éste está muy deteriorado.
Besos.

Guido Finzi dijo...

Como ya comenté en alguna ocasión anterior, no me gusta la ciencia ficción. Me aburre (al igual que todo lo relativo a la prehistoria). Sin embargo, en esta oportunidad, me quedo intrigado, ya que me interesa el tema del infinito y eso que Sue denomina, acertadamente: tribulaciones científico-filosóficas. En definitiva; tomo nota del título.

Un saludo

Sue dijo...

¿Ciencia ficción? Nada dijiste de c. ficción, ¿verdad Cid? Solo dijiste "infinito", es que a mi la c.ficción también me aburre, como a Guido. O ciencia, o ficción, pero ambas juntas no. Es como mezclar el atún con la salsa mayonesa. Yo es que no puedo. Bueno, en realidad no puedo con la mayonesa (¿la mayonesa sería la ciencia o la ficción?)...

Guido Finzi dijo...

Sue:
Nunca te has comido un sandwich de atún con mayonesa? o asado, frío, con mayonesa?. Claro que si no te gusta...

Guido Finzi dijo...

Sue:
Hablando de alimentación, tema que a los dos nos apasiona, ahora me tomo una cucharada de miel de Manuka al levantarme y luego, pasadas las once, desayuno una txapatita de bacon con queso fundido y tomate, acompañado de un descafeinado. Después, en un Delina's, me tomo un buen café colombiano.

Sue dijo...

Si, claro que lo he tomado, pero no es mi fuerte. Empezando porque el atún en aceite tampoco lo es. En realidad me gusta casi todo, pero tengo mis pequeñas fobias en la cocina, y una es el atún en aceite. A la plancha, en escabeche (con una rodaja de tomate natural), ahumado, asado... me encanta, pero en aceite me cuesta. Y ese es el atún que no puedo tomar con mayonesa, que también lleva aceite. Me resulta todo como muy aceitoso.
En realidad todo viene (creo) por una mayonesa casera que probé en una ocasión. La había hecho la madre de una compañera de facultad. Y debajo de toda aquella mayonesa había atún en aceite (y patatas creo). En fin, un mejunje matador que me sentó fatal.

Yo siempre tomo miel (digo miel, no zúcar líquida de la Granja San Francisco), en lugar de azúcar (si puedo evitarlo). Me encanta. Mi abuela me daba una cucharada sopera en ayunas cuando me dolía la tripa y creo que todo viene de ahí. En lugar de tomarle manía me hice una incondicional. Pero la de manuka no la he probado.

Aunque esto no tiene mucho que ver con el libro de Morris del que nos habla Cid...

Sue dijo...

El coment anterior iba para Guido, claro, que váis a pensar que estoy loca.

S. Cid dijo...

Pues creo que os gustará, amigos, porque el libro es bastante interesante y, no, Sue, no es de ciencia ficción [que a mí sí me gusta, y bastante, aunque el último de este tipo que he leído, "El último teorema", me ha aburrido soberanamente. Ahora estoy con el segundo volumen de cuentos de Asimov y sí me está gustando, como el primero. Algunas historias son... tan sorprendentes... Yo creo que te gustarían. Por supuesto, hay naves espaciales, pero las historias tienen enjundia ;-)].

En cuanto al atún (no es lo mismo, pero casi: hablo del bonito), a mí como más me gusta es como lo hace la madre de una amiga. Lo llaman pollo marino y está para rechupetearse los dedos y, además, la historia del nombre es curiosa: un cocinero de barco, cansado de oír las quejas de los marineros por comer todos los días bonito, les dijo: "Vale, mañana os haré pollo". Y al día siguiente presentó unos filestes de bonito (muy aplastados y que verdaderamente, a simple vista, no parecen de pescado -creedme, porque los he visto y comido) y les añadió la salsa que en su casa ponían para acompañar al pollo. Y resultó: los engañó a todos.

Si me pides la receta, no te la podré dar. Un día, le pregunté a la madre de mi amiga: "¿Me darías la receta?". Y ella contestó: "Sí..., pero después tendría que matarte". Ya sabéis, una de esas recetas familiares que se pasan de madres a hijas. Estoy a ver si mi amiga aprende y se la sonsaco, porque mi madre también tiene ganas de probar ese pollo de mar.

Guido Finzi dijo...

Sue:
Yo, le escurro el aceite, porque sino hace mala mezcla con la mayonesa...
La miel de Manuka, es una miel bactericida de orígen neocelandés, y yo la tomo como un antibiótico; al levantarme, por la tarde, y al acostarme. Para las tostadas, con mantequilla y canela, uso miel del Bierzo. Ah, y no tomo azúcar refinada, ni siquiera para el café.
Siguiendo con el atún, y esto también va para S. Cid, la mejor ensalada que comí en mi vida (en una taberna vasca a la que acudía de vez en cuando) es la ensalada de atún a la vinagreta de mermelada de tomate. Todavía la recuerdo, como entrada para luego pedir solomillo con salsa de frambuesa, y rematar con un exquisito tiramisú.

Sue dijo...

Cid, ya puedes maniatar a tu amiga y sacarle la receta del pollo marino porque después de lo que has contado no te escapas.
En cuanto a Asimov... no sé, no sé, lo de la "enjundia" me pica la curiosidad, pero las naves espaciales me sacan un poco de quicio. De todas formas me lo pienso, eh... :)

Guido, aunque escurra el aceite es igual. Me sigue sabiendo aceitoso. Es un trauma, lo sé. No tengo remedio.
Yo la miel que tomo ahora es de La Alberca, que por cierto, la última vez que fui (hace unos meses), entré en una tetería que terminaban de abrir -la única del pueblo, vaya- donde preparaban unos mojitos increíbles. Allí, en medio de la Peña de Francia. Pero increíbles, eh. La chica tampoco quiso darme la receta :(

S. Cid dijo...

A mí la mezcla de atún y mayonesa también me parece empachosa. En cuanto a la miel, la tomo casi siempre extremeña y una de mis preferidas es la de jara. Me gusta mucho el arrope, que me daban mis tías abuelas de niña y, como a Sue, en vez de tomarle manía le guardo buen recuerdo.

En cuanto a la receta..., veremos como me las maravillo para lograrla, pero no creas..., que llevo años detrás de ella.

Guido Finzi dijo...

Sue:
A mí, el té, como más me gusta, es con leche. Y té normal, nada de esas mariconadas de fresa, albaricoque o kiwi. Cuando era pequeño, solía tomarlo acompañado de biscuits Terrabussi y galletitas Lincoln...
¿Te tomaste un té y luego remataste con un par de mojitos?

S.Cid:
La miel del Bierzo que tomo, es de brezo. Lo del arrope me recuerda a un famoso asesino en serie...

Sue dijo...

Cid, el arrope lo tomaba mi abuelo. Qué recuerdos.


Guido, yo también tengo de brezo, pero es de Almarza (Soria). La de Salamanca es de tomillo.
No tomé té.

posodo dijo...

S.Cid: intenta conseguir que te nombre hija adoptiva.
Así, además de la receta, conseguirás más sitio para dejar los libros...

Belén 2013

Belén 2011