lunes, 4 de octubre de 2010

Más cosas que una lee por ahí

Más cosas que una lee por ahí

Por medio de la ciencia, los seres humanos somos capaces de captar al menos algunos de los secretos de la naturaleza. Hemos descifrado parte del código cósmico. Por qué es así, por qué el Homo sapiens posee la chispa de la racionalidad que constituye la clave del universo, es un profundo enigma. Nosotros, que somos hijos del universo -polvo de estrellas animado-, podemos, no obstante, reflexionar sobre la naturaleza de ese mismo universo, incluso hasta el punto de vislumbrar las reglas que rigen su funcionamiento. ¿Cómo hemos podido conectar con esta dimensión cósmica? Es un misterio, pero no se puede negar la conexión.

¿Qué significa esto? ¿Qué tiene el Hombre para poder gozar de semejante privilegio? No puedo creer que nuestra existencia en este universo sea un mero capricho del destino, un accidente de la historia, un incidente sin importancia en el gran drama cósmico. Nuestra implicación es demasiado íntima. La especie física Homo sapiens puede no importar nada, pero la existencia de la mente en algún organismo de algún planeta del universo es, sin duda, un hecho de importancia trascendental. Por medio de los seres conscientes, el universo ha adquirido consciencia de sí mismo. Esto no puede ser un detalle trivial, un subproducto sin importancia de fuerzas sin mente y sin propósito. Estamos aquí por alguna razón.


9 comentarios:

Sue dijo...

Mientras exista un misterio para el hombre, habrá poesía, que dijo Becquer, y ciencia, digo yo.

José Manuel Guerrero C. dijo...

"Estamos aquí por alguna razón"

Esta es mi razón y mi verdad, y nadie aún ha podido negar cientificamente sus Principios:

Génesis 1

En el principio crió Dios los cielos y la tierra.

Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas.

Y dijo Dios: Sea la luz: y fué la luz.

Y vió Dios que la luz era buena: y apartó Dios la luz de las tinieblas.

Y llamó Dios á la luz Día, y á las tinieblas llamó Noche: y fué la tarde y la mañana un día.

Y dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.

E hizo Dios la expansión, y apartó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión: y fué así.


Sigue...

S. Cid dijo...

"Estamos aquí por alguna razón"

Pues si queréis respuestas, id ahorrando para compraros Die Aufgabe y cuando tengáis 153 millones de euros..., las conoceréis: respuestas

Miguel Baquero dijo...

Yo, realmente, no sé qué pensar; a veces me maravillo y me enorgullezco del poder de la mente humana, y otras me asombro de la fuerza de la estupidez

S. Cid dijo...

Miguel: El alfa y la omega, sí. Tanto potencial utilizado para tanto bien y para tanto mal.

Guido Finzi dijo...

El porqué estamos aquí, me supera. En todo caso, yo prefería estar en Australia...

Un saludo

S. Cid dijo...

Guido: Jajajaaja, siempre tan sarcástico. Qué bueno.

José Manuel Guerrero C. dijo...

La ironia de Guido es muy graciosa, cierto.
Pero para un creyente en Dios, no tiene ninguna gracia, S.Cid.

Si un creyente no tiene claro el porqué estamos aquí, debe plantearse seriemente su condición.

Esto que digo, y que me sale de lo más hondo (sabiendo de antemano que he podido meter la pata), es la base del catolicismo.

S. Cid dijo...

Bate: Yo creo que con su "aquí", Guido se refiere a esta España indeseable, Bate, por eso me hace gracia su fina ironía. Toma una entrada de trasfondo profundo y aprovecha para lanzar su queja por la triste España que nos toca vivir. Así fue como la entendí y por ello me hizo gracia. Mis carcajadas no enmascaraban duda alguna (ninguna en absoluto) sobre el sentido de trascendencia que gobierna mi vida y sin el que, por tanto, me sería imposible vivir, algo que confieso sin rubor alguno. Sin la fe en Dios y en la inmortalidad del alma, la vida sería un sinsentido que me habría ahogado hace tiempo.

Belén 2013

Belén 2011