2. James Stanley. The Irish pub I
Cerca del Palacio Real, el pub hacía esquina con una de las callejuelas que desembocan en la Plaza de Oriente. Aquella tarde no estaba muy concurrido y logré camuflarme tras una mesa apartada, próxima a una ventana de cuarterones desde la que podía verse parte del tejado de la Ópera y que, caldeada por los rayos del sol, creaba una atmósfera de invernadero un tanto sofocante.
Encendí mi libro electrónico. Iba allí a leer, mientras dejaba que mis oídos se bañaran con el sonido del inglés, porque hasta entonces no había encontrado el valor suficiente para ponerme el mundo por montera y lanzarme a practicar. No era cuestión del idioma, ni de falta de confianza..., no. Con una naturaleza cohibida como la mía, ni siquiera me hubiera atrevido a entablar una conversación en español con un desconocido, pero yendo allí podía al menos justificarme ante mi profesor de inglés y asegurarle que lo había intentado.
Sin embargo...
Se había aproximado por detrás sin que me percatara y había estado husmeando entre las letras de mi lectura:
-"Crossroads"!
Antes de que pudiera levantar la mirada ya estaba tomando asiento:
-May I take a seat?
- - - - - - - - - -
Antes, en James Stanley: Two hours of life.
Y después...: The Irish pub II.
Cerca del Palacio Real, el pub hacía esquina con una de las callejuelas que desembocan en la Plaza de Oriente. Aquella tarde no estaba muy concurrido y logré camuflarme tras una mesa apartada, próxima a una ventana de cuarterones desde la que podía verse parte del tejado de la Ópera y que, caldeada por los rayos del sol, creaba una atmósfera de invernadero un tanto sofocante.
Encendí mi libro electrónico. Iba allí a leer, mientras dejaba que mis oídos se bañaran con el sonido del inglés, porque hasta entonces no había encontrado el valor suficiente para ponerme el mundo por montera y lanzarme a practicar. No era cuestión del idioma, ni de falta de confianza..., no. Con una naturaleza cohibida como la mía, ni siquiera me hubiera atrevido a entablar una conversación en español con un desconocido, pero yendo allí podía al menos justificarme ante mi profesor de inglés y asegurarle que lo había intentado.
Sin embargo...
Se había aproximado por detrás sin que me percatara y había estado husmeando entre las letras de mi lectura:
-"Crossroads"!
Antes de que pudiera levantar la mirada ya estaba tomando asiento:
-May I take a seat?
- - - - - - - - - -
Antes, en James Stanley: Two hours of life.
Y después...: The Irish pub II.
8 comentarios:
A un guiri le invitas a una pinta de cerveza y te lo has ganado in saecula saeculorum. Yo, en cambio, cuando quiero practicar mi finlandés me acerco a Helsinki y asunto solucionado.
Un saludo
(El del comentario de arriba soy yo).
Supongo que el SEAT sería polar blue, ¿no?
(Sí que está mal la crisis para ir a comprar un coche a un bareto.)
Bate: No había pensado en ello... Será cuestión de desenfundar el monedero.
Posodo: Tendremos oportunidad de ver a estos dos hablando sobre conducción..., aunque no se dice nada del color del auto, sorry.
(No llames bareto a un precioso pub irlandés ;-P)
Lo que hay que hacer es ir ya mismo a cualquier pub irlandés cercano y tomarse una pinta, a practicar...
Alawen: En cuanto tenga un día de descanso para recuperar el resuello..., a glu, glu, glu (que de esos sabemos algo..., jajaja) ;-)
Eso. Una buena sesión de glu-glu-guear y bla-bla-bear sin prisa...
Besos
Publicar un comentario